Antepenúltima jornada de liga y el Real Madrid afianza su liderato en Zaragoza a ritmo de entrenamiento. No ha necesitado emplearse a fondo ni mucho menos para vencer por veinte puntos a un apático Tecnyconta.
Sin pena ni gloria
Un mero trámite ha supuesto el partido entre madridistas y zaragozanos. Un partido sin historia, por la enorme superioridad de los blanquillos o una historia sin partido, porque tampoco se ha visto mucho baloncesto de altura por el el Príncipe Felipe. No lo han necesitado los discípulos de Pablo Laso.
El discurso de la semana de los maños de intentar ir a dar la sorpresa a base de no dejar al Madrid correr se ha diluido en los primeros compases del choque. Un equipo amenazado seriamente con el descenso sigue mostrando una falta de carácter más que preocupante y sólo las circunstancias ajenas van a ser las que decidan su futuro.
Por otra parte, los de la capital se han bastado con tirar de oficio para vencer con autoridad y no llevar a los rojillos a la humillación. Todos sus jugadores han tenido minutos y han podido jugar un partido de lo más tranquilo y hasta para algún jugador le habrá resultado un tanto monótono.
En el fondo los dos equipos saltaban al parqué sabiendo y aceptando su rol. Se trataba de interpretar un guión ya escrito de antemano, no se puede explicar de otro modo la poca garra y ambición de los locales.
Enseguida los blancos iban a ir poniendo tierra de por medio en el marcador con dos triples de Llull que anotaba cómodo y amenazaba con un recital de los suyos. Por contra, Jelovac fallaba dos triples al poco del comienzo y las nubes negras se cernían sobre la pista zaragozana. Una ventaja por 4 a 13 ya indicaba que o mucho cambiaban las cosas o la suerte estaba echada. Llull y Maciulis llevaban el peso de los suyos en anotación a lo largo del cuarto que finalizaba con el resultado parcial de 14 a 29.
Al comienzo del segundo cuarto eran los locales Fotu y Juskevicius, secundados por Norel, los que intentaban presentar batalla al Real Madrid. Lamentablemente la solvencia de Hunter y Carroll no daba margen y lo más que conseguían los zaragozanos era no dejar que el encuentro se rompiera por completo. Jaycee, con diez puntos en este cuarto apuntaba ya a irse de la capital del Ebro como MVP del partido. Al descanso se iban ambos contendientes con el marcador en 41 a 51, escaso margen para lo visto y la diferencia real entre las dos escuadras.
Tras el descanso Randolph y Maciulis se bastaban ellos sólos para ir aumentando la ventaja visitante. También con el paso de los minutos se subían a ese carro Llull y Taylor que siempre iban encontrando espacios en una defensa zaragozana que no daba abasto y se veía desbordada en cada ataque. En realidad poco se puede hablar de planteamientos tácticos ya que el partido por momentos era un mero correcalles. Tal era así que Laso fue comenzando las rotaciones y dando descanso a los primeros espadas para que la segunda unidad se fuera fogueando en un partido tan cómodo. Al final del tercer cuarto 57 a 75 y todos deseando finalizar el trámite y marcharse a sus casas, público incluido.
Último cuarto para dar minutos a Draper y Nocioni, descanso a Llull y permitir a Carroll rematar su actuación de hoy anotando 23 puntos y capturando 3 rebotes. Los maños a intentar no irse entre silbidos intentando no bajar los brazos y poco más. Final de partido con el resultado 78 a 98 y cada equipo a su guerra particular, El Real Madrid a terminar la temporada regular como líderes y los de Basket Zaragoza a afrontar la que posiblemente sea la semana más importante de sus 15 años de historia.
Ficha técnica
Tecnyconta Zaragoza 78: Bellas (4), Knight (10), Benzing (7), Jelovac (10), Norel (16) –cinco inicial– Juskevicius (14), García (2), Gecevicius (8), Fotu (7).
Real Madrid 98: Llull (14), Carroll (23), Maciulis (), Randolph (12), Ayón (2) –cinco inicial– Draper (3), Fernández (-), Nocioni (9), Doncic (-), Reyes (8), Hunter (6), Taylor (7).
Parciales: 14-29/27-22/16-24/21-23
Árbitros: Martín Bertrán, García Ortiz, Sacristán. Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la trigésimo segunda jornada de la Liga Endesa, disputado en el pabellón Príncipe Felipe ante 8.872 espectadores.
