La afición valencianista había vuelto a confiar en su equipo a mediados de esta temporada, tras las distintas destituciones de diversos entrenadores en poco tiempo. Parecía que con Voro todo había cambiado y el equipo blanquinegro, al fin, había conseguido encontrar su rumbo. Sin embargo, las últimas jornadas de liga no lo dejan nada claro.
Campos medio vacíos, pitos a los jugadores, desestabilidad en el área de juego… Parece que ni los casi 100 años de historia del equipo consiguen levantar ese “sentiment” con el que tanto orgullo habían lucido la camiseta. Un “sentiment” que poco a poco se desvanece.
Aún así el conjunto “ché” consigue nuevos récords, logros que en sus 100 años de vida no había alcanzado todavía. Eso sí, de los que nadie se siente orgulloso. Con el penalti pitado en contra ante la Real Sociedad, el Valencia CF se convierte en el líder de los penaltis en contra, un total de doce en la presente temporada -incluso dobles en algunos partidos-. Un récord que solo consiguieron igualar el Rácing de Santander y el Rayo Vallecano en la campaña 2002-2003.
Pero, no le echemos toda la culpa al colectivo arbitral porque la gestión del equipo durante los últimos años no ha sido de las más deseadas. A todo esto, se le debe sumar la compra y venta de jugadores que apenas duran tres temporadas en el equipo, unos jugadores que más que besar el escudo, parece que besan el bolsillo. Aunque, si los altos cargos no muestran ante la plantilla esta ilusión y el sentimiento hacia sus colores -algunos, incluso, no acuden a los encuentros en Mestalla- poco se les puede reprochar. Sin embargo, tras las últimas salidas de algunos jugadores, seguro que hay algún beneficiario y, probablemente, sean las tiendas oficiales que, entre cambio y cambio de nombre en las camisetas, aumentan sus ventas. No busquemos errores, encontremos soluciones.
No se trata de buscar a nuevos entrenadores ni de fichar a otros jugadores, es un problema más de fondo que los altos directivos deberían empezar a replantearse. La cantera está llena de jóvenes que se dejarían la piel en el campo, sino que se lo pregunten a Carlos Soler. Aunque, ¿cuánto tiempo permanecerá en el equipo? Y lo más importante, ¿cuál será el ridículo precio por el que dejarán escapar a esta estrella? Esperemos que sea capaz de decir “No” porque, en estos momentos, es de los pocos por los que merece la pena acudir al campo -además, del equipo femenino-.
Debemos marcar un proyecto estable, sin importar los jugadores que vendrán, sino solo aquellos que de verdad quieren permanecer y luchar por el balón en cada partido, para ver contenta a su afición porque sin ella de nada serviría su historia.
Atrás quedaron los años en los que conseguíamos ser campeones de liga, clasificarnos en Champions… A estas alturas de la competición solo nos queda alegrarnos por la permanencia en primera división y, tal vez, aumentar el récord de penaltis para superar a los de la temporada 2002-2003. Para el próximo año, esperamos que los objetivos sean un poco más altos, que los campos se vuelvan a llenar con la alegría de la afición y que los niños vuelvan a tener un ídolo con el que sentirse identificado, porque si no de nada habrá servido estos 100 años.
Foto: LaLiga
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