Análisis

El Fórmula 1 del futuro

¿Qué dirías si te preguntan que esperar de la Fórmula 1 dentro de diez años? ¿Motores eléctricos? ¿Neumáticos inteligentes? ¿Coches autónomos? Pues bien, Renault ha despejado estas dudas con un concepto car llamado R.S. 2027. Este prototipo está diseñado bajo los estándares, que según la marca del rombo, regirán el campeonato del mundo allá por el año 2027.

Profundizamos en el diseño del monoplaza para intentar conseguir darle algo de sentido a esto. Lo más llamativo es que es un diseño bastante simple. Un Fórmula 1 actual tiene cientos de apéndices aerodinámicos, mientras que el R.S. 2027 presenta una línea muy limpia y exenta de cualquier protuberancia o ala. En parte, esto ayudaría a acabar con el famoso “aire sucio” que tanto molesta y perjudica a los pilotos actuales y por ende, aumentaría el espectáculo.

En lugar de direccionadores de aire y alerones fijos, este concepto presenta aerodinámica activa. El alerón trasero es completamente retractible, sustituyendo así al tan odiado DRS y aliviando los deseos de los más puristas. El alerón delantero también parece tener algunos flaps retraíbles, para disminuir el drag a altas velocidades y lograr así una mayor velocidad punta. De igual manera, el ala frontal está unida al coche por un solo “pilar” y actúa como soporte de los brazos de la suspensión. También está unido al suelo, con la idea de mejorar el flujo de aire que pasa por debajo del coche.

El prototipo también incluye suspensión activa, permitiendo al equipo programar cambios en la altura, geometría y ángulo de las suspensiones para diferentes sectores de un mismo circuito. Renault también parece estar dispuesta a evocar este sistema que fue prohibido en 1994 y que ha sonado mucho durante esta pretemporada.

Otro tema de conversación reciente ha sido la protección de la cabeza de los pilotos. Pues Renault ha resuelto este problema con una cúpula de policarbonato que envuelve al piloto, basada en la famosa aeroscreen de Red Bull. Esta cúpula se ha diseñado para ser lo más baja posible, para favorecer el flujo de aire y evitar turbulencias en el alerón trasero. Este dispositivo se abre de izquierda a derecha, para que el piloto tenga suficiente espacio para entrar y salir cómodamente. Acoplada a esta cúpula hay dos barras de titanio, que en caso de vuelco, empujan la cúpula hacia un lado para que el piloto tenga espacio para salir.

Y como no, Renault también ha pensado en los fans que ven la Fórmula 1. Tanto la cúpula como la celda de seguridad del piloto son totalmente transparentes, para que los espectadores puedan deleitarse con sus ídolos al volante. Igual sucede con el casco del piloto, que pasa a tener un diseño trasparente con el cuál se puede ver completamente la cara del hombre o mujer sobre el que se centra la acción. El monocasco de fibra de carbono ha sido reforzado con una estructura en “panel de abeja” para maximizar la resistencia al impacto y mantener a los pilotos lo más seguros posibles.

¿Y que hay del motor? Pues Renault ha fusionado sus conocimientos en Fórmula 1 y Fórmula E para crear un motor “realmente” híbrido, del que supuestamente se extraerían unos 1300 CV. Con un motor de combustión V6 similar a los empleados actualmente en la Fórmula 1, los franceses han añadido dos motores eléctricos de 250kW que sirven como un sistema de KERS mucho más potente que los actuales. Tomando ventaja de las baterías de larga duración que serán usadas en la Fórmula E a partir de la temporada 2018/2019, Renault ha diseñado un sofisticado sistema de recuperación de energía en frenada que permitirá almacenar dicha energía en las baterías. Esto hace que en determinados momentos el coche pueda ser utilizado en un modo plenamente eléctrico, por ejemplo en el pit lane.

Para transmitir esta colosal potencia al suelo, en Renault han mantenido las ruedas anchas características de esta temporada, pero las han dotado de un perfil más bajo. Este bajo perfil hace que los neumáticos sean mucho menos propensos a deformarse con alta carga de combustible y permiten al piloto pasar por curvas de alta velocidad con una mayor confianza. El lado negativo es que, con estas ruedas, el coche es más sensible a los baches, pero esto se arregla con la suspensión activa, haciendo al coche más manejable.

Si combinamos la potencia masiva, los enormes neumáticos y un peso total de solo 600kg, podríamos decir que este sería el coche de Fórmula 1 más brutal de la historia. Serían coches más rápidos, eficientes, tecnológicos y gracias a la aerodinámica activa, podríamos tener carreras más divertidas con muchos adelantamientos.

Aún así, esto no deja de ser un ejercicio de diseño en el que los galos han tirado de bola de cristal para leer el futuro. Habrá a quien guste y a quien no, pero si podemos dar algo por seguro, es que a nivel de prestaciones es brutal. Y al final, ¿No es eso lo que todos le pedíamos a la FIA el año pasado?

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Fotos vía: Renault Sport

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