Crónica Crónicas

Procesión rojiblanca

Virgen santa. Eso es lo que pensaba (para bien o para mal) cualquier asistente a este partido entre Athletic Club y Unión Deportiva Las Palmas. En plena Semana Santa, en pleno Viernes Santo y en plena Catedral, se pudo disfrutar de un encuentro espectacular en el que las ocasiones y los goles se materializaban con una gran facilidad, y en el que el fútbol rápido e intenso se hizo patente. En plena época de procesiones, en la que a lo largo del país se llevan a cabo muchas de ellas, en Bilbao tuvo lugar una de ellas, oda al fútbol en toda regla.

Acudían los feligreses locales e isleños a San Mamés dispuestos a presenciar el choque entre dos equipos con dinámicas diferentes. Los rojiblancos llevaban una dinámica positiva, y afrontaban este partido con la intención de obtener los 3 puntos y meter presión al resto de sus competidores por conseguir las tan preciadas plazas europeas. Aún sin saber si el séptimo puesto dará una de ellas, todos los equipos buscan evitar especulaciones y conseguirlas directamente. Por su parte, la Unión llegaba no con una dinámica negativa en lo que a resultados se refiere, pero sí en lo que a juego lo hace. Este conjunto que otrora practicara ese fútbol tan atractivo parecía haber perdido su ambición por unirse al grupo de competidores al que precisamente pertenece el Athletic. Una vez conocido el resultado final, la esperanza por esa lucha parece haberse volatilizado por completo.

En lo que al partido se refiere, más de uno debió santiguarse ante el espectáculo ofrecido en los primeros veinte minutos. El Athletic, tal y como se esperaba, asumió el papel de tomar la iniciativa y salió con intensidad en la presión y el ataque. Esta actitud le dio resultado desde el principio del partido, puesto que antes de que pasasen los diez primeros minutos ya asestó dos ganchos a su rival. Primero San José, con un gran testarazo que casi llego a reventar la red de la meta de Raúl Lizoain, y después Iker Muniain, con un preciso lanzamiento de falta que volvió a batir al canario.

2-0, y la cosa pintaba bien para los locales, pero algún pecado debieron de cometer para que dos minutos después Pedro Bigas marcase también de cabeza en la portería del hoy otra vez titular Kepa. No es la primera vez que los rojiblancos ceden ventajas tan prematuramente. Sin embargo, tan solo siete minutos después lo expiaron, porque Aduriz introdujo el balón nuevamente en la meta visitante tras un gran pase de Iñaki Williams.

Veinte minutos de partido, y ya se habían visto 4 goles en el encuentro. Si bien era cierto que el Athletic era el que dominaba, la Unión ya había demostrado que era un equipo que podía meterse en el partido en cualquier momento, y no convenía relajarse. Los siguientes minutos ya fueron más tranquilos, habiendo ocasiones aisladas como una de Roque Mesa y un gol anulado por fuera de juego de Aduriz. Realmente, fueron los últimos cinco minutos en los que se notó el peligro, con dos ocasiones de Muniain y otra de Williams.

Llegaba el descanso y las cosas estaban claras. El equipo de Ernesto Valverde (que cumplía 300 partidos dirigiendo al Athletic entre su etapa anterior y la actual) estaba haciendo los deberes, imponiéndose en el marcador y en el juego, y concediendo muy pocas opciones al rival; mientras que el de Quique Setién acusaba la baja de jugadores como Kevin Prince Boateng. Era necesario para los segundos reaccionar rápidamente para no verse fuera del partido con un hipotético tanto de los leones.

Tras un descanso en el que se hizo un sentido homenaje a Sepp Maier, prolífico portero del Bayern Munich y de la Selección Alemana en la década de los 70, los equipos saltaron al césped con sus nuevos objetivos fijados, pero nuevamente solo uno de los dos los llevó a cabo eficazmente.

Parecía que los visitantes ofrecían una tímida reacción, y así se vio reflejado con una acción en la que se reclamó penalti de Williams (en la primera parte ya se reclamó otro al propio jugador vasco cometido por la defensa isleña), y un libre directo de Viera que paso cerca de la meta de Kepa.

No obstante, fue el Athletic el que cumplió poniendo dos puntos finales al partido. Al igual que en la primera parte, poco más de un minuto les bastó para encadenar un voleón desde fuera del área de Muniain, y un pase de la muerte de San José que remachó Aduriz otra vez.

A partir de entonces se puso en práctica el término de minutos de la basura. Todavía quedaba media hora de partido y el 5-1 exhibido ya dictaba sentencia de lo que era el partido. Ni siquiera se llegó a plantear un gol de la honra de Las Palmas, un equipo deforme y muy impreciso en todas sus líneas. Que con solo apretar un poco, el Athletic pudiese aumentar su bagaje era la única opción que se valoraba, pero en ningún momento se hizo leña del árbol caído. Desde los dos goles al final apenas se pudieron destacar un par de ocasiones locales y otras visitantes entre las que destacar una de Momo, que a punto estuvo de marcar el segundo visitante, pero al final picó demasiado la pelota.

Llegados al final, podría decirse que los aficionados canarios podrían haber venido a Bilbao de visita turística, porque de la futbolística no tendrán muy buen recuerdo. Lo que sí quedará para el recuerdo es la procesión vivida, procesión al estilo bilbaíno y que tenía el rojiblanco por bandera.

Ficha técnica

Goles: 1-0 San José (7´), 2-0 Muniain (9´), 2-1 Pedro Bigas (11´), 3-1 Aduriz (18´), Muniain (57´), Aduriz (58´).

Alineación Athletic Club: Kepa; Balenziaga (Lekue 52´), Yeray, Laporte, De Marcos; Iturraspe, San José (Beñat 75´), Muniain, Raúl García, Williams (Susaeta 78´); Aduriz

Alineación UD Las Palmas: Lizoain; Lemos (David García 45´), Pedro Bigas, Castellanos; Macedo; Roque Mesa, Jonathan Viera (Halilovic 71´), Tana, Vicente, Mateo García (Momo 62´); Livaja

Tarjetas amarillas: Jonathan Viera (60´), San José (66´), Livaja (88´)

Estadio: San Mamés (Bilbao)

Imagen vía: udlaspalmas.net

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