Entrevistas

“Conociendo a… Nerea Martínez”

Me llamo Nerea Martínez, mido 165 cm y nací en Valladolid. Ocupo la posición de base y, actualmente, juego en el equipo Júnior y LF2 de Ponce Valladolid. Esto es “Conociendo a… Nerea Martínez”.

                                                                                                                                                                                                                 .

¡Ya estamos aquí! Regresamos con un nuevo martes de nuestra sección “Conociendo a…” con una jugadora con futuro. Se trata de Nerea Martínez, jugadora júnior de primer año de Ponce Valladolid.

Canterana de Ponce Valladolid, ya sabe lo que es jugar en Liga Femenina 2 donde ha formado parte del primer equipo. Habitual en la selección de Castilla y León, sus inicios se centran en su colegio donde se decantó por este deporte que ya es protagonista en su vida. A pesar de su corta edad, nacida en el año 2000, esta base ya conoce las dos caras del deporte: la gloria de las medallas y el sufrimiento de las lesiones. De ambas ha sido capaz de aprender, de mejorar, y eso le promete un futuro lleno de éxitos que aguarda con misterio e ilusión.

Sin más dilación, damos paso a la entrevista. Agradecer tanto al club como a la jugadora su disposición con nuestra web.

Pregunta. ¿Cuáles fueron tus inicios en este deporte? ¿Practicabas algún otro de pequeña?

Respuesta. Empecé a jugar en mi colegio Marina Escobar en 1º de Primaria. A mí, desde pequeña ya me gustaban todos los deportes como el fútbol, el tenis… pero decidí apuntarme a baloncesto porque mis amigas y amigos tenían hermanos mayores que ya jugaban, entonces yo me apunté con ellos pero jamás me imaginaría que podría convertirse en algo tan importante en mi vida.

P. ¿Cuándo te diste cuenta de que el baloncesto iba a ser protagonista en tu vida?

R. Cuando me empezaron a llamar con la selección de Castilla y León. Ese año, además subí a jugar con gente mayor que yo. Entonces me di cuenta de todas las horas que pasaba unida a un balón de baloncesto porque era lo que realmente me gustaba. Me acuerdo que siempre iba media hora antes del entrenamiento con algunos amigos a tirar y a jugar partidos, y si me aburría algún día en casa, iba a las canchas que tenía al lado de mi casa con mi hermano.

P. ¿Cómo definirías tu estilo de juego? ¿Qué aspecto entrenas más actualmente?

R. Soy una jugadora con una buena visión de juego y buen manejo de balón. Me gusta saber llevar el ritmo del partido, controlar a mi equipo en todo momento. Me he dado cuenta de que la defensa es lo principal, me considero trabajadora en ese sentido aunque siempre  se puede trabajar y mejorar más. Tal vez no soy muy anotadora y es algo que me gustaría mejorar. Este año estoy entrenando y mejorando mi tiro exterior, aunque realmente pienso que tengo que mejorar en todos los aspectos para llegar a ser una jugadora muy completa.

P. ¿Cómo te definiste como base? ¿Ha sido siempre esa tu posición?

R. Cuando jugaba en el colegio, siempre jugaba de base. Tenía un buen manejo de balón y siempre subía yo el  balón. Realmente me gustaba mucho subir el balón, me divertía. Después, mi entrenadora me enseñó muy bien a leer el juego y, poco a poco, entendí que jugar de base podía tener más “responsabilidades”. Siempre ha sido esta mi posición, realmente me encuentro muy a gusto.

P. ¿Qué dorsal sueles usar? ¿Tiene algún significado especial para ti?

R. Mi dorsal siempre ha sido el 10. No tiene ningún significado especial, pero es el número que elegí desde pequeña porque me gustaba.

P. ¿Cómo se produjo tu llegada a Ponce Valladolid?

R. Cuando era todavía alevín, con 11-12 años, mi entrenadora me ofreció subir a jugar con el equipo infantil  de Ponce. Era mucho cambio, las canastas grandes, los balones, el campo y, sobre todo, mis compañeras que no conocía de nada y eran 2 años mayores que yo. Pero ellas me acogieron genial en el equipo y me trataron muy bien. Además al final, empezaron a subir con este equipo otras chicas de mi edad de otros colegios, ellas serían mis próximas compañeras de equipo al año siguiente (en infantil de 1º año). Vinieron chicas muy buenas de varios colegios y al final formamos un equipo muy bueno.

P. Este año debutabas con el primer equipo en LF2, ¿Qué se te pasó por la cabeza cuando el entrenador te llamó? ¿Recuerdas qué hiciste dentro de la pista?

R. Ha sido una gran oportunidad para mí debutar en LF2. Debuté en el primer partido contra Femení Sant Adriá. Cuando Barrio me llamó para jugar, me puse nerviosa, no me lo esperaba. Dejé los nervios y salí a la pista a disfrutar. Jugué poquito y realmente no aporté mucho pero yo ya estaba feliz, no sólo por debutar en esta categoría, además era mi primer partido “oficial” después de mi lesión que me apartó de las pistas toda la temporada anterior.

P. Los entrenadores son parte fundamental del progreso de cualquier jugadora. ¿Qué frase/consejo te ha marcado más a lo largo de estos años?

R. Todo lo que soy ahora, se lo debo a los entrenadores, desde el primero hasta el último. Desde Berta, quien confió en mí y me enseñó que el baloncesto era más que un deporte, hasta todos los demás como Chuchi, Tató, Ramiro, Alberto, Barrio… Todos me han dado muchísimos consejos o frases que me han marcado. Todos ellos me han hecho crecer como jugadora y, sobre todo, como persona. Siempre recuerdo unos “consejos” que nos dio Chuchi, realmente son los “Mandamientos de la ley del Basket”, son 7 y los tengo pegados en la pared de mi habitación, y así cuando voy a jugar un partido, siempre los leo. Realmente todos ellos me han dicho muchos consejos y les estaré siempre agradecida.

P. “Coleccionista de medallas”, son varias las que acumulas a nivel nacional tanto con la selección de Castilla y León, como con tu club. ¿Cuál ha sido la más especial para ti?

R. Todas han sido muy importantes para mí. La primera de selecciones en Cádiz con la generación del 99 fue impresionante, ni nosotras mismas nos lo creíamos. Al siguiente año, con mi generación ganamos el bronce con la selección de Castilla y León, a esa medalla la tengo bastantes ganas porque perdimos la semifinal en la prórroga y nos merecíamos ganar. Pero realmente, la medalla más especial para mí fue el oro en Pontevedra con mi club en categoría infantil. Estábamos todas muy unidas y fue impresionante conseguir un oro. También la plata conseguida en León con Ponce fue alucinante.

P. Has vivido también la otra cara, la de las lesiones, perdiéndote incluso alguna cita importante. ¿En quiénes te apoyas en esos momentos? ¿Se saca algún aprendizaje de ellos?

R. Realmente en mi familia y en mis amigos. En estos momentos te das cuenta de las personas que realmente te apoyan, mucha gente me vino a ver al hospital después de la operación y también mis compañeras de equipo que todas las semanas me preguntaban y se preocupaban por mí. Incluso gente que no vivía en Valladolid, me llamaba por teléfono y me venía a ver.  Pero mi principal apoyo fueron mis padres. Los primeros meses después de la operación fueron duros, pero ahí estaban ellos para animarme y ayudarme siempre. Sin duda que aprendes algo, la lesión me ha hecho mucho más fuerte mentalmente. Yo siempre digo que durante la temporada pasada también aprendí algo: aprendí a ver el baloncesto de otra manera. Siempre hay que buscar el lado positivo de las cosas y a pesar de todo, la lesión me hizo volver con muchas más ganas.

P. ¿Cuál ha sido el mayor sacrificio que has hecho por el baloncesto?

R. El baloncesto me ocupaba muchísimo tiempo y tuve que dejar muchas cosas para poder ir a entrenar, ir con la selección… Antes compaginaba la música con el baloncesto; pero no tenía tiempo para todo así que tuve que dejarlo. Además en mi grupo de amigas, yo soy siempre la “ocupada”, la que nunca puede quedar porque estoy jugando fuera, tengo entrenamiento, concentración con la selección… Realmente he hecho muchos sacrificios por el baloncesto pero todos ellos han merecido la pena.

P. ¿Alguna vez has sentido miedo dentro de la pista?

R. Podría decir que la única vez que he tenido miedo fue cuando volví de la lesión, tenía miedo de que me volviera a pasar. Pero decidí dejar el miedo atrás y volver a disfrutar del baloncesto. Realmente en los partidos importantes, la verdad que no tengo miedo, sí nervios pero los nervios se aprenden a controlar cuando ya has jugado muchos partidos y muchos campeonatos.

P. ¿Qué objetivos te marcas a corto plazo? ¿Y a largo?

R. Ahora mismo, el principal objetivo que tengo es el Campeonato de España Junior. Antes tenemos una Final a Cuatro para clasificarnos para el Campeonato. Creo que este año podemos hacer un buen papel. A largo plazo, ya se irá viendo, todavía me queda un año más de Júnior y a partir de ahí todo dependerá de lo que vaya a estudiar y dónde vaya a vivir. Me encantaría poder compaginar los estudios universitarios con jugar en LF2, pero todo se verá.

P. Para terminar, en una frase:

  • Un jugador/a al que admires: Me gusta mucho Sergio Rodríguez (“El Chacho”). También soy muy fan de Silvia Domínguez y Marta Xargay.
  • Una canción pre-partido: No tengo ninguna canción definida, soy más de escuchar las canciones actuales.
  • ¿Canasta o asistencia?: Asistencia… “Una canasta hace feliz a un jugador. Una asistencia a dos.”
  • Una manía: Entrar a la pista con el pie derecho primero.
  • Un sueño: Dedicarme al baloncesto profesionalmente.

 


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Fotos cedidas por Ponce Valladolid

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