Opinión

“Jugadores mercenarios”

Yo no he sido futbolista en ninguna categoría (jugué todos los años escolares a baloncesto), pero intuyo que este grito es uno de los que más debe doler a los futbolistas. Unos creerán que va con el (exagerado) sueldo que cobran, otros que no son los únicos culpables, otros que de todo un poco.

En Mallorca se vive muy bien y los futbolistas casi siempre lo hacen bastante tranquilos. Cuando el equipo descendió a Segunda, arrastrado por la penosa racha de Caparrós y de la mano de un superado por la situación Gregorio Manzano, el público aplaudió a los jugadores que mostraban cierta tristeza sobre el césped de Son Moix, ya que su victoria no servía para salvarse.

Cuando el equipo ha transitado con más pena que gloria por la categoría de plata durante tres temporadas para el olvido con continuos cambios de entrenador e incluso de propietarios, los mediocres futbolistas recibían ánimos desde la grada.

Cuando la temporada pasada se jugaban la permanencia en Valladolid, la afición respondió acompañando al equipo y aplaudiendo eufóricamente la agónica salvación gracias a la remontada y los goles de Brandon en Zorrilla, junto con la derrota de la Ponferradina de Santamaría y Raíllo, que les condenaba a jugar este año en Segunda B.

Cuando, tras perder en Alcorcón, quedarse a cinco puntos de la salvación y provocar la destitución de Olaizola, la afición se movilizó a través de las redes sociales con el hastag #ElMallorcaNoEstaMuerto y también asistieron al estadio más de 10000 seguidores.

Todos y cada uno de ellos esperaba que los jugadores que forman esta plantilla, que están demostrando ser de los peores de la categoría, como mínimo salieran al campo a morder, a presionar, a dejarse el alma por apurar la penúltima oportunidad de salvarse… Pero no fue así. En el debut de Sergi Barjuan, el partido transcurrió con más peligro en la meta de Santamaría que en la del Nàstic, colgando balones cuando Brandon era el delantero y jugando por abajo cuando Lekic se puso en punta. Todo un despropósito con tan solo una jugada de peligro en 90 minutos con un remate de Yuste al larguero, pero ninguna ocasión mediante una jugada trenzada. 0-0, a cinco puntos de la salvación y ya solo 9 partidos en la recámara acabaron con la paciencia del respetable y esta vez, tras más de cuatro años de fútbol mediocre y muchas veces malo, la ira se dirigió hacia esos jugadores que cobran bien cada mes y corren menos a cada partido. “Jugadores mercenarios” tuvieron que soportar desde el centro del campo por órdenes del capitán Cabrero, aunque alguno, que ya no debería vestirse más de bermellón, se marchara luego con alguna sonrisa. Después Molango desapareció y Monti Galmés (presidente) se quedó recibiendo los reproches de los que le rodeaban en el palco. Y Brandon fue el único que se bajó del coche para escuchar a los cerca de 100 seguidores que esperaron a los futbolistas a la salida.

9 partidos y un descenso anunciado o un milagro cada vez más improbable. Después deberían marcharse los 26 jugadores, Molango, Recio, Iván Campo y los ojeadores. Los 10000 del otro día (y los que estamos lejos) seguirán esté donde esté el equipo.

(imagen destacada via www.diariodemallorca.es)

Síganme en @jkc0c0 y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *