Crónicas

La entereza del Madrid entierra a un grandioso Alavés

El Real Madrid ha derrotado a un grandioso Alavés por tres goles a cero con tantos de Benzema, Isco y Nacho. La primera mitad fue blanca, pero los del norte plantaron cara y dieron guerra durante una segunda en la que la eficacia no le acompañó.

Después del parón, había que volver con las pilas puestas. No existían excusas de cara a fallar en este rocambolesco mes de abril en el que los blancos se jugarían algo más que el placer de mantenerse en las competiciones. Debido a ello, lo que había que demostrar en el Bernabéu era muy distinto de lo que en el resto de ocasiones se había demostrado. Es decir, no se podía fallar, no se podía dar el brazo a torcer, ya que algo así significaría empezar con el pie izquierdo algo que no se debía empezar de esta forma.

Por ello y por prevenir antes que curar, las bajas intencionadas se acumularon en el palco del Santuario Blanco en un día en el que el veinticinco aniversario de la muerte de Juan Gómez (‘Juanito‘), era lo que más importaba. Ni Ramos, ni Keylor, ni Casemiro, ni siquiera Marcelo. Prácticamente la mitad de los titulares se quedaron sin el placer de salir de inicio, dando así paso a un once de rotaciones que suelen cumplir. Nacho, Varane, Pepe y Danilo compusieron la defensa, mientras que Kroos, Modric e Isco fueron los integrantes del un centro del campo de lujo que hilvanaría las ocasiones con la ayuda de la BBC.

Por su parte, el portentoso Alavés, que venía de sumar cuatro victorias en los últimos seis partidos, sacaba su séptimo de caballería casi al completo, teniendo que prescindir de Kiko Femenía y de Marcos Llorente, este último por la cláusula de veto de jugar contra el Madrid. Pese a ello, no le faltaron portentos como TheoHernández, querido por media Europa, ni Camarasa, piedra angular de la medular. De esta forma, sus oportunidades no se verían mermadas en ningún caso, llegando incluso a verse con opciones de anular a  sus rivales, sobre todo tras los logros obtenidos en el Camp Nou (victoria) y en el Vicente Calderón (empate).

Sin embargo, el choque comenzó con un dominio madridista que, muy probablemente, fue inspirado por la emoción transmitida durante el emotivo minuto de silencio previo a la acción. Un excelente tifo se extendió en uno de los fondos del Templo Merengue con una imagen de la camiseta de ‘Juanito’ acompañado de un ‘No te olvidamos’ que dio fuerzas a los de Zidane. Así, segundos después de que el colegiado señalase el inicio, Ronaldo probó desde fuera del área grande con un disparo que se marchó fuera. Se intuía ya lo que ocurriría.

Y es que, los de la capital se lucieron durante buena parte de la primera mitad, destacando por encima del resto unos Isco y Benzema que enseñaron al público lo que verdaderamente es el fútbol de calidad. Con un equipo volcado a la izquierda, el francés fue deambulando por el centro y por la zona de influencia de Cristiano hasta encontrar las oportunidades adecuadas para intentar anotar el primero del encuentro. El malagueño, por su parte, dio sendas sensaciones de confianza que terminaron derivando en dominio de su equipo. La batalla en el centro del campo cayó claramente de su lado, de un lado en el que la conservación de Kroos y Modric fue más que necesaria para solventar la elevada presión de los del norte de España.

La contra era, por otro lado, el arma más importante de unos vascos que, a pesar de su ordenada defensa, no fue capaz de moverse con soltura de Zona 2 a Zona 3. Si bien, la presión fue muy constante y elevada, llegando a complicar en ocasiones las salidas de los locales; no sirviendo este hecho para mucho más que para retrasar un ataque que todos sabían que acabaría en el lado opuesto.

Solventando las complicaciones imprevistas, tales como la lesión de Raphaël Varane (venía de un mes y medio de baja), con cambios en la zaga que obligaron a Danilo a incorporarse a la izquierda, Karim abriría la lata a la media hora de choque. Fue precisamente Daniel Carvajal, el sustituido por el galo, el que complicó en exceso la vida a la defensa visitante. Una combinación en la que existió fuera de juego en el primero de los pases, fue suficiente para que el nueve merengue agujerease la portería de los norteños y pusiese el récord en 50 partidos consecutivos anotando al menos un gol, el cual el equipo de Chamartín posee en solitario.

Luego de la primera acción a destacar del enfrentamiento, llegaron momentos de calma y de tranquilidad en los que las posesiones se fueron sucediendo en ambos bloques. En cualquier caso, ninguno de ellos fue capaz de crear el peligro necesario como para cambiar los dígitos del electrónico, ni siquiera el bueno de Gareth Bale al borde del colapso del primer acto, acción el que tuvo en sus botas el 2-0 y de la que salió con molestias.

El trabajo de los finalistas de la Copa del Rey fue memorable. Su defensa, muy ordenada y cerrada en una sólida línea, complicó y mucho el devenir del partido para los blancos. Por desgracia para ellos, el partido planteado por Zinedine, dedicado casi al cien por cien en hilar ocasiones con cabeza, ayudó a derrumbar las expectativas. Así pues, tan solo les quedaría una solución, la de jugársela a salir de forma desequilibrada e intentar llegar por banda con ataques que reuniesen a muchos futbolistas.

Siguiendo esta consigna, Mauricio Pellegrino aconsejó a los suyos mantenerse con cabeza y plantar cara a sus oponentes. Varias ocasiones se sucedieron durante este inicio, llegando incluso a meter miedo en el cuerpo a Kiko Casilla y a los aficionados de su fondo. Eran los mejores minutos de un Alavés que estaba mostrando de lo que estaba hecho y el conjunto que ha sido en esta temporada en Liga.

Una tras otra, sorteando varias achacadas locales, los del norte estuvieron al borde de dar la vuelta al partido. Su juego estaba ordenado, cada uno de sus componentes sabían lo que hacer. Sin duda alguna, el segundo acto estaba siendo lo que ellos querían, estaba convirtiéndose en un calvario que ninguno en el Santiago Bernabéu deseaba admitir que estaba sucediendo. Mientras tanto, ‘Zizou‘ se desesperaba y mandaba a Bale a formar parte del 4-4-2 defensivo, hecho que el ‘Príncipe de Gales’ había olvidado por completo. Eran minutos agónicos, complicados, en los que el toma y daca era constante.

Casi nadie creía que no cayese el primero para unos chicos que se estaban dejando la piel en el campo sin apenas recompensa. Algún que otro avance fugaz fue el resumen de los segundos 45 minutos en los que la BBC se mantuvo invisible, sin brillo e intentando maquillar el sufrimiento que estaba viviendo su defensa.

Tales fueron las complicaciones que se tuvieron que hacer modificaciones para buscar el equilibrio. Mateo Kovacic y Lucas Vázquez se adentraron en el terreno de juego para tratar de solucionar el problema. Suena cruel decir que esto cambió el partido, pero es que resultó ser la realidad. Lucas aportó un plus de verticalidad que siempre es necesario, llegando a ser el claro y máximo influyente en el tanto de Isco que solucionaría el partido.

Minutos después, un libre es señalado al borde del área. Gareth lanza un ‘Tomahawk‘ que vuela al travesaño de Pacheco y que Nacho recoge de cabeza para remachar el duelo. El Bernabéu corea, ríe, lo pasa en grande. Tanto buen juego había quedado enterrado en un engañoso resultado. No siempre gana el fútbol, en este caso, lo hizo la entereza.


Isco y Benzema: Una primera parte de ensueño. No cabe dudas de que estos dos chicos han dado una lección futbolística durante la primera mitad. El malagueño y el francés se han encontrado el uno al otro y han combinado de manera tan sumamente dominante que prácticamente podemos atribuir la ventaja de los madridistas en el partido a su labor. Karim, que viene de una racha muy buena con su club, está dejando a sus espaldas muy buenos números en este 2017, no solo de goles o asistencias, sino de pases acertados y de minutos de buen juego. El del Arroyo de la Miel, pese a parecer que no cuenta lo suficiente en el esquema de Zidane, sigue dando el todo por el todo y aprovechando los minutos que ostenta para demostrar su verdadera calidad.

Desgraciadamente, el buen fútbol del rival, complicó la influencia de ambos en las acciones, haciendo así de ellos unos actores secundarios que ni mucho menos serían olvidados después del gran papel desempeñado durante esos 45 minutos y por el milagroso gol de Isco.

El calvario creado por el Alavés. En este encuentro existieron dos partes: una primera en la que la defensa triunfó (representada por los visitantes), y una segunda en la que el ataque y la medular lo hizo (representada por los de Vitoria). Y es que el Alavés ha sido el encargado de cambiar el cara a cara, de moldearlo a su gusto y de hacer de este un calvario en el día que no podía serlo. No se pudo hacer mejor, no se pudo intentar más; desde la presión hasta el último pase, todo fue realizado de una manera perfectamente organizada que pocos podrán replicarle. Un diez.

De no ser por el aguante merengue, muy probablemente la victoria hubiera caído de su parte, ya que durante el segundo acto, la balanza cayó de su lado y se adecuó a sus necesidades.


Imagen: El País.

Ficha Técnica:

Estadio: Santiago Bernabéu (81.044 espectadores).

Real Madrid

Entrenador: Zinedine Zidane.

Titulares: Kiko Casilla; Nacho, Varane, Pepe, Danilo; Kroos, Modric, Isco; Benzema, Bale y Cristiano Ronaldo.

Alavés

Entrenador: Mauricio Pochettino.

Titulares: Pacheco; Ely, Laguardia, Feddal, Theo, Toquero; Camarasa, Manu García, Ibai, Edgar Méndez; Deyverson.

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