Análisis

Las claves de una temporada para recordar

“Este es nuestro año” repiten una y otra vez los aficionados del Girona. Y es que esta puede ser la definitiva, la primera vez  en toda la historia de la entidad que su equipo alcanza la máxima categoría del fútbol estatal. Sin duda alguna, durante las últimas temporadas el Girona ha demostrado el potencial que tiene como club y se ha ganado el respeto de la mayoría de clubes. Pero lo que probablemente poca gente esperaba es que después de que el fútbol les haya castigado tanto durante los últimos años, vuelvan a luchar más fuerte que nunca para conseguir el ansiado premio del ascenso.

No es fácil encontrar las claves de la, hasta el momento, exitosa temporada del equipo gerundense, pero lo que sí es evidente es que la ciudad ha cambiado. El clima de fútbol se respira por todas partes y en los partidos como local, el equipo se siente cómodo sobre el césped y así lo demuestran los resultados, con una única derrota ante un rival directo como es el Cádiz que cortó en seco una dinámica triunfal. Pero no es hora de lamentaciones. Agarrándose a las sensaciones que ofreció durante la segunda parte de dicho partido, el equipo encara los duelos contra Oviedo, Rayo, Numancia y Tenerife con el objetivo de superar los 6 puntos sumados en la primera vuelta en este mismo tramo de calendario.

La realidad es que desde la llegada de Pablo Machín, el equipo no ha hecho más que crecer. Todo ello con un sistema claro y unas claves tácticas definidas. En la portería, René y Bounou pugnan constantemente por la titularidad. La alineación continúa con los tres centrales y los dos carrileros. En la zaga gerundense suelen salir desde el once inicial Juanpe, Alcalá y Ramalho. También Kiko Olivas está teniendo bastante protagonismo ésta temporada. La posición de carrilero es diferente, ya que tiene una función clave en defensa y ataque. Podemos encontrar jugadores cómo Aday, Coris, Cifu o Mújica, que representan la rapidez y sacrificio ofensivo y defensivo que comporta una posición tan vital como la de carrilero.

Otra de las claves de juego es, sin duda alguna, la consistencia y calidad en la medular. Jugadores tan queridos y representativos cómo Pere Pons, Àlex Granell o Eloi Amagat conforman la sala de máquinas del equipo. Más ofensivos son otros que aportan más movilidad y desborde cómo Rubén Alcaraz, Borja García o Portu.

Por último, en la parcela ofensiva, los protagonistas son el italiano Samuele Longo y Fran Sandaza, que volvió a Montilivi un año después tras su experiencia japonesa. Dos atacantes curtidos, con el gol entre ceja y ceja.

En definitiva, un sistema atípico a la par de efectivo para encarar las doce finales restantes, sin olvidar el último tropiezo ante el Cádiz. Un resbalón que no les debe hacer salir del camino trazado hasta ahora. La receta para conseguir que el sueño rojiblanco se haga realidad es clara: tranquilidad y trabajo.

Imagen via: gironafc.cat

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