Hace unos días, encontraba de casualidad por Internet un proyecto realizado en el Curso 2008/9 en dos colegios de la localidad de El Padul, Granada. Se llamaba: “PROYECTO INTERCENTROS : EL DEPORTE EN LA ESCUELA EN LOS CENTROS DE PRIMARIA DE EL PADUL.”
Más que interesante la idea en la que se basaban estos colegios de primaria a través de sus maestros de Educación Física, para que sus alumnos se inicien en el mundo del deporte en general. El sedentarismo es una lacra que se ha extendido entre la población y, por consiguiente, en nuestros menores, a los que incentivamos a este hecho con muchas de nuestras acciones.
Esta genial iniciativa, debería ser la tónica habitual en todos los colegios de España, pero no, desgraciadamente no es lo normal. Primordial sería que cada centro, incentivadas desde las propias clases de Educación Física matinales, ofertase por la tarde jornadas de multideportes donde los niños, a través de sus monitores conociesen muchas disciplinas deportivas. Muchos entendidos en la materia, hablan que antes de llegar a Benjamín, los niños no deberían de decantarse por un deporte en concreto. Y casi todos coinciden que después de esta edad, aun habiéndose decidido por alguno, siempre es bueno la complementación con otras disciplinas para su formación, y no solo deportiva.
Si el multideporte se llevara a cabo en edades tempranas, evidentemente, todo sería muy diferente. Los menores aprenderían, sin darse cuenta, de muchas cosas. Por ejemplo: beneficios en su salud, comportamiento con sus compañeros y profesores,… Y que existen otras disciplinas aparte de las que se ven por la televisión. Pero, también es verdad, hay veces que el encargado de impartir estas clases solo suele darle una pelota de fútbol al niño y si es niña, la pelota ya es más cambiante. ¿Por qué sucede esto? La respuesta suele ser que es falta de material, pero todos sabemos que, en algunos casos, es falta de ganas y otras la formación por parte del monitor. No todo es culpa de la “caja tonta”.
La falta de ganas es algo subjetivo y difícil de arreglar, pero ¿y la formación de los monitores o profesores de Educación Física respecto al Voleibol, por ejemplo? Esos conocimientos de Voleibol, solo dependen en lo que aprendieron los maestros en su Universidad o Grado, y por supuesto, el tiempo que se dedica a cada deporte durante la carrera hace imposible tener más aprendizaje, salvo lo que quiera dedicar cada uno fuera parte de la materia recibida.
En este apartado es donde entramos en juego los técnicos de Voleibol. Aquí tenemos mucho que decir, pero más si cabe, tenemos mucho que hacer y trabajar. No vale con reunirnos un día alrededor de una mesa con un par de refrigerios, y comenzar a lamentarnos de lo mal que está nuestro deporte y la de cosas que deberían hacerse por parte de las federaciones, gobiernos locales, regionales y nacionales,… Pero, ¿y tú? ¿En qué te implicas para ayudar a conseguir estos objetivos? Y si en tu caso, te has movido para cambiarlo, porque no salga una vez o no consigas apoyos, ¿vas a parar por ello? Sabemos lo que hay detrás de muchas administraciones y federaciones… Pero nuestro deporte no tiene culpa de ello, y el Voley debe estar por encima de todo, y hay que acercarlo al chico que está esperando conocerlo.
“Hay que salir de la zona de confort que nos rodea” Frase que suele usar el Licenciado en Educación Física Martin Schweighart (@marschver) y que refleja a la perfección lo que nos sucede. Nos acostumbramos a lo que nos rodea y preferimos, lo malo conocido que lo bueno por conocer. Y así nos va en algunas facetas…
Así que sal a la calle, sí sí, a la calle. Dejemos los pabellones por un momento y acerquemos nuestro deporte al viandante, y demuéstrales a los chicos de tu barrio, de tu ciudad, que el Voleibol también es un deporte que se puede practicar con los amigos en la esquina de tu domicilio, en el parque, en el recreo… No solo se puede dar patadas a un balón en las aceras de las plazas, también puedes disfrutar del Voley.
Reinvéntate con juegos y miles de acciones (te recomiendo Voleibol: alternativas y curiosidades de su personalidad de Pepe Díaz) y consigue que chicos y chicas, en un futuro inmediato, se adentren en los 81 metros cuadrados más increíbles de sus vidas, y entonces sí, que visiten el pabellón (si disponen de esa posibilidad) para su perfeccionamiento.
Pero no hagamos más fiestas del voleibol en pabellones, si es con la intención de conseguir adeptos, porque lo único que conseguiremos es que acuda el que ya lo conoce. Y ese, ya estaba enganchado.
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