Rafa Nadal y Novak Djokovic, dos ex números uno quedaron eliminados en la cuarta ronda de Indian Wells. Ni el manacorí ni el serbio pudieron acabar con el dominio de dos nuevos colonos, uno más sonado que el otro.
Lo cierto es que cuando las sensaciones en un tenista son del todo buenas, este tiende a sobreponerse a las adversidades, ya sean contrarias o propias, y levantarse. Este hecho no solo ocurre en personas jóvenes como Nick Kyrgios, sino también en aquellas más longevas, más cultivadas, más Roger Federer. Sí, en efecto, dos tenistas que parecieron estar en el olvido, han surgido en este 2017 y lo han hecho para quedarse en un buen lugar durante lo que resta de temporada.
Sin embargo, puede que sea complicado comparar a ambos chicos y ver las hazañas realizadas en esta pasada jornada, así pues, debemos analizar a uno y a otro, por separado, sin ver semejanza alguna. Uno, después, otro.
Un Kyrgios que huele a Agassi.
En efecto, son palabras mayores, pero merece la pena poder comparar a un chico como este con una leyenda de la calidad de Andre. Un joven alocado que tan solo desea pasarlo bien y que juega al tenis sin amarlo, nos recuerda a aquel señorito que se paseó por las pistas durante los ochenta y los noventas y merodeó, de vez en cuando, durante los primeros años del milenio. Nick ha comenzado a hacer historia, sobre todo después de haber eliminado en dos ocasiones en lo que va de año al ex campeón de todo lo tangible en el mundo de la raqueta.
No es para nada casualidad que esté situado como uno de los posibles candidatos más jóvenes a alcanzar el número uno de planeta, muy a pesar de que no todos lo vean como tal. Siendo totalmente sinceros, únicamente con observarle en pista unos minutos, podrán denotar que lo que se les cuenta es totalmente cierto, siempre y cuando la cabeza le aguante en su lugar y no se marche por su cuenta por otro…
Roger is back.
No nos cansaremos de decirlo. Es más, quién sabe cuántas veces habremos dicho que Federer volvería, y que volverá y que ha vuelto, y que se marchará, y volverá y… En fin, ha vuelto a hacerlo. No sabemos muy bien cómo un cuerpo de tales características, con tanto sacrificio a sus espaldas, puede seguir bregando por las mejores pistas del deporte. Ni creo que lo sepamos. En cualquier caso, el más laureado de la historia del tenis suma ya un Grand Slam, el único disputado este año, y sigue en busca de adentrarse nuevamente entre los primeros del Top 10.
Su andada en esta disciplina es cuanto menos memorable, aunque siempre quedan y quedarán pinceladas que la harán legendarias. Una de ellas será la sucedida esta pasada madrugada española, en la cual, en los sueños de todos se colaron pesadillas de todos los colores posibles. Se colaron pesadillas de derrota, pesadillas de confirmación de que lo de la final de Australia fue realidad y no ficción; pesadillas de que en una hora y diez minutos nuestro estandarte volvía a caer, otra vez, a manos del ‘Maestro’.
Bueno, y ahora, una vez descritos, ¿qué mas queda por decir? Pues es simple, no queda nada. No, a diferencia de otras ocasiones, no queda nada porque el resto está por escribirse. Como suele decirse, ‘hasta aquí puedo leer…’, ya que el resto es vuestro, es de los analistas, es del mundo tenístico. El resto no es más que un aliciente más de una jornada que dio y dará de qué hablar de aquí a que alguno de los dos marquen este deporte.
Imagen: For The Win.
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