Hoy se cumplen 365 días desde la marcha de Sergio Egea del Real Oviedo. Tras hacerse oficial esta decisión, el club entró en una turbulenta situación que hoy en día parece estar olvidada.
Era un día cualquiera de marzo. Una jornada más de trabajo en las instalaciones deportivas de El Requexón. Aún aflora aquel recuerdo de un 14 de marzo de 2016 lluvioso en la capital de Asturias. Pero, aquel día, el centro de todas las miradas iba a ser Sergio Egea. El que era entrenador del Oviedo y tenía al equipo tercero con 46 puntos, más un ascenso, presentaba su dimisión. El oviedismo se quedaba boquiabierto y los problemas empezaban a crecer. La dimisión provocó una ruptura entre la afición y algunos jugadores, algo que desembocó en nueve derrotas en los últimos trece partidos. De ser terceros se pasó a acabar en la novena plaza la temporada.
Como ven, no eran buenos tiempos para el Real Oviedo. Pero hoy, 14 de marzo de 2017, las cosas han vuelto a cambiar. Se ha dado la vuelta a la tortilla. Esa situación, que parecía insostenible, ya ha finalizado. En el Oviedo reina el buen rollo, la felicidad, la sensación de saber que están en la lucha por los puestos nobles de la tabla. De hecho, un año después, el Oviedo tiene los mismos puntos que hace 365 días (46), pero mantiene una mayor distancia con el séptimo clasificado. Esta temporada son seis, la pasada era tan solo uno.
Y, lo más importante, es que afición y equipo vuelven a ser uno. Ya no hay malos rollos con nadie. El Carlos Tartiere es una fiesta cada vez que su equipo juega en casa, lo cual es muy positivo, ya que los oviedistas encadenan cinco triunfos de forma consecutiva en los partidos en su feudo. Y eso se agradece. Porque jugar ante un público entregado motiva a ir a por cada pelota, a por cada partido, a no darse nunca por vencido y remontar ante el rival más peligroso (Cádiz) o a incrustar en la red un cañonazo desde la frontal en el último minuto (Getafe).
Máxima ilusión en el Oviedo
Y es que en el oviedismo ilusiona mucho este nuevo proyecto, que arrancaba el pasado verano con la contratación de Fernando Hierro como técnico de la primera plantilla. Bien es verdad que no todo ha sido felicidad, recordemos esos meses de incertidumbre fuera de casa, pero también es cierto que el equipo se ha levantado en los últimos encuentros. Ya son seis puntuando de manera consecutiva, lo cual ha permitido que se asienten en los puestos de playoff de ascenso a Primera División.
Hace un año terminó lo que muchos oviedistas consideraban parte de su historia, de la historia del club. Hace 365 días se fue el que es, posiblemente, el entrenador más querido en los últimos años. Pero hoy, las cosas se ven desde otra perspectiva que aquellos meses de marzo, abril, mayo y junio de 2016. Hoy el Oviedo y el oviedismo mira al futuro más próximo con ganas, con la ilusión de poder festejar, por qué no, el ascenso a la élite de nuestro fútbol. Queda mucho, pero todos van a una. La afición confía y el equipo es consciente de la dificultad que entraña el acabar en los puestos nobles de la clasificación. Próxima parada, Vallecas.
Imagen destacada: laliga.es
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