Tras la llegada de Pepe Mel al Deportivo, el equipo coruñes ha conseguido 8 puntos de los últimos 12 posibles.
Una de las premisas que Pepe Mel repitió durante su rueda de prensa, fue que llegaba para transmitirle ilusión a un equipo que parecía que se había olvidado de jugar al fútbol con desparpajo a pesar de la calidad de sus futbolistas y más preocupante aún, que había perdido la motivación de luchar hasta el final cuando el resultado no acompañaba.
Sin duda, teniendo en cuenta los últimos resultados obtenidos por el club gallego, Pepe y sus ayudantes, han sido el revulsivo que necesitaba la plantilla blanquiazul para poder dejar atrás los puestos de descenso y ofrecerle a su afición un poco de tranquilidad de cara a las próximas jornadas.
El Dépor cuenta con futbolistas de gran calidad, como han demostrado en numerosos encuentros, pero cabe destacar que la falta de motivación o de confianza personal, estaba contribuyendo a su bajo rendimientos en el campo, algo que con la llegada de Mel cambió considerablemente a las pocas horas de ponerse al mando equipo, como es el caso de Pedro Mosquera que había pasado de ser un titular indiscutible la temporada pasada a convertirse este año en un fijo del banquillo mientras estaba como técnico herculino Gaizka Garitano.
Esta notable mejoría se hizo patente en el primer partido disputado en la jornada 25 por los gallegos frente al Atlético de Madrid desde la llegada del entrenador madrileño en donde consiguieron un valioso empate que se complementó con la victoria ante el Sporting de Gijón, uno de los rivales directos por la permanencia, el empate en tiempo de descuento ante el Betis o la increíble victoria de los gallegos frente al Barcelona por 2 a 1 en la jornada de ayer, lo que le ha permitido a los gallegos ocupar la décimoquinta posición de la tabla de clasificación con 8 puntos sobre el Granada que marca a día de hoy el descenso.
El Dépor volvió a demostrar sus ganas de jugar al fútbol, de no dar un partido por perdido y de luchar por conseguir un resultado favorable hasta que el colegiado pite el final del partido, y algo muy importante, volver a ilusionar a la afición que reclamaba a sus futbolistas que pusieran la garra y las ganas necesarias para salir de los puestos a borde del descenso.
Tal y como afirmaba el nuevo técnico deportivista ayer en la rueda de prensa tras el partido con el Barcelona el equipo se siente capaz de todo, de ganar a quien se le ponga por delante, porque los jugadores han recobrado la confianza en sus posibilidades a nivel individual y colectivo, ya no se sienten inferiores al rival y pelean por los partidos desde el minuto 1 hasta el tiempo añadido por el colectivo arbitral.
La próxima jornada de liga, depara el derbi gallego entre el Deportivo y el Celta en el Estadio de Riazor correspondiente a la vigésimo octava jornada de Liga y que será una nueva oportunidad de brindarle a la afición un nuevo triunfo como el cosechado ayer ante el Fútbol Club Barcelona.
Foto vía: www.lavozdegalicia.es.
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