8 de Marzo del 2017, Barcelona, España, estadio Camp Nou. Día y lugar en el que se gestó una de las remontadas mas inverosímiles que se recordarán en este fabuloso deporte. Pero, ¿que sucedió realmente?
Es inobjetable que hoy el mundo del fútbol ha quedado en completa perplejidad, el Barcelona logró una hazaña que para muchos parecía imposible, y lograron hacerle frente a la adversidad demostrando porque en este deporte se hacen las distinciones entre un equipo grande y uno de talla chica.
Hoy tenemos que agradecer que somos parte de la historia, vivimos y recordaremos el día en el que el FC Barcelona remontó un marcador como ninguno lo había hecho en la historia de ésta extraordinaria competición (Champions League), y es que, de estas hazañas se han escrito las paginas doradas de los equipos que han marcado una época. El Barcelona nos ha regalado una muestra de coraje y ambición, de grandeza. La historia se ha encargado muchas veces de enseñarnos que en el fútbol no hay imposibles, y con el equipo catalán como protagonista, está no sería la excepción.
¡Bendito Fútbol! Dirían algunos, y es que es algo que hemos escuchado tantas veces que parecería un tanto repetitivo. Pero hoy, con seguridad puedo decir que hemos contemplado uno de los momentos que sin duda nos han marcado a todos los que amamos este maravilloso deporte. Y será algo que siempre recordaremos, porque recordaremos el día en el que el equipo de Luis Enrique alucinó y conmocionó a propios y extraños.
Dicho lo anterior dejo en claro que son estos partidos los que me hacen amar cada día más este hermoso deporte. Ya que son estos momentos los que me llenan de emociones y agradezco poder disfrutar. Por desgracia, si así podemos decirlo, no me gusta quedarme ahí. Amó y respeto demasiado el juego como para conformarme con un análisis tan ambiguo y común. Y en una perspectiva propia y personal me atrevo a decir que lo sucedido en Barcelona fue mas un conjunto de errores que terminó por complementarse con los aciertos de un belicoso equipo blaugrana.
No voy a darle protagonismo al arbitraje como muchos quieren hacer, porque sería quitarle responsabilidad a lo que fue un anodino, gris y timorato equipo del PSG. Desde el primer minuto el equipo de Unai Emery nos demostró que no estaba listo para encarar un juego de semejante magnitud. Si bien el equipo francés llegó a España después de haber goleado en la ida con una ventaja de 4 goles, me parece absurdo e incluso mediocre haberse dado el lujo de cederle tanto terreno e iniciativa a un equipo como el Barcelona.
Desde lo ocurrido en el Parque de los Príncipes aquel 14 de Febrero del 2017, la mayoría, y me incluyo, comenzamos a especular cuales serían los distintos escenarios que se le podrían presentar al FC Barcelona, desde una posible nueva humillación hasta la posibilidad de lograr la tan ansiada remontada. Las cosas estaban claras, si el equipo parisino jugaba como en la ida, los catalanes tendrían una mínima oportunidad de lograr la hazaña. Sin embargo no todo estaba perdido, y los futbolistas del Barcelona lo sabían, mientras existiera 1% de esperanza había que tener 99% de fe.
La cita llegó, el escenario era idóneo para que el club catalán en su estadio, y ante su gente soñara con lo imposible. Los dirigidos por Luis Enrique llegaron con la primicia de tener todo que ganar y nada que perder y sabían, que una remontada los elevaría hasta lo mas alto, anímica y futbolisticamente. Por el otro lado estaba el conjunto parisino, que sabía que era el momento de dar un golpe de autoridad y candidatearse como uno de los máximos aspirantes al titulo mas ansiado a nivel de clubes.
El juego inició y poco a poco fuimos testigos de un partido que si bien fue épico, también se torno un tanto extraño. Como dije anteriormente, hablar solo del arbitraje sería restarle importancia a lo que consiguió el club catalán y mas aun sería quitarle la responsabilidad al equipo francés. Sin embargo, me parece que muchos coincidimos en que el conjunto de errores tanto arbitrales como del PSG, sumados a la garra e ímpetu blaugrana marcaron el rumbo del partido. Es entendible que la mayoría de los equipos respeten a un club como el Barcelona, pero de eso a tenerles miedo, eso si me parece lamentable. Y miedo es lo que tuvo el equipo de Unai Emery, ya que en largos y amplios lapsos del partido se vio a un equipo que mas que intentar salir a buscar ese ansiado gol de visitante, intentaba mas bien no perder la ventaja con la que llegaba al encuentro.
Si a lo anterior le sumamos los penosos errores arbitrales, nos topamos con una desastrosa y estrepitosa derrota francesa. Si bien la victoria del club español no es culpa del arbitraje, me parece que la duda y la polémica quedarán ahí. Solo quiero agregar que el fútbol es de momentos, y son esos momentos los que terminan por levantar o sepultar a un equipo. Y en este caso fueron esos errores los que marcaron los momentos mas importantes del encuentro. No voy a indagar demasiado en cada una de las jugadas polémicas, solo me queda decir que esos errores humanos como a muchos les gusta decirles fueron un envión anímico en los momentos justos para el equipo Blaugrana. Y si aunado a esto le sumamos el ímpetu de un equipo que se apego a su filosofía ganadora tenemos como resultado una remontada para la historia.
Al final del día habrá muchos que se quedarán con la épica remontada del Barcelona, otros tantos pensaran que fue un “robo” histórico, pero yo no, yo me quedo con un partido memorable que lamentablemente quedara manchado por decisiones arbitrales no del todo claras. Porque penosamente hoy se sigue hablando del arbitraje más que de la propia hazaña. Y es que después de este partido fue inevitable no recordar aquel 7 de Mayo del 2009, ese día en el que el mundo fue testigo del famoso escándalo de Stamford Bridge.
Con lo antes mencionado, me sorprende leer algunos comentarios donde el crédito absoluto se le da al Barcelona, claro, entiendo que tanto el club como sus jugadores son extremadamente mediáticos, y es mas fácil para muchos, alabarlos, que realmente analizarlos por temor a sufrir el desprecio de los lectores. No le quito el merito al club español, pero como dije anteriormente, fue un conjunto de aciertos y errores de todos los involucrados.
Solo me queda decir que como seguidor y amante de este deporte, espero el día en el que el Barcelona logré un juego épico, de esos a los que nos tiene acostumbrados, pero solo pido que lo haga sin verse envueltos en la polémica arbitral una vez más. Por que aunque pareciera que no, si se puede, y el ejemplo mas claro de esas famosas noches mágicas de la Champios League las podemos encontrar en aquella famosa remontada del Manchetser United ante el siempre poderoso Bayern Munich, o incluso con aquel Glorioso Liverpool regresando de un marcador adverso ante el Milan de Kaka‘. Y no es que siempre se le reste merito al club catalán, sino que la polémica se ha vuelto una tendencia en muchos sus últimos partidos. Se que muchos me tacharan de madridista o anti barcelonista pero no es así, solo digo lo que pienso y lo que veo.
Agradezco y valoro lo vivido en Barcelona, y solo creo que en este deporte tenemos que aprender a vivir con la polémica, pero también debemos aprender a ser un poco mas objetivos. Porque a mi entender, no siempre el que gana es el mejor, ni el que pierde el peor, creo que siempre hay más. Y en conclusión, me parece que al final de todo, en orden de importancia directa, el PSG anduvo muy mal, el arbitro estuvo mal y el FC Barcelona lo hizo muy bien. Sin duda todo esto tenía que conjugarse para darse un resultado de tal magnitud. Creo que el Barcelona nos ha dado una gran lección, y esa es que nunca tienes que darte por vencido, ya que siempre hay que luchar no importando el entorno o las adversidades. De igual manera el PSG nos demuestra que así como en la vida, nunca tenemos que salir a no perder, siempre hay que buscar ganar, porque si lo que quieres es no perder, terminas así, perdiendo.
Fuente de imagen destacada: televisadeportes.com
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