El Real Madrid fue capaz de remontar una desventaja de -18 puntos en menos de 6 minutos, pero no le sirvió para ganar en el “Infierno Turco” del Abdi Ipechi ante un público entregadísimo a su equipo, un Galatasaray que tiro del más que acertado Jon Driebler en el final del partido, para sumar una victoria más en su feudo.
Durante los dos primeros minutos, ambos equipos demostraron estar muy acertados en los lanzamientos a canasta y no solo desde zonas intermedias, sino también desde el perímetro de 6,75m donde sumaron algo más de 15 triples entre ellos. Pero lo que sí se pudo ver fue a un Madrid algo más “aletargado” de lo normal, sobre todo en la toma de decisiones en finales de posesión, donde casi siempre Sergi Llull llevaba la responsabilidad y el peso de las mismas, cosa que los turcos pudieron y supieron aprovechar. Con ambos parciales en el marcador de un 25-20 y un segundo cuarto con un 24-26 favorable para los madridistas, todo quedaba abierto para la segunda parte, se llegó al final de la primera con un 49-46.
Al inicio del tercer cuarto el Madrid no sufrió un “desplome” defensivo, sino más bien una mala toma de decisiones y tiros muy precipitados, junto con el bajo acierto y malos porcentaje de cara al aro, lo que condenó a los pupilos de Pablo Laso. Ante esta situación los jugadores del Bósforo, espoleados por un público que no cesaba de animar, liderados por dos jugadores como Austin Daye desde el perímetro y un Tibor Pleiss colosal en el juego interior, hicieron que los Ergin Ataman dispararan su ventaja a un 65-50 y llegar con un +18 al final del tercer cuarto.
El Madrid parecía muerto, pero si algo tiene este equipo es calidad y sobre todo jugadores que pueden hacer cambiar la dinámica de un partido en pocos minutos. Tal fue, que cuando el Real Madrid se puso el “mono” de trabajo y comenzó una remontada, donde el joven Luka Doncic fue el artífice de la misma, bien secundado por un Llull y un Anthony Randolph enérgico y concentrado hasta colocar al equipo blanco 80-81 a falta de menos de 5 minutos para el final del partido. Pero de nuevo una mala selección de tiros y precipitaciones en el ataque condenaron todo el trabajo hecho anteriormente, sumado a un Galatasaray que no perdió la cara al partido y sumaba con asombrosa facilidad, hicieron que de nuevo y a falta de un minuto para el final el marcador estuviera de nuevo con ventaja para los Otomanos, con un corto 87-84.
El equipo blanco tuvo la posesión para poder forzar la prórroga, pero Ergin Ataman estratégicamente prefirió que Llull fuera frenado con falta personal antes de que pudiera plantearse lanzar un triple, conocedor de su habilidad para estos lanzamientos. El base blanco erró el primero y el segundo, a pesar de capturar el rebote ofensivo, Doncic falló el lanzamiento a canasta y así acabo el partido.
Un esfuerzo encomiable de los blancos que no les sirvió, sino para morir a la orilla del Bósforo.
Ficha técnica
GALATASARAY (25+24+24+14): Guler (6), Koksal (10), Dayel (20), Micov (12) y Pleiss (8) -quinteto titular-, Fitipaldo (-), Tyus (10), Arar (4) y Diebler (17).
REAL MADRID (20+26+14+24): Draper (6), Llull (10), Maciulis (2), Reyes (-) y Ayón (10) -equipo inicial-, Rudy (8), Carroll (11), Doncic (13), Randolph (16), Hunter (8) y Taylor (-).
ÁRBITROS: Luigi Lamonica (ITA), Petros Papapetrou (GRE) y Marko Juras (SER).
INCIDENCIAS: Partido de la 24 jornada de la fase regular de la Euroliga disputado en el Abdi Ipekci Arena de Estambul ante 11.875 espectadores.
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