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Le Classique es de París

Magistral despliegue de fútbol francés

El domingo se jugó el clásico francés entre el Olympique de Marseille y el París St. Germain en el Orange Vélodrome. No cabía ni una mosca en el estadio, encendido para una fiesta que acabó siendo completamente Parisiana. Una noche para la historia, con seis goles espléndidos, pero solamente uno para los de casa. Los de la capital hicieron cinco goles para ascender en la tabla en busca del Mónaco en la cima.

Volvió el mago Pastore

El partido tuvo novedad desde el inicio ya que por primera vez desde septiembre empezó el Argentino Javier Pastore. Este jugador es pura fantasía y un placer ver en una cancha de fútbol. Y hoy se deslumbró. Valió la pena esperar tantos meses por verlo. Después del primer gol, que vino por medio de balón parado y un remate de cabeza de Marquinhos, llegó una jugada magistral del PSG. Tocaba entre líneas Marco Verratti para Javier Pastore y este acaricia la pelota sutilmente sin mirar a donde iba su pase dejando solo a Cavani que levantó su tiro levemente sobre el portero de Marsella. La forma en que lee la jugada Pastore es de genio puro, no había tiempo de nada y con un simple toque a su espalda entra habilitado el uruguayo Cavani. Este la termina para seguir como máximo artillero de Europa con 26 goles. Desde allí empezó a amenazar el Olympique con buena gestión de juego y varios disparos de Dimitri Payet, jugador estelar de los locales. Pero no fue suficiente y se acabó el primer tiempo con dos goles de ventaja para los dirigidos por Unai Emery.

En el segundo tiempo olió sangre el París y culminaron otra jugada excelente que incluyó una rabona de Pastore y un taco de Matuidi, finalizada por Lucas Moura con un toque cambiado y suave. Después se volcó por la banda Munier y mandó un centro para el recién entrado Draxler que había sustituido a Pastore. El alemán anotó en tan solo su segundo contacto con el balón para el cuarto de la noche. El estadio no paró de apoyar pero estaban viviendo una pesadilla los de Rudi García que venían en una racha positiva antes del partido. Trataron de responder con un gol por medio de Rod Fanni pero acabó siendo un gol simplemente de consuelo porque de allí empezó el show de Verratti. Este mediocentro aventó paredes en el área de pura diversión hasta que se canso y luego se la dejo a Matuidi para que el francés clavara el último gol en el ángulo. Una jugada hermosa para un partido hermoso, del calibre del partido que le dieron al Barcelona en el Parque de los Príncipes. Emery está satisfecho con el trabajo de su equipo, pero no celebró ningún gol como el acto de magia de Pastore. Volvió el flaco para desparramar defensas con gambetas y pases perfectos, para garantizar una victoria en el clásico francés.

Marcador final, Olympique Marseille 1, Paris St. Germain 5

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