En Fórmula 1 siempre debe producirse una conjunción entre el piloto y el propio coche, para así poder sacar el máximo partido al coche y así poder luchar por conseguir la mejor posición posible. Dicho esto, hay ocasiones en las que las cualidades del piloto se encuentran muy por encima de las del coche.
Se podría diferenciar varias etapas de la carrera de un piloto en las que se puede dar esta situación. Al principio de su carrera, por lo que suelen ser equipos pequeños que sirven como formación, hasta que se da el salto a un equipo mayor y en los que no terminar las carreras es algo normal. Algunos de los casos más claros de pilotos al inicio de su carrera en los que se daba esta situación son el de algunos como Nelson Piquet, que en sus dos primeros años en F1 (temporadas 78 y 79) con el equipo Brabham-Alfa Romeo, apenas consiguió puntuar y sin embargo, en las siguientes temporadas con motor Ford consiguió un subcampeonato y campeonato.
Nikki Lauda en sus primeras temporadas corrió la misma suerte que Piquet con los equipos March-Ford y BRM (temporadas 71 y 72), hasta dar el salto a Ferrari donde obtuvo sus dos primeros mundiales. Otro caso sería el de Nigel Mansell, en sus inicios en F1 con el equipo Lotus (Temporadas de 80 a 84), que más tarde pasaría a equipos grandes como Williams y Ferrari en los que tendría un coche competitivo.
Aunque el caso más evidente podría ser el de Ayrton Senna, que estuvo a punto de conseguir una victoria con un coche de final de parrilla como era el Toleman en el GP de Mónaco de 1984. Esto se hizo muy evidente dado su gran rendimiento las siguientes temporadas en Lotus, hasta que paso al equipo McLaren en el que conquisto sus tres títulos mundiales.
Otra situación en la que se podría ver como las cualidades del piloto pasan desapercibidas, es al final de su carrera, en la que ya no encuentran asientos en equipos de la parte alta de la parrilla. En esta situación se suele a grandes campeones como Graham Hill, que en sus últimas temporadas en F1 corrió para equipos como Brabham, Shadow, Lola o incluso en su última temporada corrió para su propio equipo, Hill, en los que los resultados fueron muy discretos, e incluso en muchas ocasiones no conseguían ni clasificar para poder participar en las carreras. La misma suerte corrió Emerson Fittipaldi, que tras dejar McLaren en la temporada 75, comenzó a correr en su propio equipo, Fittipaldi, en el que también obtuvieron unos resultados poco destacables.
En las últimas temporadas todos los aficionados a la F1, han podido presenciar un caso como el de Fernando Alonso, que tras ganar dos mundiales, con su vuelta a Renault y ahora a McLaren ha obtenido unos resultados pobres, sobre todo para equipos tan grandes, que no le han permitido luchar por el título debido a los problemas de rendimiento de dichas escuderías.
Aunque también hay ocasiones, en las que todo un heptacampeón como Michael Shumacher tras retirarse, volvió a la F1 unos años después para apoyar el nuevo proyecto del equipo Mercedes, que aunque en sus primeras temporadas obtuvo unos resultados bastante discretos en las últimos temporadas han sido tan exitosos.
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