Análisis Más Deporte Voley

El ataque en voleibol. El vuelo hacia la gloria

El remate es la más poderosa arma de ataque de un equipo. Una acción compleja y muy difícil de aprender, por ello es necesario proporcionarle suficiente tiempo y dedicación en cada entrenamiento.

Si analizamos con detenimiento las diferentes acciones que se suceden en cada jugada (recepción, colocación, defensa, …) todo se desarrolla para que la misma se culmine en un ataque en las mejores condiciones posibles. Se trata que el rematador disponga de muchas variantes posibles, para dirigir el balón hacia los espacios o lugares donde la defensa contraria se vea incapacitada para defenderlo.

El remate se efectúa después de una carrera o batida, golpeando la pelota a una altura que rebase el borde superior de la red. Y no es mejor aquel jugador que disponga de un buen salto y potencia en su golpeo, sino el que se adapta a los condicionantes de la jugada (pase de un compañero, bloqueo y defensa contraria, etc), consiguiendo solventar las adversidades y alcanzado el éxito en la misma.

Sobre la forma de cómo posicionar el cuerpo en relación a la red, a la hora de llevar a cabo la batida en un remate por zona 4 hay muchas opiniones al respecto. Aunque la más compartida y por tanto habitual, se trata de iniciarla con el cuerpo mirando hacia la zona 5 del campo contrario para, con la misma dirección de la carrera, podamos atacar el balón a la diagonal larga, y con un giro de muñeca o cuerpo, conseguir que el balón se dirija hacia la diagonal corta e incluso un remate en línea. Y es que, si entramos rectos hacia la red y queremos atacar la diagonal corta o larga, el balón no puede ser golpeado con la misma fuerza y precisión que actuando de la forma explicada, por tanto, salvo grandes jugadores, nos haría atacar siempre sobre la línea.

Si el ataque lo realizamos por zona 2, la inercia de lo explicado anteriormente, nos haría pensar que debemos entrar rectos hacia la red, pero cada vez se comprueba más que, con un poco de entrada en diagonal, es decir, con el cuerpo mirando hacia la zona 1 contraria, conseguimos mejores resultados.

A esto hay que sumarle, que cuanto más hacia el exterior sea puesto el balón por el colocador (evidentemente, sin sobrepasar las varillas), mejores opciones de ataque dispondremos por al menos dos razones fundamentales:

  1. Mayor probabilidad de acierto al atacar, al encontrarse la línea de pista lateral de la zona 5 contraria más alejada. Es decir, se puede atacar más plano sin el peligro de que se nos marche fuera.
  2. Y que desplazamos a mayor distancia al bloqueo contrario, por lo que el central llegará en muchas ocasiones tarde a cerrarlo.

Todo lo que estamos hablando, se refiere a un jugador diestro. Si nos referimos a un zurdo, deberíamos actuar de forma contraria a la hora de realizar la batida por cada zona de la red.

En el próximo capítulo dedicado al remate, hablaremos de la secuencia de pasos en la batida. Mientras tanto, deja tus impresiones al respecto y comparte lo que realizas en tu equipo. Tu opinión y tus métodos, hace crecer nuestro deporte.

Foto: voleyplus

Síganme en @DanielLpezBerla y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo y en la cuenta dedicada al voleibol @Voley_SA, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: @sextoanillo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *