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Un último brindis por The Truth

Paul Pierce saludaba a su afición antes del comienzo del que sería su último partido en el TD Garden de Boston. Lo hacía disfrutando de su séptima titularidad del curso, un pequeño homenaje que le brindó su entrenador, el ex de Boston Doc Rivers.

El público del Garden sacaba las cámaras de fotos para inmortalizar el momento, y pancartas en las que se incluía a Pierce en el Monte Rushmore de la historia céltica, junto a Havlicek, Russell y Bird.

Pero el nuevo rey estaba en el pabellón, e Isaiah Thomas salió motivadísimo ante el otrora líder de los Celtics, anotando dos triples y forzando tres tiros libres para nueve puntos antes del primer tiempo muerto de Doc Rivers (15-6 a 7:03 del final del primer parcial). El tiempo muerto lo usaron el público y el propio Pierce en demostrarse el amor que se han profesado desde hace dieciocho años, desde que un joven jugador de Los Angeles se puso la zamarra verde para llevarla de nuevo al lugar que le corresponde.

Pero el baloncesto debía continuar, ya con Pierce sentado en el banco (solo disputó cinco minutos de juego) con lágrimas en los ojos, mientras el Garden seguía ovacionándolo ya con el balón en juego. En pista empezaba a funcionar el veloz juego de ataque de los de Boston, ante unos Clippers sin Paul y sin alma. Sin su base titular, este equipo es ramplón, ataca sin criterio y con un único objetivo, que el balón llegue a Griffin, que subió la pelota en muchas fases del encuentro.

Se sentaba a 1:41 del final del primer cuarto Isaiah Thomas con 13 puntos y la solvencia hecha carne, puesto que tras dejar a su equipo con la máxima hasta ese momento del partido (29-14) veía desde el banco un parcial de 0-5 para el 29-19 del final del primero.

Con los suplentes, Boston mantuvo el tipo los primeros minutos de la reanudación, pero no ajustaron bien al llegar a esquinas para puntear los tiros, y en una ráfaga de acierto por parte de los Clippers, Brad Stevens tuvo que pedir tiempo muerto tras dejar marchar la diferencia y dejarla en +4. Después del tiempo muerto volvía a golpear con fuerza Jamal Crawford, el mejor de su equipo en la despedida de Pierce, que se adueñaba del partido con varios unos contra uno seguidos terminados en suspensiones imposibles, hasta que Boston se conectó al filo del descanso para conseguir un parcial de 8-2 y dejar el marcador nueve arriba (56-47 al descanso).

En el regreso a pista, y tras un intercambio de canastas entretenido, Rivers paraba el encuentro, que no cambiaba en lo esencial y mantenía a los Clippers diez puntos abajo. Ante los tres primeros fallos en el tiro durante ese cuarto, Isaiah Thomas se puso a distribuir el balón y encontró en su rival la misma deficiencia que en su equipo: llegar a puntear en las esquinas. El cuarto concluía con una canasta de Crawford tras alcanzar la máxima del partido a favor de Boston (+18), dejando el marcador en 81-65 en el descanso entre cuartos.

Nada más empezar el último parcial, y con toda la grada volcada en su leyenda, y gritando a Rivers “¡We want Paul!”, Jerebko dio el susto al chocarse frontalmente contra Brown, teniendo que dejar el partido. Los Clippers intentaron acercarse, pero a diez del final salió a pista The King in the Fourth y comandó al equipo con varias penetraciones terminadas o bien en canasta, o bien en falta personal, llegando a los últimos diecinueve segundos con una ventaja de seis puntos (105-99). Rivers pedía tiempo muerto y tras dibujar la jugada en su pizarra, el balón llega a Griffin abierto y fallaba el triple. DeAndre Jordan cometía una falta pero todo el mundo se había puesto de pie en el Garden. Rivers había llamado a Pierce que se preparaba para entrar en cuanto Horford tirara el primer tiro libre. Fue Griffin el sustituido, y el Garden se vino abajo. El balón, tras subirlo Rivers, era para Pierce, que ante la nueva estrella de Boston, lanzó un triple que besó la red ante la alegría de todo el pabellón. El partido concluyó como Pierce hubiera querido, con un canastón suyo y con victoria de los Celtics (107-102). Terminaba así un día especial, un día en el que todo aquel que tenga el corazón verde habrá llorado y cantado el último tiro de Paul Pierce en su casa, el Garden de Boston, tal y como se celebró el MVP de este extraordinario jugador que hace dieciocho años entraba por vez primera en su casa y que nunca se ha llegado a ir. Gracias por todo Paul. Gracias por enseñarnos La Verdad.

Celtics 107

Isaiah (28), Brown (11), Crowder (11), Johnson (13), Horford (13).

Green (2), Olynyk (13), Smart (13), Rozier (3).

Clippers 102

Rivers (5), Redick (6 ), Pierce (3), Griffin (23), Jordan (6)

Mbah-A-Moute (2), Johnson (7), Crawford (23), Felton (16), Speights (11).

Resto de la jornada

Toronto 103-95 Brooklyn

Foto: ESPN

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