Creo que, a dos horas de finalizado el encuentro, Zeljko Babic sigue dándole vueltas a la cabeza intentando descifrar el rotundo varapalo que su selección, la croata, ha padecido hoy en el AccorHotels Arena de la ciudad del Sena. Dos tremendos golpes en dos días seguidos —ayer fue Noruega y hoy Eslovenia— que han debido hacer mucho daño en la expedición comandada por Ivano Balic.
Corría el minuto 44 de partido, y la cara de Veselin Vujovic era un auténtico poema. Croacia, por medio de Zlatko Horvat colocaba un 19-26 que casi sentenciaba el partido, y no porque Eslovenia lo estuviera haciendo mal, sino porque en el 40×20 de Bercy los de Babic eran superiores.
Era Marko Bezjak —a la postre MVP del partido— quien abría el marcador para los eslovenos, pero pronto sería Croacia quien aprovecharía las dudas de sus paisanos balcánicos para ponerse por delante gracias a las buenas finalizaciones del extremo Manuel Strlek. La primera línea eslovena chocaba una y otra vez con la defensa y únicamente Gasper Marguc mantenía las esperanzas de los de Vujovic. Croacia necesitaba reivindicarse tras el el golpe bajo del día anterior y no consentía a los eslovenos acercarse demasiado. Domagoj Duvnjak hacía de maestro de ceremonias y repartía juego para que Luka Sebetic y Luka Cindric rompieran la defensa eslovena batiendo a un poco acertado Matevs Skok. Los croatas daban la sensación de tener controlado el partido y marcaban diferencias llegando al final del primer acto con un claro 13-18 que dejaba diáfano el camino hacia el bronce.
Veselin Vujovic se había retirado a los vestuarios bastante molesto con la actuación de los colegiados españoles Sabroso y Raluy, debido a algunas decisiones discutidas por el banquillo esloveno. El inicio de la segunda mitad no pintaba bien para Eslovenia y un 2-4 de parcial aumentaba la renta croata a siete goles que hacía demasiado daño a las huestes dirigidas por Bezjak. Pero en deporte nada es matemático y, por ello, Eslovenia nunca dejó de creer en sus posibilidades, si bien, los croatas, convencidos de su superioridad se dejaron ir y Eslovenia comenzó a crecer y creer en un final feliz. El trabajo del pivote Blaz Blagotinsek y el dinamismo de Bezjak, junto a la buena actuación del portero Urban Lesjak llevaban a Eslovenia a 2 goles de diferencia a cinco minutos del final. Parecía que la pólvora croata se había mojado pues en doce minutos tan solo eran capaces de marcar 2 goles. En el último minuto el marcador reflejaba empate a 30 goles y era Borut Mackovsek quien daba la puntilla a una Croacia que no creía lo que estaba viendo, tras haber tenido la presea de bronce prácticamente en sus manos. Desolación absoluta en los de Babic y explosión de alegría de los eslovenos que con un juego brillante en los últimos 20 minutos del encuentro se encontraban con un premio absolutamente merecido.
Ficha Técnica:
Eslovenia (13+18): Skok y Lesjak; Blagotinsek (3), Henigman (2), Marguc (4), Kavticnik (1), Janc (2), Donelec (2), Cingesar (4), Poteko, Gaber (3), Grebenc (3), Bezjak (4), Zarabek (1) y Mackovsek (2).
Croacia (18+12): Stevanovic y Pesic; Duvnjak (4), Stepancic (1), Gojun, Matulic, Horvat (4), Kontrec (1), Mandalinic (1), Sterlek (6), Musa, Mamic (1), Sebetic (5) y Cindric (7).
Marcador cada 5 minutos: 3-2, 4-6, 7-9, 8-11, 10-14, 13-18 (descanso); 15-20, 16-24, 20-26, 23-27, 27-29 y 31-30.
Árbitros: Oscar Raluy y Ángel Sabroso (ESP). Excluyeron a Nik Henigman y Borut Mackovsek por Eslovenia, y a Domagoj Duvnjak, Zlatko Horvat y Zeljko Musa por Croacia.
Incidencias: Partido por el tercer y cuarto puesto disputado en el AccorHotels Arena de París, ante 8.625 espectadores. Al finalizar el encuentro, los eslovenos recibieron sus respectivas medallas de bronce. Marko Bezjak fue elegido MVP del encuentro.
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