Análisis

Los brotes verdes maduran en los Celtics

Los Boston Celtics han vivido un año 2016 vibrante, repleto de rumores de grandes fichajes y comprobando, con ilusión, la evolución de sus jóvenes talentos. El equipo más laureado de la NBA afronta el futuro con esperanzas fundadas de volver a convertirse en un serio aspirante al título.

La franquicia de Massachusetts comenzaba el año con un equipo joven, aún sin la obligación de medirse de igual a igual con los gigantes de la liga. Con una ambición sin límites y una evolución que ha sorprendido a propios y extraños.

La progresión de los Orgullosos Verdes les permitió terminar la temporada pasada con la mejor marca (48-34) desde el lock out (2011-12) y pudieron enfrentarse de tú a tú a los Atlanta Hawks, en la primera ronda del play off. Sin embargo, la ventaja de campo resultó decisiva y el veterano conjunto de Georgia conseguiría el pase con cierta claridad (4-2).

El comienzo de la temporada 2016-17 ha confirmado los pronósticos de mejoría del joven conjunto de Brad Stevens. Desde Bean Town han resonado con fuerza los nombres de los artífices más destacados del resurgir de esta histórica franquicia, atrayendo otra vez la atención de los grandes aficionados al baloncesto.

Danny Ainge, el trabajo en la sombra

La figura del polifacético General Manager de los Celtics, que formara parte del mítico quinteto del Sweet Sixteen, ha hecho correr ríos de tinta en las secciones deportivas de los grandes medios estadounidenses.

Danny Ainge con el título de Campeón de la NBA, en 2008. (Photo by Jim Rogash/Getty Images)

Desde su elección como Directivo del Año en 2008, gracias a la construcción del último equipo campeón que ha visto el Garden, sus crípticos movimientos entre bambalinas han suscitado no pocos chistes. Aún así, el de Eugene ha conseguido poner de su parte incluso a los más escépticos.

En su haber cabe reconocer los aciertos en las contrataciones de Brad Stevens, Isaiah Thomas o Jae Crowder, aunque aún se sigue esperando que consiga la guinda que remate el proyecto, después de las sonadas calabazas de Kevin Durant.

Sus complicadas elecciones en el draft han deparado algunos fracasos, como la  decepción cosechada con James Young (nº7). Aunque convendría estar al tanto de la evolución de Jaylen Brown. El sorprendente nº 3 de la última camáda de jóvenes llegados a la liga, que atesora unas condiciones atléticas innatas para este deporte.

Brown se ha destapado como un jugador tremendamente competitivo (Foto: Boston Herald)

El joven alero de los Golden Bears  parece haberse adaptado a la perfección al equipo y a la dureza de la competición, y se espera que evolucione para ser bastante más que un generador de highlights.

Brad Stevens, el arquitecto

En 2015 llegaba hasta Nueva Inglaterra un joven y serio chico de Indiana. ¿Qué podía ir mal en la casa donde una vez reinó un desgarbado muchacho de French Lick?

Pues realmente nada ha truncado la senda del otrora exitoso técnico de Butler quien, a pesar de sus credenciales, se tuvo que enfrentar a una profunda reconstrucción y al pésimo recuerdo que dejó Rick Pitino en la memora colectiva del Garden.

Brad Stevens da órdenes a un atento Isaiah Thomas (Foto: nba.com)

El año pasado se presentaba, sin embargo, como una gran oportunidad para refrendar sus buenas maneras como entrenador y no ha defraudado en absoluto, convirtiéndose en uno de los referentes de la liga en los banquillos.

Espíritu de superación

Ningún jugador ha encajado mejor con la fanática grada céltica que Isaiah Thomas. Demasiado pequeño, ninguneado en el Draft de 2011 (puesto 60º), y expulsado por protestar en su primer encuentro con la camiseta verde. El propio jugador relataba a Player´s Triubune ( www.theplayerstribune.com/isaiah-thomas-celtics-boston-letter ) su llegada a la franquicia y  la premonitoria frase con que le recibió un preparador físico de los Celtics.

Isaiah Thomas está sorprendiendo a toda la NBA (Foto: AP Photo/Chris Carlson)

Empezó el curso sorprendiendo a propios y extraños, hasta hacerse con un puesto en el All Star, y ha celebrado la Nochevieja rompiendo muchos de los registros históricos de la franquicia, en poder de inquilinos ilustres del Hall of Fame.

El base de Tacoma se ha convertido en el máximo anotador de la Conferencia Este y un serio candidato al MVP.

La primera estrella

Después de dos años erráticos para la franquicia, jugar en el mítico parqué del Garden había perdido todo el encanto para los agentes libres más codiciados. Sin embargo los movimientos de Ainge y el prestigio de Stevens están consiguiendo dar la vuelta a esta penosa situación.

Al Horford ha sido el fichaje estrella del verano en los Celtics (Photo by Chris Schwegler/NBAE via Getty Images)

La llegada de Al Horford ha supuesto la confirmación de los Celtics como destino apetecible para los jugadores más ambiciosos, y la labor del pívot dominicano como reclamo para otras estrellas (no obstante la negativa de Durant) parece el complemento perfecto a sus habilidades en la cancha.

Puntos, rebotes e intimidación, sumados a una extraordinaria capacidad para comprender el juego han potenciado la capacidad del equipo, siendo junto a Thomas el jugador al que más echa de menos el equipo de Boston cuando no puede contar con su presencia.

Un equipo sólido

A pesar de los protagonismos individuales, el éxito del conjunto de Massachussetts reside en el trabajo en equipo, tanto en defensa como en ataque. Siendo uno de los equipos que más asistencias ha repartido por partido durante 2016, conformando una sólida escuadra de gladiadores.

Bradley y Crowder son la viva imagen del trabajo de equipo (Foto: celticshub.com)

Por lo tanto, no se puede obviar el incansable esfuerzo de jugadores fundamentales como Avery Bradley (uno de los mejores defensores de la NBA). El escolta del estado de Washington ha mejorado sustancialmente su tiro exterior y su ayuda en el rebote.

También la aportación de compañeros con un físico a la altura de su enorme espíritu de sacrificio, como Jae Crowder y Marcus Smart. Con el alero de Villa Rica asentado en el quinteto inicial, la evolución de Smart durante este año ha sido más lenta aunque siempre constante.

Con todos estos alicientes, el año recién concluído ha devuelto la ilusión a la incansable afición de los Celtics. Llevando a las canchas americanas un baloncesto de equipo, con un ritmo eléctrico y un juego atractivo para el gran público. Para el 2017 se espera que los chicos de Stevens sigan progresando y sean un duro contendiente en el play off.


Foto destacada: nba.com

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