El Nàstic de Tarragona hizo oficial ayer que aceptaba la dimisión presentada por el ya ex-entrenador Vicente Moreno al presidente de la entidad Josep María Andreu. Ambos, y en compañía del director deportivo Emilio Viqueira, han escenificado la ruptura esta mañana en rueda de prensa.
Los acontecimientos se precipitaron en la madrugada del 23 de diciembre cuando, el técnico de Massanassa, Vicente Moreno solicitaba una reunión urgente con el presidente para presentar su dimisión. Tanto la directiva como los aficionados y medios de comunicación locales se vieron sorprendidos por esta decisión del valenciano, a tenor de las declaraciones de ambas partes en diferentes fases de la temporada, en las que dejaban claro que unos no lo iban a destituir y que continuaría como máximo responsable de la primera plantilla grana y por parte del entrenador que jamás dimitiría por verse fuerte para revertir la delicada situación deportiva que atraviesa el conjunto tarraconense.
Muchas han sido las especulaciones y rumores que se han vertido estos días sin decisión final. Algunas fuentes aseguraban que la dimisión de Moreno se producía por la intención del club de prescindir del preparador físico Raúl López, que a la postre también ha dejado el club. Otras versiones comentaban que Vicente Moreno no sentía la confianza de varios pesos pesados del vestuario después un encontronazo con un jugador al ser sustituido en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey en Vitoria ante el Alavés, en el que el Nàstic perdió 3-0 y certificó su eliminación de la competición de KO. Más allá de las consecuencias de este choque con un jugador, mucho se ha hablado del pique es si. Fuentes cercanas al club aseguran que tuvieron que ser separados para no llegar a las manos, mientras que, allegados al técnico, aseveran que fue un calentón del jugador por ser sustituido en minuto temprano y que no llego a ser más que eso.
Diferentes y más diplomáticos han sido los motivos que ha esgrimido Vicente Moreno en la rueda de prensa celebrada esta mañana en la sala de presa del Nou Estadi de Tarragona. Según sus propias palabras, ha hecho un ejercicio de responsabilidad viendo que la situación del Nàstic, lejos de mejorar, había empeorado bastante en el último mes. Aun creyendo en sus posibilidades de dejar al Nàstic una temporada más en categoría profesional, cree que es necesario un cambio para relajar la tensión que tanto está perjudicando estas últimas fechas al cuadro grana.
Ya entre lágrimas, ha agradecido al presidente, cuerpo técnico, jugadores y afición el trato recibido en estos tres años al frente de la primera plantilla tarraconense, teniendo palabras especiales para su amigo y director deportivo del Nàstic Emilio Viqueira.
Vicente Moreno llegó hace tres años a Tarragona como revulsivo de un equipo hecho para jugar el play-off de ascenso a Segunda División y que, a falta de una vuelta por jugarse, estaba en mitad de tabla a 10 puntos de los puestos de privilegio. Una segunda vuelta espectacular con 10 victorias seguidas hicieron que los granas se clasificaran para el play-off donde cayeron en la final ante el Llagostera en un partido de dramático recuerdo para la afición grana. La temporada siguiente fue aun mejor, siendo líder del grupo 3 de Segunda División B casi toda la temporada y subiendo en la eliminatoria de campeones frente al Huesca de manera aplastante. La temporada de regreso al fútbol profesional fue inmejorable estando toda la campaña peleando con los de arriba y terminando la temporada en tercera posición, lo que le permitió jugar el play-off de ascenso a Primera donde cayó ante Osasuna. Vicente Moreno se ha convertido en uno de los mejores entrenadores de la historia del club y se va con el mismo señorío que ha demostrado en toda su estancia en Tarragona.
Las necesidades deportivas del club no han permitido hacer mucho duelo y, por la tarde, el club hacía oficial la contratación de Juan Merino como nuevo entrenador del Nàstic. Merino dirigirá mañana su primer entrenamiento que será el de la vuelta de vacaciones para los jugadores. Todo parece indicar que Xisco Muñoz seguirá siendo el segundo entrenador y que Jordi Abella, hasta ahora en el fútbol base, será el preparador físico.
Juan Merino (La Línea de la Concepción, 1970) es viejo conocido de Viqueira, con el que coincidió en el Xerez, donde debutó en los banquillos haciendo las veces de segundo entrenador, no obstante, ha pasado casi toda su carrera en los banquillos del Betis, tanto del filial como del primer equipo en calidad de interino, al que sacó del descenso en varias ocasiones pero sin contar con la confianza suficiente para tener un proyecto propio. En la entidad grana confían en su experiencia en estos casos apurados para sacar adelante al equipo.
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