El fútbol es para algunos un juego y para otros una forma de vida. Hay quien lo usa como negocio o lo sigue como ideología. Llega a considerarse una pasión e incluso puede llegar a representarse como una religión.Forma parte del mundo actual, de la sociedad de masas que todo lo envuelve. Está presente en cualquier parte del mundo y tras él, hay intereses ocultos. Unos pocos lo utilizan como instrumento de poder. Un poder para hacer dinero, controlar y manipular.
En medio de todo estamos los aficionados, que en mas o menos medida sabemos que el fútbol de hoy en día es una maquina de hacer dinero para las grandes marcas y multinacionales.
Todo esto comenzó aproximadamente en el año 94, tras la celebración del mundial de fútbol de Estados Unidos, país que hasta entonces poco sabia de este deporte y que sirvió para traspasar fronteras que el deporte del balompié aun no había explorado. Esto no pasó desapercibido para las grandes marcas de ropa deportiva y la multinacional Nike, que hasta entonces se dedicaba casi exclusivamente al Basket, decidió rodar un anuncio publicitario con los jugadores de la selección de Brasil en un aeropuerto que dejó a todos los espectadores boquiabiertos con las peripecias de estos astros mundiales del balón. Fue ahí cuando empezamos a notar que algo estaba cambiando…
Merchandising
Llegaron las botas de fútbol de colores, las camisetas personalizadas con nombre y dorsal propio para los jugadores, el merchandising se disparaba sin control y las marcas vieron como aparecía la gallina de los huevos de oro.
Las firmas de ropa deportiva de los equipos y selecciones no solo se encargaban de mejorar las prendas de juego, sobre todo a la vista del consumidor, si no que también empezaron a comercializar cualquier prenda de entrenamiento o incluso de paseo.
Las multinacionales no se lo pensaron y comenzaron a publicitarse en las camisetas de todos los equipos del mundo firmando contratos millonarios, contratos que también los propios jugadores firmaban también por “fichar” por una determinada marca. Esto hizo que comenzara a “quebrarse” la igualdad entre unos equipos y otros debido a que cuánto más astros tenia un determinado equipo, más dinero generaba y más poder iba consiguiendo.
Incorporación de mercados asiático y árabe
La masiva llegada de dinero a este deporte debido a su altísimo caché en ganancias por la publicidad hizo que poco a poco se convirtiera en objeto de deseo respecto a consumo en países asiáticos o árabes , que vieron una oportunidad de generar ingresos muy grande y que como podemos observar a día de hoy, no han desaprovechado ni magnates del petróleo ni multimillonarios asiáticos dueños de grandes empresas.
Ya existen clubes muy importantes que tienen por nombre de su estadio a su patrocinador, como por ejemplo el Manchester City, Arsenal o Bayern de Múnich y que en próximos años se espera que otros equipos se sumen, como por ejemplo el Atlético De Madrid, que para el año que viene se traslada de feudo y recientemente anunció su nuevo nombre, Wanda Metropolitano, siendo Wanda uno de los grandes activos del club y que posee una gran cantidad de acciones del mismo.
Pero claro, esto es bueno para los clubes, o para los dueños de los clubes, que como empresa que hoy en día son, ven aumentados sus beneficios, pero que al aficionado no gusta tanto ya que limita mucho la “claridad” del juego con la que antes se contaba, debido a los intereses ocultos que hay tras cada partido.
Cada vez vemos a mas equipos que hacen su pretemporada lejos de nuestro país, buscando vender la marca del club y también embolsarse grandes cantidades de dinero, así como jugar partidos amistosos en parones navideños o de selecciones a miles de kilómetros.
Otro problema que acarrea todo este círculo del dinero del cual muchos aficionados se quejan en las últimas temporadas es de los horarios, que buscan mas contentar a los espectadores televisivos de estos países anteriormente citados, que a los propios espectadores del directo, esos que durante toda la vida han acudido a su estadio y que cada vez mas, ven un problema poder asistir a un partido de su equipo por los horarios casi anormales que a veces ponen, por no hablar del precio de las entradas, que normalmente suele ser abusivo.
Repartos televisivos
Gran parte de los ingresos de los clubes de las principales ligas de fútbol, son por los derechos de retransmisión de los partidos, que pagan inconmensurables cantidades de millones de euros por retransmitir las grandes ligas, es por esto que gran parte de los horarios y de los movimientos de los clubes sean “obligados” por los que vulgarmente hoy en día los aficionados llamamos “Los dueños del fútbol”, que no son otros que las televisiones.
El papel de los medios
El fútbol se difunde por los medios de comunicación. La información deportiva, en ocasiones tiene mayor relevancia mediática que la política. El consumo masivo de información deportiva provoca una clara desinformación en otros aspectos.
¿Quién tiene la culpa de todo esto? Los dueños de los medios y la gente que consume este periodismo.
Los medios son tan poderosos que fijan los temas a debatir. Además las opiniones contrarias a esto al ser minoría, son silenciadas por la masa, por ello también se puede hablar de espiral del silencio en torno al fútbol. La gente debería tener conciencia de la situación, preocuparse por saber la verdad y tratar de informarse, decidir los temas que le interesan por sí misma y dejar de ser masa.
El fútbol es un negocio, que reporta grandes beneficios. Por eso tantas empresas se introducen en él. Los valores deportivos han sido sustituidos por criterios mercantiles y los jugadores son productos para comerciar. Los futbolistas son una especie de gladiadores, que se dedican a entretener al pueblo. El aficionado es un simple espectador sin posibilidad real de respuesta.
Cada vez son mas los que añoran ese fútbol puro, bonito y sin un trasfondo oculto. Cada vez somos mas los que gritamos…
¡¡¡NO AL FUTBOL NEGOCIO!!!
Fuente imagen destacada: elfutbolesinjusto.com
Fuente imágenes interiores: lajugadafinanciera.com y soychile.cl
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