Análisis

2016, año de cambios para un irregular Elche CF

Es momento, debido a las fechas en que nos encontramos, de hacer balance de este 2016 que llega ya a su fin. Sin embargo, es necesario remontarse al verano de 2015 para entender  lo acontecido en la primera mitad de año para el Elche CF, para saber el porqué del Elche en Segunda División.

Un trágico verano 

El Elche había terminado la temporada 2014/2015 decimotercero, con una diferencia de seis puntos con el equipo que marcaba el descenso, el Eibar. Pero la mala gestión del que por aquel entonces era presidente, José Sepulcre, que causó el impago de varias cuotas a la Agencia Tributaria y la incapacidad para arreglar la situación de quien le sustituyó en el cargo, Juan Anguix, hicieron que se castigase al club con el descenso a Segunda, lo que supuso la permanencia del Eibar. En el seno de la afición ilicitana quedó el sentimiento de que se había sido injusto con el Elche, ya que se abonó la deuda antes del final de la temporada 2014/2015 y en ningún momento se tomaron medidas contra los dirigentes, los auténticos causantes del problema.

Posteriormente, un Consejo de Administración liderado por Juan Serrano Raya se hizo cargo de la gestión del club formando una Junta Gestora. Gracias a la actuación de la Junta se evitó que el equipo bajara a Segunda División B mediante una búsqueda de fondos para el Elche, que pudo así evitar el que habría sido el segundo descenso administrativo en apenas 35 días.

El Elche se veía en Segunda (y gracias) con un equipo confeccionado en apenas unos días, pues el grueso de la plantilla de la anterior campaña se marchó del club, y con un nuevo técnico, que venía de trabajar en las categorías inferiores del Valencia y se estrenaba en el puesto de primer entrenador en un equipo profesional, Rubén Baraja. El futuro era de lo más incierto para la entidad ilicitana.

El inicio de una nueva etapa

Damos un salto adelante en el tiempo y comenzamos, ahora sí, el resumen de lo que ha sido para el Elche este 2016.

Tal y como estaban las cosas era difícil marcar un objetivo al equipo, de hecho, un mensaje que se repitió en varias ruedas de prensa a comienzos de la temporada pasada era que el Elche no se marcaba objetivos. Y es que era difícil, tras el traumático verano por el que atravesó el club, determinar si el conjunto ilicitano debía conformarse con la permanencia, objetivo para el cual se vio que el Elche estaba sobradamente preparado, o si debía fijarse una meta más ambiciosa e intentar meterse en puestos de play-off.

Tras coquetear con los puestos de promoción de ascenso a mitad de campeonato y conseguir encadenar nueve partidos sin conocer la derrota, el Elche atravesó una mala racha al final de la competición y no pudo sumar ni una sola victoria en los últimos ocho partidos. Terminaba el Elche la temporada en la decimoprimera posición -a siete puntos de entrar en play-off y diez por encima del descenso- con 13 victorias, 18 empates y 11 derrotas.

Muchas caras nuevas y un viejo conocido

Llegaba el verano y todo apuntaba a que algún “primera” se llevaría al que había sido el pichichi de la categoría de plata, Sergio León, que anotó 22 goles -de los 40 que marcó el equipo la pasada campaña- y fue de una importancia incalculable para el Elche. Y así fue, el recién ascendido Osasuna se hacía con los servicios del jugador cordobés.

El Elche tuvo que te afrontar un total de 19 bajas, entre las que se encontraban, además del ya mencionado Sergio León, jugadores como Espinosa, Álex Moreno, Héctor e Ilie. Por si todo esto no era suficiente, también había que fichar a un nuevo entrenador, ya que Baraja decidió no aceptar la oferta de renovación debido a su falta de confianza en el proyecto deportivo del Elche.

Desde el club se buscaba un entrenador de perfil económico, y Alberto Toril fue el elegido.  Con él llegaron, entre otros, Javier Matilla, Álex Fernández (con quien había coincidido en su etapa en el Real Madrid Castilla), Pablo Hervías y un viejo conocido para la afición ilicitana, Nino.

En busca de la regularidad

Finalizamos el resumen del año del Elche con un balance de lo que ha sido la primera mitad de la actual temporada.

En la presente campaña el conjunto franjiverde se sitúa décimo con 19 puntos -7 victorias, 5 empates y 7 derrotas- tras la victoria ante el Reus en la jornada 19. Por el camino ha intercalado algún buen partido con otros (la mayoría) en los que ha sido incapaz de superar a sus rivales, con un juego basado en posesiones que no crean peligro al contrario, falto de ideas y sin actitud.

La buena noticia para el Elche es que Nino, de quien se podía pensar que era un mal fichaje debido a su edad (36 años), ha demostrado que aún tiene mucho fútbol en sus botas y hace bueno cada balón que toca. Junto a él, otros jugadores a destacar son el extremo Hervías, el meta Juan Carlos y los centrocampistas Dorca y Matilla. Muy mal se le tiene que dar al equipo ilicitano para no mantener la categoría un año más.

La mala es que basta con ver un solo partido del Elche para darse cuenta de que le falta control del juego, le cuesta crear jugadas de peligro y necesita mayor seguridad en defensa para encajar menos goles. El Elche carece, en resumen, de cualidades de equipo grande que le den opciones de colocarse en los primeros puestos. Muestra una irregularidad que, por otro lado, es muy propia de la mayoría de equipos de Segunda.

El Elche se encuentra por primera vez desde hace mucho en una etapa de estabilidad institucional. Si consigue algún regalo navideño en forma de refuerzos en el mercado invernal y hace buenos partidos con mayor frecuencia, es posible que consiga meterse en puestos de play-off y evitar así lo que, de otro modo, parece que será una larga travesía en la zona media de la clasificación.

Imágenes vía: La Liga

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