Análisis

Una montaña rusa de 366 días

El año del Real Oviedo ha tenido varios altibajos que bien podrían parecerse a una de las atracciones más demandadas por el público en todo parque de atracciones.

Como si se tratase de una montaña rusa. Así podríamos explicar el año del Real Oviedo. Los 366 días (este año ha sido bisiesto) del equipo carbayón bien podrían parecerse a una ‘W’. Es decir, el Oviedo empezó arriba, bajó, volvió a subir y a bajar y el propósito para este 2017 es asentarse de una vez por todas en lo más alto de ese último palito de la ‘W’.

El pasado mes de enero, el Oviedo vivía una de las etapas más felices y fructíferas de este siglo. Los azules volvieron al fútbol profesional por la puerta grande, y se fueron de vacaciones en la tercera posición, en la que comenzaron el año. La afición era optimista, el sueño del ascenso parecía muy real. El mes de enero, que debo recordar que fue muy duro, se solventó a la perfección. El Real Oviedo encadenó 12 semanas sin perder, el mejor aval para decir estamos aquí, somos candidatos a subir.

Sergio Egea, el día de su adiós. Imagen vía “eurosport.es”

Pero a mediados del mes de marzo, el cuento comenzó a entrar en un capítulo de terror. Sergio Egea tuvo una dura discusión con alguno de sus futbolistas en un entrenamiento. Parecía una simple discusión, pero fue la gota que colmó el vaso, y el entrenador decidió irse. Desde ese momento, desde ese día, la separación entre afición y equipo comenzó a agrandarse. El club se puso inmediatamente a buscar un sustituto de garantías. Los nombres comenzaron a salir, pero finalmente fue Generelo, que se había retirado en diciembre de 2015, el que asumió el mando.

El Oviedo de Generelo cuajaba en casa, donde mostraba una buena imagen y ganaba, pero flojeaba fuera. Los malos resultados lejos del Carlos Tartiere comenzaron a alejar la posibilidad de ascenso. En la recta final de la temporada, el Oviedo llegó con opciones de jugar playoff, pero dos derrotas, frente al Leganés en casa y al Zaragoza fuera, acabaron por truncar el sueño. Y si eso no fue suficiente, el Oviedo de Generelo despidió la temporada ante los suyos con una contundente derrota frente a Osasuna, que acabaría subiendo. Los navarros se metieron en playoff después de vencer por 0-5 en el Tartiere. El sueño se había roto, el cuento acabó en tragedia. El equipo bajaba el primer palito de la ‘W’.

Los futbolistas de Osasuna celebran uno de los goles. Imagen vía “diariodenavarra.es”

Nada más finalizar la temporada, Generelo abandonó el club, al igual que muchos jugadores, entre los que estaba el capitán, Diego Cervero. Posiblemente, su marcha fue la que más dolió. El verano se presentaba movidito, y la primera noticia fue la llegada de Fernando Hierro al club. El malagueño era el elegido para hacerse con las riendas del equipo e intentar subir a Primera División.

Fernando Hierro, durante un entrenamiento. Imagen vía “futbol.as.com”

El Oviedo de Hierro echó a andar el 11 de julio, con sesiones de mucha carga física. Los aficionados estaba muy ilusionados ante la nueva temporada, una ilusión que se multiplicó por mil cuando, a finales de agosto, el club anunciaba de forma oficial la vuelta de Michu. El asturiano, el hijo pródigo, el más deseado, volvía al equipo de su vida, y la afición lo recibía con los brazos abiertos.

La temporada arrancó mal. Los azules perdían por 1-0 en el primer encuentro, pero a partir de ahí, las sensaciones comenzaron a mejorar. En la segunda jornada, el Oviedo estrenaba su casillero de puntos después de vencer al Almería por 2-0. Tras varios partidos de incertidumbre, el Carranza marcó un punto de inflexión. Otra vez en Cádiz. Tras ese encuentro, el Oviedo iba a encadenar siete semanas sin perder, resultados que le permitieron ascender hasta la segunda plaza. El conjunto asturiano volvía a lo alto de la ‘W’.

Pero al igual que el Carranza fue un punto de inflexión para bien, El Alcoraz lo fue para mal. Después de haber encajado siete goles en 13 partidos, convirtiéndose en una de las mejores defensas de Europa, el equipo de Fernando Hierro caía por 4-0 ante el Huesca. Un partido que pareció ser un bache, ya que en la semana siguiente, los azules doblegaban al Levante en casa. Pero el bache se convirtió en una realidad cuando el Alcorcón le endosaba al Oviedo un contundente 5-1. Una semana después, otra vez en casa, los azules vencían por 1-0 al Nástic, pero dos derrotas consecutivas, frente a Zaragoza y Córdoba, obligan a los azules a pasar las Navidades fuera del playoff. Otra vez en la parte baja de la ‘W’.

Linares celebra con Michu el gol de este frente al Levante. Imagen vía “bahiainternacional.es”

Ahora, el Oviedo se centra en el 2017, y en la posibilidad de volver a subir  a lo más alto de la ‘W’ y dejar de ser una montaña rusa que suba y baje. Es decir, los azules quieren quedarse arriba y brindar allá por el mes de mayo/junio la vuelta a la Primera División. El oviedismo cree en el equipo. Hay motivos para ello, y sabemos que se lo van a dejar todo en el campo por lograr el objetivo.

¡Feliz Navidad! ¡Hala Oviedo! ¡Puxa Uviéu!

Imagen destacada: realoviedo.es

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