En aproximadamente unas horas tendrá lugar en el Scandinavium Arena la gran final del Campeonato de Europa de balonmano femenino que se está celebrando en Suecia desde el pasado día 4 de diciembre. Noruega y Holanda optan a llevarse el oro que las convertiría en las reinas de Europa, Noruega que ya conoce las mieles del triunfo y Holanda que aspira a arrebatarles el cetro.
Dos escuadras que destilan belleza balonmanística por todos sus poros y que están enamorando al mundo entero con un juego veloz, brillante, concreto y fácil, con una esencia magistral de lo que debe ser la interpretación de nuestro deporte, sin alardes ni pócimas complejas, simplemente mostrando las bases de un deporte que algunos llevan a complicar en demasía y, que en este mundo, tan complejo a veces, se agradece cómo estos dos conjuntos hacen fácil lo que parece difícil.
Holanda camina firme y compacta hacia el olimpo del balonmano internacional, con seriedad, trabajo y una enorme calidad, pero las valquirias noruegas siguen comandando su espacio, ese que desde hace años dominan con autoridad, con elegancia suprema y saber, pero que en algún momento, alguien les sustituirá. Es ley de vida, son ciclos, pero no dudamos que el trabajo que desarrollan ambos países en pos de la excelencia en nuestro deporte, seguirá dando esos frutos tan maravillosos de los que hoy podemos disfrutar.
Brevemente, ya que el tiempo se nos echa encima, vamos a hacer una pequeña comparativa de los sietes titulares de ambas escuadras, de esas jugadoras que en pocas horas explotarán con la alegría de conseguir el cetro europeo, o lamentarán no haber podido hacerlo. Sea cual sea el resultado final, es obligatorio dar la enhorabuena al balonmano en general y a estas dos magníficas selecciones en particular. Mucha suerte o, como se dice en el mundo de las escena, ¡mucha mierda artistas!
Las porterías de las selecciones finalistas estás guardadas por dos jugadoras claves en este europeo. La holandesa Tess Wester ha demostrado su calidad con un 33% y una capacidad fantástica para interpretar el contraataque. Por parte escandinava, una Silje Solberg, que no contaba demasiado en los JJOO de Río, hasta el punto que fue Katerine Lunde quien acompañó a Kari Aalvik Grimsbo, ha realizado unos números espectaculares, llegando a un fabuloso 43%.
En el extremo derecho tenemos por parte holandesa a Debbie Bont, la zurda que “ha apartado” a Angela Malenstein. La extremo ha firmado un espectacular 72% de efectividad. Amanda Kurtovic, dueña y señora se esa posición en Noruega, también se ha situado en un 68% muy llamativo.
En la posición de lateral derecho, aparece por los Países Bajos la zurda Laura Van der Heijden, una jugadora que lleva una progresión espectacular, y que con un 48% ha mantenido la titularidad en el grupo de Thomsen. La gran Nora Mork, una de las más determinantes del balonmano femenino, ha sido capaz de marcar el 53% de acierto en las redes contrarias.
En el centro del ataque, dos de las posiblemente mejores centrales del planeta, Cornelia Nycke Groot, que se han encumbrado en este Europeo como, a mi humilde entender, la mejor central, y diría que jugadora del concierto internacional. La del Györi húngaro deja para el recuerdo un 67% de acierto con su magistral brazo derecho. La menuda de estatura pero enorme de mente, Stine Oftedal, ha conseguido un buen 49% nada fácil para sus características, lo que la convierte tras Groot en una firme candidata al All Star final.
Estavana Polman, la dueña del lateral izquierdo holandés, si bien ha actuado también con mucho acierto en el extremo izquierdo, nos ha regalado con goles llenos de fuerza. Jugadora algo heterodoxa en la interpretación de la gestoforma clásica del lanzador a distancia, pero su 59% deja a las claras que es una de las elegidas. Por parte de Noruega una de las jugadoras más completas del universo balonmanístico, que no es otra que Veronica Kristiansen. La rubia valquiria es una gran defensora, juega casi todos los minutos, interpreta como pocas el contraataque y, además, nos deja un 62% al alcance de muy pocas.
En el extremo izquierdo, la naranjita Michelle Goos se marca un 55% que, para un extremo, es un porcentaje considerable. En las de Hergeirssson, una de las grandes en esa posición, la habilidosa, veloz y sonriente Camilla Herrem, una de las extremos más significativas que hoy podemos disfrutar. Sus lanzamientos de habilidad son un disfrute único. Nos deja un 74% espectacular con lo que queda todo dicho.
Y para finalizar, en el pivote dos jugadoras a las que les ha costado llegar al zenit, y ciertamente, en este torneo, lo han conseguido. Yvette Broch, otrora a la sombra de Danick Snelder, despuntaba casi únicamente en labores defensivas. Pero la baja por maternidad de Heidi Løke en su club, el Györi, ha confirmado que la holandesa es muy rentable en la línea de los seis metros. Que una jugadora alcance un 81% de efectividad se acerca a lo óptimo, e Yvette lo ha conseguido. Pero si vamos a las filas noruegas nos encontramos con la misma situación, ya que la ausencia de la gran Heidi Loke ha propiciado que Marit Frafjord, siempre segundona y, como Broch, limitada a tareas defensivas, nos haya sorprendido con un espectacular 88%, algo francamente muy complicado de conseguir.
Así, pues, estamos a las puertas de una final que aspira a convertirse en la mejor de las últimas ediciones del balonmano femenino, llámese JJOO, Mundial o Europeo.
Lean estas líneas, coman con tranquilidad, tómense su cafelito, incluso regálense con una cabezadita que vendrá muy bien a los que la noche pasada se les haya echo un poco larga, y despierten a las 17:45 h. para disfrutar de un bello deporte en su máxima expresión.
¿Quién se coronará como reina de Europa? El espectáculo está servido, no se lo pierdan.
Imagen destacada: EHF EURO 2016
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