Opinión Psicología Deportiva

Presión en los derbis y cómo gestionarla

Este fin de semana es el Atlético de MadridReal Madrid. Y vamos a reflexionar sobre cómo es el afrontamiento de los jugadores de cara a un derbi. 

Los derbis no sólo se juegan un día sino que se quedan grabados para siempre en la historia. Es ese carácter tan trascendental el que hace que las expectativas puestas en ambos equipos sean demasiado altas. La prensa habla de quién llega y quién no, analizan, especulan, comentan y sobre todo añaden un puntito más a la escala de presión que ya conforman las aficiones, los directivos, los entrenadores…

El problema es que los derbis se han hecho tan extra relevantes que la presión ya no es sólo ajena al jugador sino que también es intrínseca a él. En una entrevista de La Voz de Galicia, Jonny Castro Otto hablaba del derbi gallego y añadía que “no es bueno que haya una motivación excesiva porque se vuelve en tu contra y te puede llegar a afectar muy negativamente”. El perfeccionismo, la necesidad de éxito o la percepción irreal de control pueden llevarnos a un querer y no poder.

Esta cadena de factores puede coger cada vez más fuerza hasta llegar a producir lo que se conoce como choking under pressure. Literalmente ahogarse bajo presión, un fenómeno que explica cómo en aquellos momentos en los que tenemos todos los recursos para conseguir un buen resultado en una competición (autoeficacia, expectativas de éxito, buena forma física, una estrategia clara), algo falla y  el rendimiento cae en picado. Precisamente un derbi, igual que la actuación de España en el mundial de Brasil, tiene todas las papeletas para ser uno de esos momentos.

Hay dos recomendaciones muy importantes y a la vez muy simples que nos pueden funcionar a la hora de afrontar un derbi para no caer en el choking o en la frustración que quizá viene como consecuencia.

En primer lugar, pensar que un derbi no es ni más ni menos importante que el resto de partidos. Tiene la misma finalidad y los mismos objetivos y por esa razón, tenemos que enfrentarnos a él de manera normal.  No podemos caer en la distinción ni en la prioridad. Y así como no debemos confiarnos de cara a un partido contra un rival importante, tampoco podemos planificar la temporada en torno a un solo encuentro.

Por otro lado, olvidarnos de los objetivos de resultado y enfocarnos en los objetivos de rendimiento. Teniendo en cuenta que los primeros nos hablan de la consecución de una meta determinada, en este caso ganar el derbi; y los segundos, son las mejoras en el rendimiento que hacen que podamos llegar a conseguir el resultado final: jugar bien, tener la posesión o generar más ocasiones de gol.

En realidad todo depende de nuestro criterio de éxito: si vamos con el discurso real de ser mejores que nosotros mismos, si lo conseguimos y además somos mejores que el contrario, todo será perfecto. Pero en cambio, si vamos con la idea de meterle una manita al rival y no llegamos casi ni a intentarlo, la frustración y el choking estará por las nubes.

En definitiva, gestionar un derbi es un asunto delicado porque sabemos que años después seguirán hablando de sus estadísticas para generar supersticiones de cara a los que vendrán. Pero apelando al Cholo, tenemos que abordar las temporadas “partido a partido” independientemente de quién sea el rival y principalmente, con el punto de mira puesto en el derbi madrileño de este sábado, no cargar de responsabilidad y presión a los  jugadores.

Entrevista de Jonny Castro Otto: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/gradario/2016/10/22/jonny-castro-otto-derbi-influye-cansancio-ganas-pesan-/0003_201610V22P42991.htm

Imagen destacada: futbol.as.com

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