No todos los estilos de póquer admiten la posibilidad de repóquer. Todo depende de la baraja puesta sobre la mesa, y si esta dispone del comodín o no. En todo caso, todos tenemos claro que la baraja rojiblanca sí dispone de ese comodín, esa carta que ante cualquier adversidad puede sacarse el conjunto entrenado por Ernesto Valverde de la manga.
Esa carta no tiene otro nombre que Aritz Aduriz, un jugador que, indiferentemente de la mano del rival, siempre será capaz de hacer que el bote de puntos se lo lleve su equipo. No tiene palo ni número, pero no le hace falta, porque ya los pone él: 5 en esta jornada.
El Athletic afrontaba el partido como una final. Colista de grupo, sus dolorosas derrotas contra el Sassuolo y el Genk habían creado muchas dudas en la parroquia rojiblanca, y era obvio que cualquier resultado que no conllevase 3 puntos más en el casillero se antojaba impermisible. El equipo era sabedor de que el partido no iba a ser nada fácil, y que no podía ser clasificado el rival como asequible, sobre todo tras lo visto en tierras flamencas.
Comenzaba el partido y el Athletic trataba de imprimir intensidad en el juego. La verticalidad de Muniain se conjugaba con la tradicional intensidad de Raúl García y del que a la postre sería protagonista Aduriz. Tal fue así, que los tres estuvieron implicados en los dos primeros goles. Entre los dos últimos se fabricaría el primer gol, después de que el navarro le dejase de un testarazo el gol en bandeja al donostiarra. Y tan sólo un cuarto de hora después, el propio Aduriz transformaría un penalti cometido sobre Muniain.
El encuentro ya estaba de cara para los locales, pero el Genk no se vino en ningún momento abajo y siguió demostrando que es un equipo con gran calidad, plasmada sobre todo en las botas de Bailey y de Pozuelo, incordios constantes para la zaga rival. También entre ellos dos se fabricaron el primer gol, cuando una pérdida de balón de Susaeta acabo con el sevillano habilitando al jamaicano para que batiera a Herrerín.
Sin embargo, cuando parecía que el Genk se venía arriba, un agarrón claro sobre Raúl García causaría otro penalti, y gracias a ese penalti Aduriz conseguía su trío particular. Apenas quedaba minuto y medio para el descanso, y parecía que la tranquilidad podía ser algo factible para el resto del partido.
Una vez reanudado el encuentro, los fantasmas que habían quedado atrás en Halloween reaparecieron en San Mamés, cuando de una falta cometida en tres cuartos de campo surgió el enésimo gol a balón parado que encaja el Athletic esta temporada. Centro medido al área y Ndidi se alzó por encima de todos los demás para cabecear a gol.
No conseguían finiquitar el partido los bilbaínos, y el runrún se hacía cada vez más sonoro en “La Catedral”. Por eso decidieron echar el resto de una vez por todas y a partir de entonces el dominio fue claramente local. Aduriz tuvo varias ocasiones de marcar, pero no fue hasta que un portentoso pase vertical de Yerai le dejo mano a mano contra Bizot, cuando pudo mostrar el póquer sobre el tapete.
¿Era definitivo este marcador? ¿Podían los aficionados estar ya tranquilos? El Athletic no es amigo de dar respuestas a este tipo de preguntas, y por eso Bailey hizo lo que quiso en la frontal del área para terminar cediendo a un Susic que establecería el 4-3.
Con un partido roto y un resultado tan extravagante, solo algo surrealista se podía esperar, y precisamente el colegiado pitó en el minuto 90 el tercer y último penalti de la noche, para que Aduriz cerrase un repóquer de dimensiones históricas en el Athletic.
Jamás un jugador rojiblanco había marcado 5 goles en competición europea, y tampoco en ninguna otra competición desde que lo hiciera Fidel Uriarte hace medio siglo. Está claro que mientras Aduriz esté en la baraja, la casa siempre gana, y si no lo hace, es porque el ariete se ha marcado un farol.
Ficha técnica
Goles: 1-0 Aduriz (7´), 2-0 Aduriz (24´), Bailey (28´), 3-1 Aduriz (44´), 3-2 Ndidi (50´), 4-2 Aduriz (74´), 4-3 Susic (79´), 5-3 Aduriz (+90´)
Alineación Athletic: Herrerín; De Marcos, Laporte, Yeray, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico, Susaeta (Williams), Raúl García (Eraso); Muniain (Sabin) y Aduriz
Alineación Genk: Bizot; Castagne, Colley, Brabec, Nastic (Walsh); Pozuelo, Susic, Ndidi; Bailey, Buffel (Trossard) y Samatta (Karelis)
Árbitro: Stefan Johannesson (Suecia)
Tarjetas amarillas: Susic (6´), Iturraspe (39´), Nastic (42´), Colley (43´), Pozuelo (87´), Ndidi (+90´)
Estadio: San Mamés
Imagen vía: As
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