La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) presidida por Alejandro Domínguez ha anunciado varios cambios que tendrán los equipos de la región para poder disputar los torneos internacionales a partir del 2019.
Una semana atrás se había anunciado que la Copa Libertadores masculina cambiaría su formato, se jugaría de febrero a noviembre, además que se ampliaría el número de participante. Ahora la Conmebol va por más y este viernes aprobó su nuevo reglamento de licencias de clubes.
Una de las principales novedades es que los equipos masculinos que disputen tanto la Copa Libertadores como la Copa Sudamericana como requisito principal para jugar tendrán que tener equipos femeninos que actúan en sus respectivos países.
Sin embargo esta nueva regla solo comenzará a ser válida desde el 2019. Así lo indica una parte del comunicado publicado por el organismo máximo del fútbol sudamericano.
“El solicitante deberá tener un primer equipo femenino o asociarse a un club que posea el mismo. Además deberá tener por lo menos una categoría juvenil femenina o asociarse a un club que posea la misma. En ambos casos el solicitante deberá proveer de soporte técnico y toda la equipamiento e infraestructura (campo de juego para la disputa de partidos y de entrenamiento) necesarias para el desarrollo de ambos equipos en condiciones adecuadas. Finalmente, se exige que ambos equipos participen en competiciones nacionales y/o regionales autorizadas por la respectiva asociación miembro”.
Los equipos femeninos, no pueden ser solo “decorativos”, teniendo que estar inscritos en las competiciones organizadas por las federaciones nacionales de cada país. “Finalmente, se requiere que ambos equipos participen de competiciones nacionales o regionales autorizadas por la respectiva asociación miembro”, revela el documento.
Cabe mencionar que todavía en algunas partes de Sudamérica el fútbol femenino es amateur por lo que no cuenta con el suficiente apoyo económico y social de su propia gente para que crezca este deporte.
Ha comparación del fútbol femenino europeo tiene muchos años de retraso y aunque de a poco van existiendo cambios estos han sido lentos y casi imperceptibles, es por eso que esta medida se toma con positivismo ya que se espera que sea solo uno de los grandes cambios para continuar con el desarrollo del fútbol femenino en Sudamérica.
Foto: Belén Quinatoa
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