Crónicas Fútbol Sala

Los rusos se sacuden el miedo y llegan a la final

Abramov persigue a Tayebi

Partido muy igualado el que se disputó en la primera semifinal del que ya se está llamando “Mundial de las sorpresas” donde una de las matagigantes, Rusia, venció por 4-3 en un partido igualado hasta el último segundo a la otra revelación del torneo, Irán. Los rusos se sacuden así la etiqueta de segundones que les acompañaba históricamente, tras vencer en cuartos a su particular “bestia negra”, España.

El partido comenzó con las precauciones clásicas de dos equipos que pugnaban por llegar, por primera vez en su historia, a la final de un Campeonato Mundial de la FIFA. Fue Éder Lima quien rompió las hostilidades con un curso magistral de juego de pívot a la clásica usanza. Recibió de espaldas una y otra vez, consiguiendo siempre salir, a derecha e izquierda. Sólo el acierto de Samimi evitó que Rusia se adelantase antes en el marcador.

Los iraníes se tenían que conformar con defender e intentar lanzar alguna contra por medio sobre todo de Esmaeilpour, aunque con escaso acierto. Plácidos fueron estos minutos iniciales para Gustavo: en el ecuador de la primera parte, Rusia acumulaba hasta siete disparos entre palos por cero de Irán.

El partido se detuvo durante unos minutos por una lesión de rodilla de Keshavarz, que tuvo que ser retirado del parqué en camilla. Esto dejaba, unido a las lesiones y sanciones anteriores, a sólo siete jugadores de campo disponibles. Una cifra que se antojaba ya como escasa viendo la fortaleza física de los rusos, cuya única baja era Rómulo, expulsado en el partido ante España.

Tras el parón obligado, los iraníes acusaron la baja de su capitán, momento que aprovechó Lyskov para recibir un balón a la media vuelta y clavarla en la escuadra derecha de Samimi desde 10 metros.

La mejor noticia para los persas radicaba entonces en que, pese al dominio abrumador de los rusos, sólo perdían de un gol y quedaba más de medio choque. Robinho pudo cambiar el curso del partido si hubiese acertado un mano a mano que picó con mucha intención, pero el balón se estrelló en el palo.

En una jugada aislada, el árbitro kirguí señaló una falta a quince metros a favor de Irán. Gustavo no colocó adecuadamente una barrera escalonada de dos hombres y el cañón de Esmaeilpour hizo el resto: chutazo con fuerza ajustado a la escuadra. Diez remates entre los tres palos para los de Sergey Skorovich por sólo uno de los pupilos de Seyed Nazemalsharieh. Pero el marcador, ajeno a los datos, reflejaba un empate a uno, y dejaba todo por decidir para la segunda mitad.

El paso por vestuarios implicó un cambio en el guión. Irán cogió la posesión y el peligro. Sin embargo, tras una jugada embarullada en la que pudo anotar hasta tres veces el equipo iraní, los rusos sacaron un córner y Abramov empalmó con su golpeo clásico de empeine exterior. La ajustó donde más duele, a la cepa del poste, imposible para Samimi.

Con el 2-1 para los rusos y 17 minutos por delante, Irán tenía que remar una vez más contra los elementos. Siguió atacando con intención pero sin llegar a portería. Los lanzamientos, más allá de los diez metros, los detenía una y otra vez Gustavo sin problemas. Los minutos avanzaban y obtenían premio siete después. El empate sería obra de Hassan Zadeh, quien hizo un recorte precioso a Robinho y la puso en la escuadra.

Los rusos celebran el gol de Shayakhmetov
Los rusos celebran el gol de Shayakhmetov (vía noticiaaldia.com)

Sin embargo, los rusos sacaron de centro, y en la primera jugada Tayebi se olvidó de seguir a su marca. Shayakhmetov sólo tuvo que empujar un excelente pase en el segundo palo. Menos de veinte segundos y Rusia volvía a adelantarse por medio de su veterano capitán.

El partido continuó con el mismo guión hasta que a falta de cinco minutos Nazemalsharieh optó por Zadeh de portero-jugador. Tras un par de jugadas bien trenzadas en las que pudieron empatar, llegaba la polémica: un intento de robo de Chiskhala era sancionado con falta. Los jugadores iraníes reclamaron amarilla – ya tenía una – por lo que hubiesen jugado en superioridad prácticamente lo que restaba de encuentro. El árbitro kirguí no consideró la falta merecedora de tarjeta y sería el propio Chiskhala quien, a falta de 42 segundos, cortase un pase en la frontal del área para anotar a placer desde su propio campo el 2-4.

Aún quedaría margen para la emoción, con un gol de Javid a falta de 11 segundos, pero en la última jugada del partido los persas no consiguieron el soñado empate in extremis.  Rusia llega así a su primera final, que se disputará el próximo sábado 1 de octubre a las 14:30 hora local, 21:30 hora española frente al ganador del Argentina-Portugal.

 

Ficha técnica.

Irán. Samimi, Esmaeilpour, Ahmadi, Hassan Zadeh y Javid. También jugaron: Keshavarz, Sangsefidi, Kazemi, Taheri y Tayebi.

Rusia. Gustavo, Chishkala, Éder Lima, Robinho y Davydov. También jugaron: Shayakhmetov, Lyskov, Milovanov, Aramov, Niiazov y Abramovich.

Incidencias: Partido disputado en el Coliseo Iván de Bedout de Medellín ante espectadores, con arbitraje de Nurdin Bukuev (Kirguistán). Mostró tarjeta amarilla a Milovanov y Chiskhala por Rusia, y a Tayebi por Irán.

Goles: 0-1 Lyskov, min 13’44’’. 1-1 Esmaeilpour, min 16’27’’. 1-2 Abramov, min 22’21’’. 2-2 Hassan Zadeh, min 29’12’’. 2-3 Shayakhmetov, min 29’25’’. 2-4 Chiskhala, min 39’18’’. 3-4 Javid, min 39’49’’.

Foto destacada vía www.sport.es

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