Portugal sufrió ante Azerbaiyán más de lo esperado – por nivel de juego y las bajas de los azeríes – pero ya está en semifinales del Mundial de Colombia 2016 tras vencer por un ajustado 3-2 en el partido disputado en Cali.
El partido comenzó con Portugal intentando imponer su ritmo, basando su juego en conducciones de Ricardinho desde la banda derecha del ataque, buscando un aclarado o la pared con su socio Cardinal. Miltinho, el seleccionador azerí, tenía muy preparada esa jugada. Ordenó defensas dobles sobre O’Magico. Con eso y mucha intensidad, rozando la violencia en ciertas jugadas, permitida por los árbitros, se bastó una Azerbaiyán muy mermada – contaba las ausencias por sanción de Vassoura, Fineo y Huseynli, tres pilares básicos en el esquema azerbaiyano – para mantener a raya a los lusos.
No sólo el portero titular estaba fuera por sanción, sino que Zamanov, el segundo portero, tampoco pudo jugar por lesión. Debutó Kurdov, tercer guardameta. Sin hacer mal partido, la diferencia se hizo palpable en el 1-0, obra de Djo, que recibió casi sin ángulo pero encontró el hueco ante la mala salida del azerí, que dejó descubierto el primer palo.
Lejos de quitarse la presión de ser los favoritos, los portugueses siguieron atacando sin acierto. Los de Miltinho comenzaron a crear peligro a través de contragolpes hasta que en uno de ellos Bolinha acompañó la jugada de ataque y remachó en línea de gol un remate de Poletto. La conexión Ricardinho-Cardinal seguía sin aparecer y Jorge Braz cambiaba a un ataque 4-0 sin pívot, buscando sorprender el entramado defensivo de Azerbaiyán.
Sería a balón parado que Portugal conseguiría el segundo tanto, obra de Joao Matos. Un saque de esquina lo remató el cierre de Benfica de cabeza sin levantar los pies del suelo, en uno de los pocos desajustes defensivos de Azerbaiyán en toda la primera parte.
La segunda mitad comenzó con el mismo guión. Portugal intentaba crear juego, pero la buena defensa y la dureza en defensa de los brasileño-azeríes evitaban el peligro, especialmente en una agresión de Bolinha que pudo ser roja pero que no consideró el árbitro que fuese ni falta. Por el contrario, instantes después Djo recibía una amarilla (que acarrea suspensión) por un agarrón bastante liviano.
El partido parecía sentenciado con una nueva genialidad de Ricardinho, quien convirtió un disparo de Joao Matos desde el centro del campo de en un gol de tacón de espaldas a la portería por encima del portero. Pero a falta de nueve minutos decidió Miltinho introducir a Eduardo como portero-jugador y el partido volvió a cambiar. Los ataques se sucedían sin que la defensa portuguesa acertase a interceptar ninguna pelota.
Ahí apareció la figura de Bebe, un controvertido portero siempre acusado de tener fallos impropios de su calidad, para detener casi todo lo que le lanzaron, convirtiéndose en héroe del partido, realizando un total de 15 paradas, algunas de mucho mérito.
Sufriendo, Portugal conseguía una victoria que le permite llegar por segunda vez en su historia a semifinales, donde se enfrentará la madrugada del miércoles al jueves a las 02:00 frente a Argentina por un puesto en la final.
Ficha técnica.
Portugal. Bebe, Joao Matos, Bruno Coelho, Ricardinho y Cardinal. También jugaron: André, Fábio, Djo, Tiago Brito, Ré.
Azerbaiyán. Kurdov, Bolinha, Eduardo, Poletto y Gallo. También jugaron: Atayev, Chovdarov, Farzaliyev, Borisov.
Incidencias: Partido disputado en el Coliseo el Pueblo de Cali ante 2974 espectadores. Arbitró Sergio Cabrera (CUB). Vieron amarilla Eduardo y Djo, quien se pierde la semifinal por acumulación de tarjetas.
Goles: 0-1 Djo, min. 1-1 Bolinha, min . 1-2 Joao Matos, min 18. 1-3 Ricardinho min 27. 2-3 Eduardo, min 34.
Foto destacada vía es.fifa.com
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