La segunda ronda de los octavos de final partía con tres claras candidatas. Pero en fútbol-sala no siempre se cumplen los pronósticos. España sufría, con cierta connivencia arbitral, lo indecible para derrotar a Kazajistán (el 5-2 final del marcador es tremendamente engañoso), mientras que Brasil se veía eliminada por primera vez en su historia en octavos de final, al perder por penaltis ante Irán. Por último, la Portugal de Ricardinho no tenía problemas para desembarazarse de Costa Rica por un contundente 0-4.
Brasil 4-4 (2-3 penaltis) Irán
Brasil protagonizó la sorpresa negativa no ya de este Mundial, sino de la historia de los Mundiales. El equipo dirigido por Serginho no fue capaz de vencer en 50 minutos de partidos a una selección iraní muy trabajada en el aspecto táctico – y en absoluto carente de calidad técnica – pero que nunca debió ser rival para la pentacampeao.
El encuentro comenzaba con un estelar Falcao anotando dos goles en la primera mitad (minuto 8 de volea y 12 tras asociación con Rodrigo). El paulista no parecía conformarse con los títulos a nivel individual y a sus 39 años lideró el ataque de la canarinha. Los iraníes soltaron los nervios y comenzaron a prestar batalla. Apenas dos minutos después Hossein Tayebi comenzaba a creer en el sueño con un gol que les acercaba en el marcador. El resto de la primera mitad discurría con ataques persas que Tiago se encargó de desbaratar una y otra vez.
El espectador imparcial podía pensar que el partido estaba en los pies de los brasileños, y que si tomasen la decisión de ir arriba, se alejarían en el marcador. Así pareció ser cuando, en el 8’56’’ de la reanudación, Dieginho anotaba el 3-1. Sin embargo, al igual que en la primera parte, los iraníes volvían a acortar diferencias por medio de Kazemi. Quedaban nueve minutos para soñar con la hazaña. Irán se volcó al ataque y por medio de Ali Hassan Zadeh consiguió el empate a falta de tres minutos. No habría más ocasiones y el encuentro se iba a la prórroga.
En la prórroga (dos tiempos de cinco minutos) se vio el miedo de Brasil a perder, abusando de balón, incluso con Tiago de portero-jugador, pero sin ataques claros. Y cuando conseguía llegar a la meta contraria, aparecía Samimi para desbaratar los remates de los Rodrigo, Jé y compañía. Sería en la segunda mitad cuando nuevamente Falcao aprovechaba un fallo en defensa para picar la pelota ante la salida desesperada del portero. El balón se colaba manso en la portería y parecía que esta vez sí iba a acabarse la resistencia asiática.
Nada más lejos de la realidad. Tras un tiempo muerto, en el primer ataque de cinco contra cuatro (apenas habían transcurrido veinte segundos) los iraníes volvían a empatar el encuentro por medio de Keshavarz, curiosamente también picándola ante la salida de Tiago. Los brasileños lo intentaron con más corazón que cabeza. Los persas se defendieron sin muchos problemas, abocándolo todo a la tanda de penaltis. Allí sería Ari, uno de los veteranos de la plantilla, quien fallase su lanzamiento al estrellar el balón en la madera. Los iraníes no perdonaron sus tres lanzamientos y consiguieron una proeza jamás vista: Brasil no estará entre los ocho mejores países, lo que, viniendo de una selección que contaba sus participaciones con cinco primeros puestos, un segundo y un tercero, es mucho decir. Aquí se puede ver el resumen de un partido que será recordado muchos años:
Costa Rica 0-4 Portugal.
Partido sin historia en el Coliseo del Pueblo de Cali, en el que Ricardinho se postuló, si no lo era ya, como el claro heredero al trono del que había abdicado Falcao apenas unos minutos antes. No habían transcurrido más de cuatro minutos cuando el astro de Movistar Inter anotaba el primer tanto del partido. Los de Jorge Braz, con los nervios de la primera jornada ya muy lejanos, dominaron el partido sin problemas. Los
ticos lo intentaban mediante conducciones de Zúñiga que se estrellaban contra la defensa o, en última instancia, con un a menudo criticado pero sobrio Bébé, quien no permitió en ningún momento que Costa Rica anotase gol alguno.
El comienzo de la segunda mitad fue decisivo en el devenir de la eliminatoria. 1’12’’ después del paso por vestuarios, Ricardinho hacía el segundo en su cuenta particular, el décimo tanto en la competición, que le deja en franquía la Bota de Oro. En el 25’ anotaría André, una de las revelaciones lusas en este mundial, y uno más tarde establecería el definitivo 4-0 Tiago Brito. Los costarricenses lo siguieron intentando sin convicción, optando por el portero-jugador a escasos dos minutos del final, pero Bébé no estaba por la labor y mantuvo la portería a cero pese a las últimas intentonas de Costa Rica por marcharse con al menos un gol en su marcador.
No lo conseguiría y Portugal celebraba la clasificación para cuartos, donde se enfrentará al ganador del Tailandia-Azerbaiyán del jueves 22 de septiembre. El encuentro se disputará el domingo 25 en Cali.
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[…] en la siguiente jugada Irán empataba a cuatro. La resolución en los penaltis la conocemos todos. Brasil, la pentacampeona y gran favorita, quedaba eliminada. La mayor sorpresa de éste y de todos los mundiales. ¿Qué ha sucedido para que se produzca esta […]