Nairo Quintana, el boyacense de 26 años, es la gran esperanza del ciclismo colombiano de poder alcanzar lo más alto del podio en los Campos Elíseos. Con el triunfo en la recién finalizada Vuelta a España, en la cual el ciclista del equipo Movistar ha mostrado su mejor versión, aquella que tanto echamos de menos en el pasado Tour, y con la victoria que consiguió en el Giro de 2014 se ha convertido en el primer ciclista colombiano en ganar dos grandes vueltas por etapas.
Tras lograr dos segundos puestos en la general del Tour, en 2013, donde se dio a conocer dentro de la élite del ciclismo y en 2015, donde confirmo que es un serio aspirante a llevarse el maillot amarillo de París, este año se esperaba que pudiera subir un escalón más en el podio, pero en esta ocasión fue tercero por detrás del británico Chris Froome y del francés Romain Bardet.
En el pasado Tour se esperaba que mantuviera una batalla mucho más estrecha con un Froome que se mostró imbatible. Nairo llegaba al Tour en las mejores condiciones posibles, después de la preparación idónea (Se alzó con la victoria global de la Volta a Cataluña y la Ruta del Sur, además de conseguir una victoria de etapa en el Tour de Romandía y podios en el Tour de San Luís y en la Vuelta al País Vasco), con un equipo dispuesto a arroparlo más que nunca con un escudero de lujo como Alejandro Valverde (que ha sido como una especie de mentor para Nairo estos años), y con el aprendizaje y la experiencia que dan dos participaciones en el Tour. Entonces, ¿Qué tiene que hacer Nairo para llevarse la general del Tour?
Primero, tiene que mostrarse más ambicioso y combativo en la ronda gala desde el primer día, la ambición con la que encaran el Tour los grandes campeones como Nibali en el año 2014 vistiendo el amarillo ya en la 2ª etapa y rompiendo la carrera tres etapas después en Arenberg, o como Froome en esta pasada edición cuando lanzó su ataque en el descenso tras coronar el Peyresourde que pilló desprevenido al Movistar, o incluso ser el protagonista de una gran gesta de esas que pasan a la historia y que tantas veces hemos visto protagonizar a Alberto Contador. Por tanto intentar aprovechar cualquier trampa del recorrido debe ser una prioridad para Nairo y no mostrarse “reservón” para las últimas etapas de alta montaña, cuando puede ser demasiado tarde para voltear la clasificación, como le ocurrió en Alpe D’Huez en 2015.
Y segundo, mejorar en contrarreloj, aunque con su condición de escalador puro con un peso de apenas 58 kg es capaz de hacer buenos tiempos en las pruebas contra el crono, siguen siendo su punto débil. Esta temporada se ha batido con Chris Froome en dos contrarrelojes largas, en la crono larga de la pasada edición del Tour de 37,5 kilómetros, Froome le aventajó en 2:04 minutos, y en la “crono” de Calpe de la Vuelta a España, de una distinta casi idéntica, el británico le endosó 2:16, de no ser por la gran renta conseguida en Formigal, Nairo habría perdido la Vuelta con esas diferencias en la meta de Calpe.
Por lo demás Nairo, ya un consumado hombre de Grandes Vueltas, es un claro favorito para la victoria final en cualquier gran vuelta por etapas en la que tome partido. En la alta montaña son muy pocos los que le pueden hacer frente, cuenta con un gran equipo como es el Movistar que debe intentar destronar el dominio del Sky y cuenta con la experiencia de tres participaciones en el Tour las cuales se han saldado todas con podio en París, (sin olvidar nunca la vigilancia que debe procurar Nairo sobre la nueva generación de ciclistas que vienen un escalón por debajo pero que están preparados para asaltar los puestos nobles del Tour como su compatriota Esteban Chaves, el italiano Fabio Aru o los grimpeurs franceses). Por todo ello, que se puede asegurar que el colombiano de Boyacá es un futuro ganador ganador del Tour de Francia.
Imagen destacada vía: marca.com // Imagenes del cuerpo vía: noticiasrcn.com, skysports.com, ciclismointernacional.com
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