Llegó la primera victoria del Atlético Valladolid en Asobal. El Bada Huesca de Nolasco dominaron la primera parte, sin embargo, en la segunda los de Nacho González tiraron de garra y con más corazón que juego se llevaron una victoria holgada que da un punto de tranquilidad al cuadro vallisoletano.
Nervios en el ambiente de Huerta del Rey poco antes del inicio del encuentro. El equipo local afrontaba el choque con incertidumbre tras las dos primeras derrotas en los últimos minutos de partido que dejaban un poso de preocupación en la parroquia vallisoletana pese a que la liga no ha hecho más que empezar. Enfrente un Bada Huesca que venía de conseguir una importante victoria ante el BM. Benidorm.
El encuentro comenzó muy igualado en los primeros minutos con Javi Díaz bastante acertado en la portería local lo que hacía que los visitantes más sueltos en ataque no se marcharan en el marcador. Pasados los primeros compases, los locales se quitaron los nervios iniciales y consiguieron romper la igualdad con Fernando Hernández como artillero; en el minuto 17 el 9-7 se reflejaba en el marcador. El Bada Huesca tiró de oficio y logró igualar el marcador en un abrir y cerrar de ojos sembrando de nuevo las dudas en el conjunto pucelano. Los oscenses, a partir de este momento, se hicieron con el control del partido con una defensa aguerrida y con Teixeira una y otra vez percutiendo sobre la defensa local; con sus fintas al punto débil y ayudado por Ariño en el extremo abrían una autopista en el flanco derecho de la defensa pucelana que no lograban cerrar los de Nacho González.
Huesca consiguió una ligera ventaja de dos goles y el Atlético Valladolid no lograba encontrarse en ataque pese a los constantes cambios en su primera línea; ni Diego Camino ni Dani Dujshebaev parecían tener su día, con varias pérdidas de balón, y tampoco funcionaron las alternativas de Fernando en el lateral o de Lorasque en el pivote. Gracias a una defensa que funciono en los últimos minutos de la primera mitad, el cuadro vallisoletano consiguió frenar el empuje de los aragoneses e irse al descanso con una desventaja de un solo gol pero muchas dudas sobre lo que ocurriría en la segunda.
El paso por los vestuarios no supuso ningún cambio de decorado en el partido al menos en un principio. Huesca seguía con su buen nivel defensivo mientras que Valladolid no lograba encontrar la formula en ataque lo cual hacía que las ventajas siempre fueran para los visitantes con un juego efectivo en ataque encontrando los puntos débiles del rival. Sin embargo, el partido si cambió rondando el minuto 10 del segundo acto con dos robos de balón consecutivos de los vallisoletanos finalizados por Río y Dujshebaev a la contra.
Este hecho supuso un auténtico revulsivo para los locales que, como por arte de magia, entraron de golpe en el partido. La grada comenzó a jalear a los suyos como no lo había hecho durante el resto del partido, la defensa carburaba y Javi Díaz volvía a ser un muro para los atacantes visitantes; con todo, la ventaja solo era de uno o dos goles para el conjunto local, lo que presagiaba que la victoria iba a venderse muy cara por parte de los dos equipos. El golpe definitivo lo dieron los pucelanos y más concretamente Nacho González colocando a Alfonso de la Rubia en el lateral derecho (siendo diestro) tanto en defensa como en ataque. El madrileño cerró la vía de agua en la defensa pucelana y dio más movilidad al ataque junto a Diego Camino haciendo que la ventaja se fuera hasta los cuatro tantos con un parcial de 4- 0 a falta de diez minutos para el final que rompió el partido.
José Francisco Nolasco solicitó un nuevo tiempo muerto buscando la reacción de los suyos y, pese a que los suyos mantuvieron el nivel defensivo, los locales ya estaban desatados y resultaban muy difíciles de parar con un Fernando excelso en la definición llevando la renta hasta los cinco y seis tantos. En los instantes finales los locales se dedicaron a espantar fantasmas y jugando con inteligencia y bordeando el pasivo llevaron el marcador al 28-23 final.
Histórico partido en Huerta del Rey con la primera victoria del Atlético Valladolid en Asobal frente a un Bada Huesca muy serio que demostró un día más que la lucha entre diez o doce equipos de la tabla va a ser encarnizada y nadie se puede descuidar.
Ficha técnica:
26- Recoletas Atlético Valladolid (18+8): Javi Díaz -17 paradas-, Diego Camino (1), Fernando Hernández (6,2p), Río (2), Serdio (2), Miguel Camino (2), Víctor Rodríguez (2), Turrado (-), Nico López (-), Viscovich (1), Dujshebaev (6), Lorasque (1), De la Rubia (1), Roberto Pérez (2) y Serrano (-).
23- Bada Huesca: Jorge Gómez (p), Teixeira (3), Val (2), Camas (3), Eloy Félez (1), Mira y Oier (1). Siete inicial. Arguillas (ps), Mugerza, Carmona, Carró (2), Dijà (5), Ariño (3), Marcelo (2) y Bonnano (1).
Parciales cada cinco minutos: 3-2, 5-4, 6-7, 9-8, 11-12, 13-14 (descanso) 16-16, 17-18, 21-19, 24-20, 26-21, 28-23.
Árbitros: Álvarez y Friera. Excluyeron a Víctor Rodríguez (2) por el Valladolid y Val, Dijà y Arguillas por el Bada Huesca.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de liga Asobal, disputado en el polideportivo Huerta del Rey, ante 1.711 espectadores.
Imagen destacada: www.atleticovalladolid.es
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