El día 10 de septiembre arranca el Mundial de la FIFA Colombia 2016 de fútbol-sala, y un día más tarde lo hará el grupo C, un grupo que a priori podríamos calificar de outsiders donde Italia y Paraguay parecen un peldaño por encima pero en el que ninguna escuadra destaca como favorita al título final. Analizamos cómo llegan las cuatro selecciones.
Paraguay.
Los guaraníes participan por cuarta vez consecutiva en un Mundial, después de imponerse a Uruguay por un contundente 7-2 en la final de consolación del clasificatorio, después de perder con Argentina en los penaltis. Los de Luis Martín Barrientos son un equipo rocoso al que resulta difícil hacer goles, ordenado y aguerrido que, pese a que su mejor clasificación histórica fue el sexto puesto conseguido en el lejano Mundial de Holanda’89, son claros aspirantes a conseguir el pase a octavos de final.
Será el último Mundial que dispute el histórico portero Espínola, quien comparte desde 2013 la responsabilidad de defender el arco de la albirroja con el cargo de director administrativo y financiero en el Ministerio de Salud de Paraguay. El meta no se pone límites: “Vamos con el sueño de ser campeones, pero alcanzar las semifinales sería una excelente participación”, ha reconocido recientemente en declaraciones a fifa.com. Para ello cuentan con la experiencia de Alcaraz y Villalva (triples mundialistas) y el olfato goleador de Javier Salas. El Kuko, que disputó la Final Four de la UEFA Futsal Cup con Pescara, ha estado nominado entre los diez mejores Sub-23 de la pasada temporada, por lo que es un jugador a seguir atentamente.
Italia.
Los azzurri son el equipo molesto al que nadie quiere tener en su grupo. Los de Roberto Menichelli (que lleva siete años en el cargo) siempre son aspirantes al título. Pese a no haber ganado nunca un Mundial, han conseguido medallas en las tres últimas ediciones (dos bronces y una plata en China Taipei’04). Llegan a Colombia tras el fracaso en el pasado Europeo de Serbia en el que no pudieron superar a la revelación Kazajistán en el cruce de cuartos, que se impuso por un contundente 5-2, por lo que esperan poder redimirse y alcanzar mínimo las semifinales.
En la portería estará el inefable Stefano Mammarella, Guante de Oro del último Mundial y que a sus 32 años goza de un gran prestigio internacional. Entre los jugadores a seguir están el conocido Gabriel Lima (ex ElPozo Murcia) y Fortino. Romano o Merlim son los otros jugadores destacados en una selección marcada por los nacionalizados brasileños.
Vietnam.
Los vietnamitas son debutantes en la competición, luego de clasificarse como segunda por detrás de Australia, pero no por eso van a conformarse con ser una comparsa. La selección que dirige el español Bruno García viene de realizar un Campeonato Asiático de selecciones extraordinario, en el que alcanzó las semifinales por primera vez en su historia después de eliminar por penaltis a la favorita al título, la Japón de (por entonces) Miguel Rodrigo, siendo eliminados por la que luego ganó el título, Irán. Viene de perder 5-2 en el último amistoso, aun dando buena imagen (se puso por delante en el marcador) disputado ante Argentina.
La clave de la Estrella Dorada es la cohesión que hay, puesto que once de los integrantes de la plantilla lo conforman jugadores del Thai Son Nam, el equipo entrenado igualmente por Bruno García y que quedó tercero en la pasada edición de la Champions asiática. Destaca el goleador Tran Van Vu, autor de los dos goles que eliminaron a Japón en Uzbekistán’16.
Guatemala.
La cenicienta del grupo – a priori, puesto que nunca ha pasado la primera ronda de un Mundial – quiere dar la sorpresa y clasificarse para octavos de final. Para ello, el conjunto entrenado por el español Tomás de Dios (quien sustituyó el año pasado al histórico Eduardo Estrada), deberá imponerse a sus rivales después de la renovación que ha llevado a cabo en el tiempo que lleva en el cargo, con jugadores muy jóvenes como Alvarado o Jonatan Arévalo. Pese al tropezón ante Panamá (1-4), se clasificaron para el Mundial con solvencia, derrotando por 6-2 y 6-4 a México y Honduras, respectivamente, y alcanzar el tercer puesto final del clasificatorio de la CONCACAF, en la final de consolación, ante Cuba.
La 28ª selección según el ranking FIFA cuenta entre sus filas con los hermanos Santizo, Miguel y Edgar, quienes han jugado juntos no sólo en la Selección sino en clubes toda su vida deportiva (salvo en 2013). Los hermanos, que debutaron en la Bicolor después de ser escogidos por azar un día que fueron a ver jugar a sus hermanas (también profesionales e internacionales), confían en que no se repita la situación del último Mundial, donde quedaron eliminados por Islas Salomón en un partido en el que Edgar reconoce que salieron confiados. Para que no se repita, Tomás de Dios les inculcará el gen competitivo que ha transmitido durante más de veinte años en los banquillos españoles. Como el propio Edgar reconoce, “el objetivo es llegar a octavos”, aunque no se pone límites: “Italia no es imposible (…) Creo que podemos luchar con Paraguay por el segundo puesto”.
A partir del próximo 11 de septiembre veremos quién se clasifica. Los encuentros de la primera fase se disputarán en la sede de Cali en horario de madrugada en España (a las 01.00 y a las 03.00).
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