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Y tocamos el cielo…

Parece mentira pero es así, han pasado ya diez maravillosos años desde que la generación dorada del baloncesto español alcanzara la gloria en el Mundial de Japón de 2006. Una década atrás estábamos vibrando, junto al siempre recordado Andrés Montes, mientras veíamos a un grupo de amigos hacer historia para España. Fue la primera gran gesta de un auténtico “equipazo” que aún sigue dando alegrías a muestro país.

Pau Gasol, Rudy Fernández, Juan Carlos Navarro, Carlos Cabezas, Sergio Rodríguez, Berni Rodríguez, Jorge Garbajosa, José Manuel Calderón, Marc Gasol, Alex Mumbrú, Carlos Jiménez y Felipe Reyes fueron los héroes elegidos para la importante cita internacional. El encargado de manejar los hilos no fue otro que el gran Pepu Hernández, rol que desempeñó con gran acierto y responsabilidad. No hay que olvidarse de los que pertenecieron a este grupo en calidad de preseleccionados pero que por lesión o decisión técnica no pudieron acudir al Mundial. Fran Vázquez, cuya lesión en la espalda abrió la puerta a Marc Gasol para entrar en la preselección, Jordi Trías y Edu Hernández-Sonseca que no acudieron por decisión del seleccionador.

La clave del éxito estuvo siempre en el compañerismo que imperaba en la selección. Desde la estrella hasta el último jugador de la rotación, se extendía un ambiente de compañerismo y sacrificio como pocos se han visto en la historia de este deporte. Buena parte de esto se debía a que el núcleo principal llevaba unido desde que eran niños imberbes prácticamente, además de la espectacular preparación y concentración realizada, que nada tuvo que ver con la actual “ruta eñe”. La concentración empezaba el 10 de julio de 2006 en San Fernando, Cádiz. Allí comenzaba el sueño…

vía: fans-josemanuelcalderon8.com
vía: fans-josemanuelcalderon8.com

Durante la concentración, Pepu tuvo que enfrentarse a su primer gran contratiempo la lesión de Fran Vázquez, el que iba a ser pieza clave en el proyecto. Se vio obligado a retirarse de la concentración y en su lugar, Pepu llamó a Marc Gasol y descartó a Jordi Trías que ya no entraba en sus planes ante la necesidad de un pívot.

Comenzó una serie de partidos preparatorios en los que se superó con claridad a China por 96-49, a Angola por 97-73 y a Serbia por 83-62. España demostraba estar en muy buena forma ante rivales que se podía encontrar perfectamente en la fase final del Mundial como era el caso de Serbia o la China de Yao Ming. Tras estos partidos, la selección se trasladó a Madrid para jugar contra un rival directo en la lucha por el título, Argentina, a la que se derrotó por 76-67. Se llegaba al final de la concentración en España, tocaba poner rumbo a Singapur donde jugarían un torneo preparatorio. Con el equipo ya formado (Marc Gasol fue el elegido en detrimento de Sonseca), llegaron a Singapur tras un largo vuelo. Allí se enfrentaron con grandes selecciones como Eslovenia, a la que se derrotó por 96-85; Serbia, victoria por 85-65; y Argentina en la final de este torneo que se saldó con una nueva victoria por 87-66 en el último partido antes de volar a Japón. Felipe Reyes viajó tocado de la espalda por un choque contra Scola que le hizo perderse el principio del Mundial. La selección se asentó en Hiroshima dónde tuvieron lugar los partidos de su grupo.

Comenzó el Mundial con un partido contra la anárquica selección neozelandesa, victoria por 86-70 con un Garbajosa espléndido que ya ponía rumbo a ese quinteto ideal del Mundial. El segundo partido fue un paseo militar ante la modesta selección de Panamá (101-57), 26 puntos de Pau Gasol y todos los integrantes del conjunto español con al menos un punto en su casillero, la cosa pintaba muy bien. El tercer partido fue contra la Alemania de Dirk Nowitzki, a priori el partido más complicado del grupo y en el que se disputaba el primer puesto del grupo. Pero la selección pasó por encima de los alemanes con un contundente 92-71 con 20 puntos y 6 asistencias de “Mr. Catering” Calderón. Tocaba enfrentarse a Angola, la que era vigente campeona de África por aquel entonces estaba invicta en el Mundial y estaba cuajando sólidas actuaciones, el partido contra España no fue una excepción, exhibieron gran sólidez ofensiva e hicieron que nuestra selección sufriera para ganarles por 93-83 y asegurarse la primera plaza de grupo. Quedaba un mero trámite contra el equipo anfitrión, fue el partido en el que Felipe regresó a las canchas. España endosó un 104-55 al equipo japonés para cerrar un exitosa e ilusionante fase de grupos.

En octavos tocó contra la vigente campeona, Serbia, que decepcionó en fase de grupos no pudiendo ser más que cuarta clasificada. Para estos partidos las selecciones se trasladaron a Tokio. España superó ampliamente a los balcánicos por 87-75 en un partido en el que Pau Gasol anotó 19 puntos y capturó 15 rebotes. En cuartos tocó jugar contra Lituania verdugo habitual de España en competiciones europeas. Pero esta vez cambió la historia y España volvió a ganar con autoridad (89-67). Pau hizo 25 puntos y 9 rebotes perfilándose como el mejor del torneo en pugna con Carmelo Anthony.

Foto vía: La Sexta
Foto vía: La Sexta

En la jornada de descanso Tokio tembló debido a un terremoto de 4’8 en la escala de Ritcher que quedó en un susto. Después de este leve terremoto vino uno muy grande, la victoria de Grecia sobre la gran favorita a llevarse el título, Estados Unidos, que sorprendió a todos. Los griegos se postulaban así como los primeros finalistas a la espera de lo que deparase el Argentina-España. Fue un partido muy parejo en el que hubo constantes cambios de líder. Pau Gasol se lesionó después de una falta personal en la que se torció el tobillo, perdiéndose el final de un partido en el que se le necesitó. Quedaban 19 segundos para el final cuando Calderón recibió una falta de tiros con empate a 74. Falló el primero y anotó el segundo, con 75-74 Ginóbili se jugó una penetración pero ante la defensa española se vio obligado a abrir hacia Nocioni, que lanzó un triple demasiado liberado pero que, afortunadamente, falló provocando un suspiro de alivio en gran parte de las personas de este país y el posterior grito de alegría cuando sonó la bocina. España estaba en la final.

El partido contra Grecia fue una auténtica exhibición táctica y defensiva de una selección que demostró que sabía jugar sin su mejor estrella, Pau Gasol. 70-47, la segunda mayor diferencia en una final del Mundial y campeones del mundo. Acababan de hacer historia… y lo sabían. Las lágrimas de Pau desde el banquillo, primer MVP de un torneo sin jugar la final, lo decían todo, acabábamos de tocar el cielo. Después de este hito vinieron infinidad de títulos europeos, tres medallas olímpicas y, sobre todo, el reconocimiento internacional. Así que recuerden una sola palabra pase lo que pase:

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vía: elconfidencial.com
vía: elconfidencial.com

Imagen destacada vía: theflagrants.com

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