Los Juegos Olímpicos de Río 2016 han sido la última oportunidad de disfrutar de la llamada “generación de oro” del baloncesto español, que se despide tras haber conseguido un digno tercer puesto. Con ese bronce, se pone fin a una era extraordinaria en la que la selección ha encadenado éxito tras éxito en prácticamente todas las competiciones disputadas, proclamándose campeona del mundo, de Europa y subcampeona olímpica.
La mejor etapa del baloncesto español dio comienzo en el Campeonato del Mundo Junior de Lisboa 1999, donde España, liderada por unos jovencísimos Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y José Manuel Calderón, se impuso en la final a la todopoderosa selección estadounidense contra todo pronóstico. Además de llevarse el oro, España conseguía hacerse un hueco en el baloncesto internacional, con un futuro prometedor, tanto individual como colectivo.
Muchos de los componentes del equipo español consiguieron dar el paso a la NBA, que supera a la liga española en calidad, espectáculo e impacto mediático. El primero de ellos fue Pau Gasol, rookie del año en 2001 con los Memphis Grizzlies y, posteriormente, campeón de la NBA con Los Angeles Lakers. Después Rudy, Garbajosa, Calderón y Navarro se unieron a la liga en distintas franquicias, con mayor o menor suerte. De este modo, España aumentaba cada vez más su protagonismo en el baloncesto mundial, gracias a un factor determinante: el compromiso de sus mejores jugadores, pues a pesar de formar parte de una liga mucho mas exigente, ninguno quería faltar a su cita con la selección.
No obstante, el primer gran éxito de la selección nacional tardó unos años en llegar. El combinado español conseguía ser campeón del mundo en el Mundobasket de Japón 2006, derrotando a Grecia en la final con la baja de Pau Gasol tras lesionarse el tobillo en la semifinal. A los jugadores citados anteriormente, se les sumaba las importantes incorporaciones de Rudy Fernández, Jorge Garbajosa y Marc Gasol, entre otros, conformando un equipo joven sobrado de calidad y ganas de seguir haciendo historia con la selección.
Y así fue. Desde aquel mundial, la “generacion de oro” continuó con su particular y meteórico ascenso hacia la élite del baloncesto mundial. 11 años extraordinarios en los que España ha obtenido 9 metales, uno en cada competición que ha disputado, excepto en los mundiales de 2010 y 2014. Entre ellos destacan los tres oros europeos logrados en 2009, 2011 y 2015 y las dos platas en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, ambas plantando cara al mismísimo Team USA. Sendas finales son consideradas por muchos como los dos mejores partidos de la historia a nivel de selecciones. La superpotencia norteamericana vio amenazada, casi por primera vez, su hegemonía en el baloncesto FIBA.
Sin embargo, tras ser eliminados por Francia en el mundial de nuestro país en 2014 y acabar quintos, se puso en duda el juego y la continuidad en el equipo de los pilares base sobre los que se sustentaba la selección, creando un ambiente pesimista. La gente pedía un relevo generacional, apartando a jugadores veteranos para dar paso a nuevos jugadores. A pesar de eso, España, liderada por un incombustible Pau Gasol, resurgía en el Eurobasket de 2015, derrotando precísamente a la anfitriona Francia en la semifinal ante 35000 espectadores y a Lituania en la final, con un despliegue de juego heroico.
La última gran gesta de la “generacion dorada” ha sido el bronce en los Juegos Olímpicos de Río, empezando con dos derrotas ante Croacia y Brasil. Pero, en un alarde de garra y compromiso, la plantilla demostró que estaba dispuesta a morir en el parquet del Carioca Arena 1. El equipo renació de nuevo y logró colarse en las semifinales, donde se enfrentaría de nuevo a USA, a un menor nivel, aunque volvería a derrotar a España. La selección acabaría en tercer lugar, cosechando una nueva medalla para la delegación española y para el baloncesto nacional. Sin duda, un gran final para esta generación que nos ha hecho vibrar en cada partido que ha disputado desde hace 10 años, ransmitiendo a toda la nación los valores de la unión y la superación ante las adversidades.
Ha sido el último baile de Pau Gasol, Calderón, Reyes y Navarro con la selección española. No obstante, jugadores como Marc Gasol, Ricky Rubio, Sergio Llull o Sergio Rodríguez, aunque tengan mucha experiencia en la competeción internacional, serán piezas clave en el futuro. Además, llegan jugadores jóvenes con una calidad excepcional como Willy y Juancho Hernángomez, Alex Abrines o Nikola Mirotic, estrellas en España y ahora dispuestos a dar guerra al otro lado del atlántico en la mejor liga del mundo.
No hay que olvidar que España es la vigente campeona del mundo sub-17 y de Europa sub-20, por lo que el baloncesto español y la “generación de oro” no compartirán final, pues nuevas generaciones de jugadores llegarán dispuestos a reeditar los éxitos logrados en estos 10 años de ensueño, por lo que parece que el baloncesto español tiene un futuro asegurado. Hablamos de jugadores como Marc García (1996) MVP del pasado europeo sub-20, Alberto Martín (1995) o Ilimane Diop (1995), que comienzan a dar sus primeros pasos en la Liga Endesa y que pronto lo harán con la selección absoluta, tal y como lo hicieran los juniors de 1999.
El legado de esta selección durante este milenio ha sido enorme. No solo ha aportado grandes alegrías, sino que también ha sido un ejemplo de constancia, dedicación y pasión por un deporte que en España tenía un papel totalmente secundario y que actualmente se ha consolidado como una gran superpotencia baloncestística internacional, que poco tiene que envidiar a USA y a las antiguas URSS y Yugoslavia, y que de ninguna forma ha llegado a su fin.
Imágenes via: as.com, EFE.
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