Llegó la sorpresa en la viga de equilibrio, donde la holandesa Sanne Wevers se colgó el oro y entró en los anales de la gimnasia holandesa al convertirse en la primera gimnasta en lograr un oro individual.
Tan solo en 1928 Holanda logró llevarse el oro, pero en la final por equipos. Nunca una gimnasta había logrado antes una medalla de oro individual para el país. Se impuso a la favorita, Simone Biles, quien en un gran desequilibrio terminó agarrándose a la barra -cuenta como caída- y se tuvo que conformar con el bronce, y a la también estadounidense Laurie Hernández, que se llevó la plata.
Biles fue la primera de las medallistas que se subió a la barra. Todo iba correctamente, con la seguridad, potencia y consistencia habitual, hasta que un desequilibrio propició que tuviera que agarrar la barra con las manos para evitar la caída. El tocar la barra con las manos cuenta como caída con la correspondiente deducción que se obtiene es la misma (un punto). Tras este error de la americana se abrió la brecha. Terminó su ejercicio con una nota de 14.733.
Wevers cumplió su ejercicio de barra con la elegancia y dinamicidad que la caracteriza, en una rutina llena de complicadísimos ejercicios. La holandesa se mostró muy calmada y concentrada en todo el ejercicio, apenas mostró titubeos y su único error vino al perder una conexión. Terminó con una salida gainer con apenas un pequeño salto. Nota de 15.466. Primera posición.
Hernández tuvo cerca el oro. Tras el fallo de su compañera, ella cumplió el ejercicio y apenas tuvo fallos, en un ejercicio completo y complejo pero insuficiente para alcanzar la nota de la holandesa. 15.333 para ella. Reclamaron la nota, pero fue rechazada. De esta manera se definían el oro, la plata y el bronce.
La favorita del público, la local Flavia Saraiva, no pudo aprovechar el error de Biles para meterse en el podio y tuvo un gran desequilibrio y algún que otro titubeo que le impidió proclamarse medallista olímpica delante de su público. Marine Boyer, la francesa, también aspiraba a aprovechar el error de la americana, pero su nota no alcanzó y terminó en cuarta posición, a poco más de una décima del podio. La veterana Catalina Ponor no tuvo su día y además de perder una conexión, también tuvo algún desequilibrio. La canadiense Isabela Onyshko fue la única gimnasta que cayó de la barra, y terminó en última posición. Fan Yilin, la primera en competir, tuvo que conformarse con la sexta posición. Hico un buen ejercicio, muy correcto, pero con desequilibrios y titubeos.
Así la sorpresa saltó en la final de barra. La holandesa partía con opciones de medalla, siendo la barra su aparato especialista.La emotividad de la holandesa se hizo latente al abrazarse con su entrenador, que también es su padre, y al intercambiar sonrisas con Lieke Wevers, su también gimnasta hermana que se encontraba en las gradas apoyándola. Biles aspiraba a su cuarto oro, pero tendrá que esperar a la final de suelo. Hernández aceptó su plata entre sonrisas.
Resultados completos
1. Sanne Wevers: 15.466
2. Laurie Hernandez: 15.333
3. Simone Biles: 14.733
4. Marine Boyer: 14.600
5. Flavia Saraiva: 14.533
6. Fan Yilin: 14.500
7. Catalina Ponor: 14.000
8. Isabela Onyshko: 13.4000
Foto de portada: nbcolympics
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