Sois de oro

Ya tenemos la primera medalla de oro del tenis en estos Juegos Olímpicos gracias a Marc López y Rafael Nadal.

La pareja española se ha deshecho (6-2, 3-6 y 6-4) en un encuentro repleto de intensidad. Los nuestros saltaban a pista con mucha más decisión. La estrategia era clara: sacarlos de la red con globos y obligarlos a jugar intercambios largos. Pese a no concretarlas, las primeras oportunidades de rotura no se hicieron esperar. Mientras, López y Nadal se hacían fuertes con sus servicios gracias a unos porcentajes altísimos. Mergea estaba más tenso de lo normal y el dúo español aprovechó el desconcierto para hacer el primer break y confirmar la rotura en el siguiente juego. El lenguaje corporal de la pareja rumana daba síntomas de no saber cómo neutralizar la entereza mostrada hasta ese momento por sus rivales. Otro break terminaba por liquidar el primer parcial.

Nadal motivaba a López en el banco durante el descanso, era importante no bajar la guardia. Delante tenían a dos de los mejores doblistas del circuito y ya habían conseguido victorias juntos para su país en Copa Davis precisamente ante España el pasado mes. Tarde o temprano tenían que subir un par de marchas y así fue. Llegaba la primera rotura del tándem rumano y con ello su mejor nivel. Mergea se sacudía los nervios y Tecau seguía a lo suyo. Dos bolas de set no aprovechadas y tres de break salvadas para finalmente hacerse con la segunda manga. El partido merecía un tercer set.

Flaqueaban las fuerzas, pero el de Manacor se venía arriba a cada punto ganado. Su clásico ¡Vamos! insuflaba ánimos a su pareja, un Marc López que desconectó un poco del encuentro. El punto de inflexión llegaría tras sacar adelante un 0-30 con 1-1 en el marcador. Y aquí empezó el show. Quizás vivimos los mejores momentos del torneo en la modalidad. Mergea y Tecau poniendo la clase, Nadal y Marc la resistencia. Los rumanos se volvían a poner por delante, pero emergió la figura del campeón. Empataron el partido. Por delante de nuevo. Les tocaba restar para llevarse la victoria.

La aureola ya se había encendido. Esa que se ilumina cuando todo parece estar perdido. Empezó a tirar de su compañero, a empujarlo hacia la victoria. No había retorno. López prueba por primera vez el metal dorado, Nadal vuelve a recordar su sabor. Y España, de nuevo, en lo más alto del tenis mundial.

Imagen: Sport You

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