Empezar desde cero con un equipo de base

Una de las mayores inquietudes, aunque a la vez de las mayores ilusiones como entrenador de base, es coger un equipo de cero,  ser el primer entrenador o entrenadora de unos niños que comienzan a jugar a baloncesto.  Y como es evidente, también es una gran responsabilidad.

Tenemos entre nuestras manos a unos niños y niñas muy moldeables, por lo que aparte de enseñarles todo lo que sepamos, tenemos que cuidar mucho la imagen que les transmitimos.  El amor por este deporte y el respeto a los adversarios y al árbitro. Debemos hacerles entender que sin ellos no podríamos jugar y que en la pista somos tres equipos: los dos que juegan y el equipo arbitral.

No hay nada más satisfactorio para un entrenador que ver a niños y niñas disfrutando con el baloncesto y comprobar como con el paso de los años siguen practicando este deporte. Eso es señal de que  que hemos dejado en ellos una huella. Y no hablo de resultados.  Siempre he dicho  que los aficionados y practicantes del baloncesto somos muy fieles, así que si conseguimos inculcar esta pasión a nuestros jugadores ya hemos logrado mucho.

–Divertirse, aprender jugando. Aspecto fundamental. Aprovechar al máximo el aspecto lúdico,  basar nuestros entrenamientos en juegos,  de forma que trabajemos aspectos técnicos con muchos juegos.

–Aprovechar la motivación que aporta la competición. Plantear juegos con retos, con un toque competitivo hará que mejoren nuestros jugadores.

–Intentar que el balón esté presente en todo momento.  Hasta para trabajar algo más físico,  siempre será mejor hacerlo con un balón en las manos.

–Dar una importancia capital al bote, manejo y dominio del balón.  La mecánica de tiro cuidarla más cuando el niño o la niña adquiere algo de fuerza para una ejecución más correcta.

–Todos los jugadores hacen de todo y en todas las posiciones.

-Evitar jugadas, sistemas... inculcar aspectos de táctica individual y colectiva pero fomentar en todo momento la libertad e iniciativa.  Basar el juego en aspectos de 1×1 y 2×2. Posteriormente 3×3.

-Defensa individual en todo momento.  Ya habrá tiempo de hacer zonas, sistemas más complejos…

Para finalizar, voy a utilizar unas palabras que escuché a un gran entrenador como Alejandro Martínez (ex-ACB y seleccionador sub-17 este verano). Las anoté porque da gusto ver cómo lo que uno pensaba cuando entrenaba a equipos de minibasket e infantiles, es compartido por alguien como él.

“Lo fundamental en este deporte es pasar bien, driblar bien y tirar bien a canasta. Formar lleva un tiempo y unos daños colaterales que a lo mejor no son ganar partidos. Con niños y niñas de formación, no hay puestos, lo que hacemos son jugadores de baloncesto. Vamos a formar jugadores, que todos sepan botar, que todos sepan jugar al poste y que todos sepan dar un buen pase. Si no hacemos todo eso, por el camino nos estamos cargando infinidad de posibles opciones de buenos jugadores. Antes de los 15-16 nada de especialización”.