Más Deporte Natación Noticias

Ledecky, Peaty y Sjöström eclipsan el regreso de Phelps haciendo historia

Los Juegos Olímpicos acostumbran a regalar algunos de los mejores momentos de la historia del deporte. No es para menos, porque prácticamente la totalidad de deportistas llegan a esta cita en su máximo estado de forma. Este domingo 7 de agosto de 2016, por la noche en Río (madrugada en España), los amantes de la natación han podido disfrutar de una de las sesiones más vibrantes y probablemente la mejor de la historia.

Tras la sesión de ayer, en la que Katinka Hosszú ya hizo historia al batir el récord mundial de 400m estilos femenino, esta jornada se antojaba especial por el regreso de Michael Phelps a la competición olímpica, y es que la vuelta del ‘tiburón de Baltimore’ bien merecía esa espera.

La sesión comenzaba con la final de 100m mariposa femenino dónde Sarah Sjöström, que partía como favorita ante sus rivales pero no tanto ante la línea de la plusmarca mundial, paró el crono en 55.48 batiendo su propio récord del mundo (lo tenía en 55.64). Sjöström nadó con una superioridad brutal y con un estilo cada vez más pulido, con el que seguramente consiga volver a bajar su marca en próximos eventos. Un éxito bestial que la sueca celebró como se merecía. Sarah no fue la única contenta tras la prueba, Penny Oleksiak, canadiense de 16 años, se llevó la medalla de plata, su segunda medalla olímpica (consiguió el bronce en el relevo 4×100 la noche anterior) en el segundo día de sus primeros Juegos Olímpicos. Dana Vollmer, campeona olímpica de esta prueba en Londres 2012, se tuvo que conformar con el bronce, su segunda medalla tras ser plata en el 4×100 libre, precisamente por delante de Oleksiak y su equipo, individualmente no pudo con la joven canadiense.

Posteriormente, se disputaba la semifinal de 100m braza femenino con la participación de Jessica Vall, la excepcional bracista catalana marcó un tiempo de 1.07.55 que no le sirvió para llegar a la final, finalizó octava en su semifinal. Jessica era consciente de que tenía muy complicado alcanzar la final en esta prueba y se lanzó en el primer largo arriesgando para pasar tercera en el volteo. Se le hizo larga la piscina y la mayor capacidad de sprint de sus rivales le complicó la tarea de aguantar su pequeña ventaja. Luchará por conseguir esa ansiada final en el 200m braza, distancia más adecuada para ella.

Seguidamente, tocaba el turno de la final de la prueba de 100 braza masculino donde el británico Adam Peaty partía como favorito para ganar y para batir el récord del mundo, que ya había bajado hasta los 57.55 en las semifinales del día anterior y que dejó en unos estratosféricos 57.13, bajando nada más y nada menos que 42 centésimas su marca del día previo, una de las mayores hazañas de la historia de la natación. La diferencia con el medallista de plata, Cameron Van der Burgh, fue de 1.56 segundos, una salvajada para una carrera de 100m con los mejores nadadores del mundo. Cody Miller, sorprendiendo a su compatriota estadounidense Kevin Cordes, se alzó con el bronce.

Después de lo vivido con Sjöström y Peaty era complicado mantener la compostura pero es que llegaba el turno de Katie Ledecky y la norteamericana de 19 años también era candidata a romper su récord del mundo, y lo hizo, vaya que si lo hizo. Ledecky lideró el 400 libre de principio a fin dejando el nuevo listón del récord mundial en 3.56.46, dos segundos por debajo de su anterior marca y cinco por delante de una Jazmin Carlin que se llevó la plata. Leah Smith completaría el podio.

¿Faltaba algo más? Tal vez se nos había olvidado ya con esas tres finales históricas pero uno de los principales alicientes de la noche era ver cómo Michael Phelps regresaba a la competición olímpica.

Antes se disputó la semifinal de 100m espalda femenino. Duane Da Rocha marcó un 1.00.85 que le dejó octava de su semifinal, fuera de una final muy cara. No consiguió batir su marca personal aunque si mejoró ligeramente su registro matutino. El objetivo de las semifinales estaba conseguido, así que buena participación de Duane en esta prueba de todas formas. El jueves volverá a la competición para la prueba larga, 200m espalda.

A pesar de que se había especulado con la presencia de Anthony Ervin, en lugar de Michael Phelps o Ryan Held para completar el relevo norteamericano, finalmente Michael Phelps hizo su regreso en Río y por si alguien tenía dudas realizó una posta espectacular que dio ventaja a su equipo de cara a proclamarse campeones olímpicos en el 4×100 libre. Phelps volvió a lo grande liderando el relevo de Estados Unidos para conseguir su 23ª medalla olímpica, 19ª de oro. Caeleb Dressel, Ryan Held y Nathan Adrian le acompañaron en el cajón más alto del podio. Francia plantó cara con Mehdy Metella, Fabien Gilot, Florent Manaudou y Jérémy Stravius y acabó colgándose la plata. Australia no tuvo su mejor carrera, aunque finalmente le sirvió para derrotar a Rusia y llevarse el bronce gracias a la remontada de Cameron McEvoy y al rendimiento de Kyle Chalmers. James Magnussen y James Roberts, que completaban el relevo australiano.

Una noche que quedará para la historia de la natación y que recomendamos ver, aunque sea en diferido, porque merece la pena y porque es imposible poner palabras a lo que se ha vivido en el Olympic Aquatics Stadium de Río esta noche. Seguiremos contándoos lo que acontezca los próximos días desde Sexto Anillo.

Foto: International Business Times

Síganme en @Labuat_Sens y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo

One Response

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *