Récords del mundo en la primera jornada de la natación olímpica

En la primera jornada de la natación olímpica, Katinka Hosszú fue la gran reina de la piscina. En los 400m estilos destrozó el récord del mundo de la china Ye Shiwen, parando el crono en 4.26.36, aunque llegó a nadar con más de cinco segundos de ventaja sobre el anterior récord. Desde el principio ya marcó un ritmo muy fuerte y encabezó la carrera, y gracias a su excepcional dominio de la mariposa y la espalda, su superioridad acabó dándole el oro. La norteamericana Madeline Dirado también llegó a nadar por debajo del récord, aunque no pudo con Hosszú y se quedó con la plata. Mireia Belmonte salió muy fuerte, quedando incluso tercera en la primera parte de la prueba, pero fue aflojando, y en los últimos 70 metros recuperó hasta conseguir el bronce, muy batallado con Hannah Miley, quien finalmente se quedó sin metal.

En los 400m estilos masculinos, Kosuke Hagino acabó con la hegemonía norteamericana al ganar el oro. El talón de Aquiles de Chase Kalisz, la espalda, le impidió luchar por el primer puesto. Japón consiguió otra medalla en la misma serie, con el bronce de Daiya Seto, más lento que por la mañana y a tres segundos del segundo clasificado. El joven Joan Lluís Pons, de 19 años, batió el récord de España en la sesión matutina con 4.13.55, bajando seis segundos y medio su marca en tan solo un año. En su debut en unos Juegos Olímpicos acabó con la octava posición en los 400m estilos.

Mack Horton se llevó el oro en 400m libres en sus terceras olimpíadas. El segundo clasificado fue Sun Yang, quien estuvo sancionado en 2014 debido a un positivo por un estimulante. El oro estuvo muy disputado por ambos, y cuando parecía que acabaría en manos de Yang, Horton sorprendió y se llevó la victoria por muy poca ventaja. El británico James Guy no pudo aguantar el ritmo de récord mundial al que nadó durante casi toda la prueba, y finalizó sexto. Gabrielle Detti, italiano, consiguió el bronce.

Australia brilló gracias a las hermanas Campbell, Cate y Bronte, en la prueba de 4×100 libres. Hasta el tercer relevo, Estados Unidos lideraba la carrera, pero una vez que Bronte entró en el agua, empezó a avanzar y a facilitar el camino a su hermana para acabar rematando el trabajo y con récord mundial, al parar el crono en 3.30.65. Las norteamericanas además de ganar la plata, hicieron un nuevo récord americano, 3.31.89. La selección canadiense se llevó el bronce.

La misma noche se celebró la semifinal de 100m mariposa femenino, donde la sueca Sarah Sjostrom hizo récord olímpico(55.84) y finalizó primera, por delante de Emma McKeon (Australia) y Rikako Ikee (Japón). La española Judit Ignacio no logró la clasificación. También se produjo la semifinal de los 100m braza masculino, liderada por el nadador Yasuhino Koseki, Kevin Cordes y el anfitrión Joao Gomes, en la primera serie, y el británico Adam Peaty, el norteamericano Cody Miller y el sudafricano Cameron van der Burgh, en la segunda. Peaty consiguió el récord del mundo en esta prueba: 57.55.

Por último, Miguel Durán sufrió un pequeño percance en los 400m libres. Saltó antes de tiempo a la piscina, y llevado por los nervios y la sorpresa, creyendo que estaba descalificado recogió su material y se fue a los vestuarios. Allí lo fueron a buscar los jueces, dónde le dijeron que aún podía nadar en producirse un fallo técnico. Finalmente, quedó último de su serie y 37ª de la clasificación general, con una marca de 3:53:40.

Fuente de la foto: @gettyimages.

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