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El trofeo se queda en casa

El All England Club estaba listo para recibir a Andy Murray y a Milos Raonic en la final de los caballeros. Posiblemente una final que no era esperada por la mayoría, pero que terminaría definiendo al campeón de esta edición de Wimbledon.

La odisea de los caballeros llegaba a su fin en Londres. El día más importante del año para el All Englad Club al fin llegaba y las emociones estaban listas para salir. En las gradas de la Cancha Central, excampeones, celebridades, realeza y afición estaban listos para recibir a los protagonistas del día: el británico y favorito del torneo, Andy Murray, y al que tenía tintes de retador y contendiente, el canadiense Milos Raonic.

Moneda al aire que concluía con Raonic al servicio para dar inicio oficialmente a la final del tercer Grand Slam del año. Juez de silla, ball boys, espectadores, jueces de línea y jugadores, todos en su sitio.

Andy Murray y Milos Raonic a punto de iniciar la final / Foto vía: wimbledon.com
Andy Murray y Milos Raonic a punto de iniciar la final / Foto vía: wimbledon.com

Los primeros seis juegos del primer set se desarrollaron con ambos jugadores sosteniendo su servicio. Contrario a lo que se pudiera creer, era Andy Murray el que se veía más sólido con el saque. Raonic sostenía pero con un Murray que peleaba hasta el último punto y comenzaba a dar señales de que su devolución estaba en su día. Milos simplemente no presentaba amenazas para el servicio del británico, que sostenía sin complicaciones. Raonic presentaba como protagonista a su derecha, pero no con el saque, sino desde la línea de fondo.

En el sexto juego, el servicio del canadiense falló y Andy lo aprovechó para tomar ventaja en el set. 4-3 arriba en el primer parcial, Murray controló aún más los traslados de pelotas, llegaba a todos los tiros del canadiense y lo complicaba bastante. Raonic, por su parte, mostraba irregularidad con la volea; las pelotas difíciles las resolvía de forma magistral y las que parecían sencillas las estrellaba en la red. Con el buen servicio que hasta ese momento mostraba Andy, aseguró el primer set con un marcador de 6-3.

Murray continuaría haciendo un partido que rayaba en la perfección. Errores no forzados al mínimo y un buen servicio le aseguraban los juegos. Del otro lado de la cancha, seguía apareciendo un Raonic que no terminaba de mostrar el nivel que lo había llevado a la final. Ponía en riesgo su servicio, aunque al final lograba salir airoso de las situaciones difíciles. Cuando el canadiense subía a la red, Murray lograba contrarrestar con buenos golpes desde el fondo de la pista para dejar a Raonic mal parado si es que lograba volear, para después definir el punto con seguridad.

Ambos protagonistas no cedieron su servicio en ninguna ocasión y necesitaron de un tie-break para decidir al vencedor del segundo set. Nuevamente quedó en evidencia que Milos Raonic y su saque no estaban en su mejor día. Murray continuaba con un juego serio, eficaz e incluso asombroso, que al final le daría el segundo parcial 7-6(3) y quedaría a un solo set de poder levantar el trofeo de campeón.

Milos continuaba luchando. A pesar de no mostrar su mejor nivel, la pasión y la actitud lo mantenían muy cerca del escocés. No sacaba muy bien y sus voleas no eran para nada como las que había mostrado durante la segunda semana del torneo, pero el canadiense seguía ahí. Raonic incluso tuvo dos oportunidades de quebrar el servicio de Andy, pero al final el local lograría sobreponerse y sostenía.

Total dueño del partido, Andy Murray obligó a que Raonic sostuviera su servicio en dos ocasiones si es que quería seguir vivo en el partido, cosa que el canadiense logró. Nuevamente el tie-break se hizo presente en la final. Esta vez, el desempate fue aún más dominado por Murray. Logró colocarse 5-0 y Raonic no pudo alcanzarlo. Andy aseguró cinco oportunidades para lograr el campeonato, pero apenas en la segunda se aseguró el torneo. Realizó un saque abierto que Raonic logró contestar, pegó una derecha paralela a la que el canadiense llegó forzado para después dejarla en la red; ese punto fue sinónimo de un tercer Grand Slam para el escocés.

Murray celebra su segunda corona en Londres / Foto vía: wimbledon.com
Murray celebra su segunda corona en Londres / Foto vía: wimbledon.com

Las claves del partido

Milos Raonic

El torneo que hizo el canadiense es digno de reconocerse. Llegó a su primera final de Grand Slam luego de dejar en el camino al siete veces campeón del torneo, Roger Federer, en un partido en el que demostró mucha madurez. Sin embargo, en la final, fue totalmente neutralizado por el jugador que probablemente tiene la mejor devolución del circuito.

Raonic no logró capitalizar con su servicio y nunca logró ser una verdadera amenaza en la devolución. Realizó bastantes errores no forzados con el segundo servicio de Murray, lo que le facilitaba el trabajo al escocés para mantener su saque.

Milos llegó a la final promediando 22 aces por partido. En este encuentro únicamente logró ocho. Demostró que a pesar de tener una buena derecha y volear bien, depende bastante del saque para poder ejecutar su plan.

La irregularidad con la volea lo privaron de salir vivo de muchas ocasiones comprometedoras y de haber podido ganar más confianza dentro del trámite del partido.

Se convirtió en el primer hombre canadiense en llegar a una final de Grand Slam y, aunque no ganó, demostró que puede pelear en la segunda semana de los torneos grandes.

Andy Murray

A Murray se le colocaba en una final contra Roger Federer o Novak Djokovic en la que, a pesar de estar en casa, no se le daban muchas oportunidades, sobre todo si enfrentaba al serbio que ya le había ganado dos finales de torneos grandes este año en Australia y París. Lo cierto es que Andy mostró un nivel impresionante en todos sus partidos del torneo, nivel que estuvo cerca de la perfección en muchas ocasiones.

Murray logró reducir considerablemente los errores no forzados a lo largo del torneo, lo que hicieron que pasara por encima fácilmente ante rivales como Nick Kyrgios Tomas Berdych. En este partido no fue la excepción y tuvo solamente 12 errores no forzados.

Andy se ayudó del passing en muchas ocasiones del partido y de esta forma logró contrarrestar las constantes subidas a la red del canadiense. El hecho de pelear todas las pelotas de un punto, y su perfecta lectura, le permitieron agrandar su figura ante un Raonic que en ocasiones lucía desesperado.

Precisamente estas lecturas dentro de los puntos fue lo que lo hizo salir ganador en las pocas situaciones difíciles que enfrentó. Pudo neutralizar a Milos con estas lecturas cuando el canadiense se encontraba en la red.

Andy Murray siempre fue el protagonista del encuentro y era él quien decidía las situaciones del mismo. Raonic solamente fue una amenaza cuando el escocés se lo permitió y dejó de serlo cuando Murray ajustó y controló los puntos.

El escocés también aprenderá que Ivan Lendl le ayuda bastante y que ha sido solo con él con quien ha podido salir victorioso en los torneos grandes.

Murray consiguió su segundo Wimbledon y tercer Grand Slam en su casa y con su gente. Demostró que está teniendo un gran año y que es un serio candidato de cara al US Open.

Andy con el trofeo de campeón / Foto vía: wimbledon.com
Andy con el trofeo de campeón / Foto vía: wimbledon.com

Han sido dos semanas increíbles que han llegado a su fin y así es como termina el torneo. Con un Milos Raonic que sorprendió llegando a la final y con un Andy Murray que fue infinitamente mejor al resto de tenistas que compitieron. Termina Wimbledon, donde el tenis inició, donde se escribe la historia y donde los tenistas se hacen inmortales.

Foto principal vía: wimbledon.com

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One Response

  1. FelicidadesRoy!!!!! desde mi humilde opinión, prueba superada, gracias por aceptar el reto, que sigan muchos más. Gracias sexto anillo!! Muy orgullosa de ti Rodrigo Camacho Aldaz!!!! A seguirse superando!!!

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