Julio García Mera fue uno de los jugadores de fútbol-sala más importantes que dio España en una época en la que este deporte daba sus primeros coletazos, a finales del siglo pasado. Pero no sólo fue, sino que es, y seguirá siendo, parte fundamental de este deporte, porque este madrileño de 44 años ha dedicado toda su vida al futsal.
Jugó en Movistar Inter 16 temporadas, en las que ganó cinco Ligas, cuatro Copas de España, cinco Supercopas de España, una UEFA Futsal Cup y una Intercontinental. Capitaneó también la Selección, con la que ganó dos Mundiales y tres Europeos en los 115 partidos disputados. Un buen día, casi sin previo aviso, cambió la equipación verde y el parqué por el traje y los despachos, y desde entonces no ha dejado de estar relacionado con el deporte y, especialmente, con el deportista.
Pregunta: Nueve años después de su retirada, ¿qué recuerdos guarda con más cariño de su época de futbolista?
Respuesta: Los guardo todos, los buenos, los regulares y sobre todo los malos, los pocos malos que puede tener cualquier deportista (lesiones, duras derrotas…). Los deportistas profesionales somos unos privilegiados, nos pagan por hacer lo que más nos gusta. Es verdad que hay que seguir progresando y mejorando, pero, en general, el deporte español ha dado un salto increíble en los últimos 20 años.
P: Siempre ha reconocido que guarda especial cariño al Mundial de Guatemala conquistado en el año 2000. ¿Qué recuerda de él?
R: Esos momentos finales, aquel pitido que significó cumplir un sueño imposible de toda una generación de jugadores increíbles, la celebración sobre la pista. En el 2010 se hizo algo muy bonito: la LNFS publicó un libro (“El origen de las estrellas”) en el que cada persona que participó en aquel éxito escribe un capítulo y, al cruzar las visiones de cada cual, sale una mirada muy amplia y rica de lo que allí sucedió. Sin duda, sucedió algo mágico y tuvimos la suerte de todos los que allí estábamos (y no me refiero sólo a jugadores, sino a cuerpo técnico, médico, fisioterapeutas, utillero, directivos…) quedamos unidos por un lazo invisible difícil de expresar con palabras.
P: ¿Qué jugador de esa época le marcó más?
R: Los grandes jugadores, los que marcan una época, son incomparables. De aquella época creo que, como todos estaremos de acuerdo, había dos devoradores de balones y títulos, Paulo Roberto y Daniel Ibañes, dos gigantes que jugaban con una pelota pequeña, dos compañeros que hacían muchísimo mejores a los que estaban cerca de ellos. De Guatemala hay que destacar al equipo, al grupo tan brutalmente cohesionado: había de todo, cierres contundentes, ala-cierres polivalentes, talento en la salida de balón, puñales arriba, dribladores… Pocas veces he visto un equipo con tantas variantes y posibilidades. Sí me gustaría destacar a dos jugadores que creo fueron claves: Jesús Clavería, que el día de la Final hizo que fuera de noche para los brasileños, y Javi Rodríguez, que con sus dos punterazos cambió el rumbo del futsal universal y la vida de todos los que nos lo comimos a besos.
P: En 2007, siendo capitán de Inter con 35 años, José María García le pidió que se retirase para ocupar un cargo en la dirección deportiva. ¿Qué supuso para usted ese cambio?
R: Supuso un regalo, la mejor oportunidad que jamás me habían ofrecido. Imagina, quedarte en el equipo de tu vida y cambiar las zapatillas de juego por la chaqueta y la corbata. Con el tiempo valoras aún más ese ofrecimiento. En ese momento lo único que ves es que te están jubilando del deporte. Los deportistas somos así: sólo vemos lo que nos interesa y con unas gafas que nos limitan mucho la perspectiva.
P: ¿Pero estaba preparado para afrontar una nueva temporada como jugador, no es así?
R: Sí, creo que aún podía jugar algún año más, pero esto es algo que te dirá hasta el más viejo del lugar. Lo que también es cierto es que yo tenía que entrenar más que los demás en pretemporada y necesitaba más tiempo para las recuperaciones. Había cumplido un ciclo vital en el deporte, la batería había que cambiarla.
P: En 2012 publicó un libro, “Cuando el deporte te abandona”, en el que habla del miedo del deportista de élite a lo que viene después. ¿Tuvo algo que ver su propia retirada a la hora de tomar la decisión de escribir el libro?
R: Sí, sí, claro. Siempre he ido anotando lo que sentía en el banquillo, al lanzar un penalti decisivo, cuando pierdes y la derrota se te cuelga de la chepa y se mete en la cama contigo y no te deja dormir y todo este tipo de cosas, que luego me valieron para escribir artículos y, por supuesto, el libro. En el libro hablo de lo que sucede cuando te retiras o te retiran y todo lo que conlleva desde el punto de vista social, económico, psicológico, biológico… Y se cuenta cómo debes prepararte para ese momento. La anticipación es tan importante o más incluso fuera de la pista que dentro.
P: Habla de Fernando Hierro, Kiko, Emilio Sánchez Vicario o Vivi Ruano, entre otros.
R: Hablé con magníficos deportistas. Busqué el contraste: mujeres/hombres, deportistas que habían ganado mucho dinero/deportistas que apenas habían ahorrado para pagarse la hipoteca, gente que se había retirado hacía mucho y gente que se había retirado recientemente, deportistas de deportes individuales y de deportes colectivos… Lo que busqué es el choque, la chispa entre dos polos… En cada capítulo los diferentes deportistas muestran cómo vivieron sus respectivas retiradas. Creo que es lo mejor del libro. Recuerdo cuando le envié lo que íbamos a publicar a Kiko Narváez. Tras leerlo me llamó y me dijo, “Julio, pero si esto está genial”. Y le contesté: “Kiko, pues esto es justo lo que me has contado en la grabación. Lo único que he hecho es un trabajo de corta y pega”. Porque lo que me contaban era oro.
P: ¿Qué caso le impactó más?
R: De las cosas que más me impactaron fue lo que me contó Laura Muñoz, que me dijo que tras la retirada, se había dado cuenta de que nunca había tomado una decisión sobre su propia vida, porque había entrando muy jovencita a la selección nacional y siempre los demás decidían por ella.
P: ¿Ve actualmente a los jugadores más preparados para lo que viene después de la retirada que en su época?
R: Sin duda. Afortunadamente se va avanzando en todos los aspectos: la medicina deportiva, las estructuras de los clubes, el propio material deportivo… Creo que los jugadores son más conscientes que hay que tener un plan B, incluso un plan C, para cuando el deporte te abandone. Además, hay muchas más opciones para formarse que en nuestra época, tanto en cantidad como en calidad.
P: Desde principios de año dirige, junto a Kike Boned, la Oficina de Atención al Jugador. ¿Cómo es su trabajo allí? ¿Se imaginó alguna vez trabajando mano a mano con Kike?
R: Acabamos de arrancar, sí. Esperemos que con el tiempo se pueda ir haciendo una buena labor. Con Kike es muy fácil trabajar. Tenemos una visión del deporte y de la vida muy similar. Otra cosa es que necesitamos desarrollar actividades para llegar de verdad a los jugadores. Uno de los objetivos es que vean a la propia Liga como una institución cercana y a la que pueden ir cuando consideren; porque a veces parece como si eso a lo que se llama Liga es una institución alejada y nuestra idea es mostrar que la Liga es algo vivo, dinámico, que pretende ser el lugar de encuentro de todos los que forman el fútbol sala español.
P: Además de la mencionada Oficina, es licenciado en periodismo, tiene un máster en gestión de organizaciones, imparte ponencias, colabora con Marca y comenta partidos en Eurosport. Es socio de líder-sport.es y es consultor deportivo en 380amk.com. ¿Cómo lo hace para compaginar todo?
R: Pues como siempre hacía de jugador: jugando en equipo. Yo no sé trabajar solo. Necesito siempre, siempre a alguien para hacerle la pared. Luego, meteremos gol o no, pero necesito apoyarme en un grupo, en un equipo. Tengo la enorme fortuna de trabajar con fantásticos equipos humanos y eso te hace todo mucho más fácil y te hace llegar a lugares que jamás pensarías que ibas a alcanzar. Sigo la máxima de José Antonio Marina: “Nadie piensa solo”.
P: ¿Cree que todas estas oportunidades le habrían llegado igualmente de no haber sido capitán de España y de un club tan importante como Inter?
R: He tenido el privilegio y el honor de estar tanto en mi club como en la Selección y eso es algo que deja huella. No sé si para los demás es relevante que mi vida haya estado unida a ambas entidades, pero para mí ha sido esencial. Sólo he estado en mi club y en la Selección.
P: Hablando de su ex equipo y de su trabajo para la LNFS. ¿Dejó Inter para dirigir la Oficina de Atención al Jugador, o fueron decisiones independientes? Cómo fue abandonar Inter después de tantos años?
R: Cuando Javier Lozano me propuso comenzar a colaborar en este proyecto, aún estaba en Movistar Inter. El verano anterior ya lo habíamos hablado José María García y yo. Es un ciclo, que se percibe que es necesario que algo cambie. El cambio siempre trae ideas, rutinas, conexiones nuevas.
P: ¿Considera bueno para el club dejar la sede de Alcalá de Henares y volver a Torrejón de Ardoz?
R: No fue una decisión que nosotros buscáramos… fue la propia realidad la que nos condujo hacia el regreso a Torrejón. En Alcalá habíamos trabajado muchos años para hacer una afición muy fiel y numerosa. En Torrejón, como se ha visto, la afición no nos ha abandonado, incluso se han apuntado nuevos seguidores.
P: ¿Cree que el futsal se está volviendo cada vez un deporte más físico en el que pierde importancia la magia?
R: Hace tiempo ya escribí sobre esto. Titulé el artículo: “El corrector de jugadores”. En él decía que, al igual que en los nuevos “teléfonos inteligentes” (dudo que lo sean), hay un corrector en nuestro deporte que busca homogeneizar las formas de jugar con el fin de facilitar, unificar todo. Se busca, pues, lo más simple y se evita lo diferente, lo extraño. No es culpa de nadie en particular, sino de todos los que participamos en el deporte: directivos, entrenadores, padres, jugadores… Buscamos lo que sea eficiente, lo que nos haga competir lo más rápidamente posible y, en ese camino, dejamos de lado a los que les gusta experimentar, a los que hacen cosas diferentes y poco a poco estamos haciendo jugadores mejores pero más iguales. Se echa de menos a los que ponen esa magia, a los que ven lo que todos vemos pero piensan lo que nadie ha pensado, a los Daniel, Paulo Roberto… Nos quedan pocos Ricardinhos y hay que ponerse a cultivar desde ya…
P: A raíz de lo que se viene hablando en las últimas fechas, ¿cómo vería una hipotética colaboración, por parte del Atlético de Madrid y Movistar Inter?
R: Creo que es el camino más idóneo tanto para el futsal como para el fútbol. Llevamos años estando al lado, pero sin tocarnos. Algunos clubes ya han visto la utilidad de nuestro deporte. Los mejores del fútbol han salido del futsal. Ojalá el matrimonio entre ambas entidades se formalice porque es lo mejor para ambas.
P: Le digo varios binomios. Usted diga lo primero que le venga a la cabeza de ellos. Schumacher y Luis Amado.
R: Sinónimos de intimidación. Su presencia te hace ir ganando el partido antes de empezarlo. Luis es el ejemplo de deportista ejemplar, de trabajo incansable, de superación constante, de construir una leyenda desde la humildad y el trabajo. Schumacher era físicamente temible, pero lo mejor de él era que entendía nuestro juego como pocos. Veía muy fácil el partido y sabía exactamente cuándo debía aparecer para doblegar al contrario.
P: Paulo Roberto y Duda.
R: Paulo fue la estrella que guió nuestro deporte. Vivimos de su imagen proyectada en los medios durante muchos años. Me tocó defenderle tantas veces…y daba igual que supieras hacia el lado que saldría… porque te acababa matando. Duda es ejemplo de gran jugador que se reinventa y se hace más grande en su faceta de entrenador. El trabajo que ha hecho durante estos años en ElPozo Murcia simplemente es excepcional.
P: Javier Lozano y Jesús Candelas.
R: Lozano tiene carisma, es decir, tiene eso que todos quieren tener y muy pocos tienen de verdad, eso que te hace ser un ganador. Todo lo que toca, lo convierte en un proyecto ganador. Su trayectoria profesional en las diferentes áreas deportivas es incontestable. Candelas es mi debilidad, el entrenador que más me ha enseñado del fútbol sala y de la vida. Es un loco que ama el fútbol sala por encima de todas las cosas. Quizá sea una de las tres personas que conozco que más saben de esto a lo que hoy llamamos futsal.
P: Falcao y Ricardinho.
R: Son los dos iconos del futsal mundial. Se admiran en la distancia y, cuando se juntan, se convierten en la diversión más grande del mundo en el menor espacio posible. Son los que más claro lo tienen en esto de construirse una imagen, una marca que vaya más allá del deporte profesional.
P: De la actualidad, ¿con qué jugadores se quedaría?
R: Como decíamos antes, me gustan los jugadores que aportan cosas diferentes, pero también aprecio a aquellos que construyen el equipo desde el silencio y la normalidad.
P: ¿Ve capaz de recuperar a ElPozo el lugar perdido, o el potencial de Inter y Barça le relegarán definitivamente a un segundo escalón?
R: Buufffff. Viendo lo que está pasando, la próxima temporada la cosa va a estar más igualada.
P: ¿Ve favorita a España para el Mundial de Colombia o cree que los brasileños están por encima? ¿Alguna otra candidata?
R: Creo que si España logra parecerse a la del último Europeo, el Mundial estará muy cerca. No creo que ninguna selección esté por encima de la nuestra.
P: Hablando de Colombia, ¿cómo fue jugar en mayo ese partido con Andreu, Falcao o Marquinho? ¿Es malo para la competición que le ganasen a la actual selección de Colombia?
R: Fue una experiencia maravillosa. Pudimos responder a la pregunta que siempre se hace uno, ésa de ¿qué pasaría si un grupo de viejos rockeros se juntaran y jugasen contra una selección actual? Pues ahí dimos una respuesta. Por cierto, los primeros sorprendidos fuimos nosotros. El único que creyó en la victoria desde el primer día fue Lozano.
P: Para terminar, una de futuro. ¿Dónde se ve dentro de diez años?
R: No sé ni dónde voy a estar dentro de diez días (risas). Ahora en serio, espero seguir ligado al deporte y seguir haciendo cosas que molan.
Ha sido un auténtico placer entrevistar a Julio, al que agradecemos el tiempo que nos ha dedicado a esta entrevista. Desde Sexto Anillo seguiremos con interés su trabajo como hasta ahora y le deseamos éxito en todos los proyectos que, sin duda, emprenderá en el futuro.
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