Hoy, me gustaría hablar sobre un aspecto del baloncesto que últimamente se está poniendo muy de moda o, mejor dicho, demasiado de moda. Un aspecto que algunos encuentran fabuloso y otros, espantoso. Un aspecto que algunos encuentran inteligente y otros, estúpido. Se trata de las famosas “faltas tácticas” o faltas para detener el contraataque.
Es cierto que hay equipos que corren muy bien el contraataque y que, claro está, que el entrenador contrario querrá impedirlo. Pero, ¿a caso es imposible parar un contraataque con una buena defensa? Como mínimo intentarlo… Hay jugadores que ni están flexionados, simplemente esperan a que el rival pase a su lado, meten el brazo en su camino mientras que con el otro ya indican que han hecho falta incluso antes de que se pite. Analizado de esta manera, ¿hay algún modo de justificarlas?
Entiendo que en un momento dado del partido, sea por frustración porque acabas de perder el balón o por cualquier otra cosa, hagas esta falta. El problema es que hay jugadores que ya han adquirido el instinto (o vicio) de hacerlas. Si pasa un jugador contrario corriendo con el balón por su lado, falta, no defensa. Y, peor aún, entrenadores que lo defienden y ¡lo aplauden!
Así es como yo veo estas faltas: pura pereza de defender, faltas de “bah, hago una falta rápida y así puedo bajar a defender más tranquilamente y no me canso”. Creo que, como mínimo, debería de haber intención de “jugar el balón”, es decir, intención de defender. De esta manera, si te sale bien, paras el contraataque sin falta y hasta puedes llegar a recuperar el balón. De la otra ya ni si quiera finges defender.
De hecho, estas faltas están mal vistas en la NBA, considerada la mejor liga de baloncesto del mundo y donde se prima el espectáculo ante todo.
Analicemos ahora la repercusión que tienen estas faltas en la gente que ve el partido, especialmente entre los jóvenes jugadores que ven jugar a sus ídolos. Como entrenador de baloncesto de formación que soy, esto me saca de quicio. Lo primero que se enseña en minibasket (o que debería enseñarse) son las transiciones, es decir, a hacer canastas en el menor tiempo posible y, en defensa, a parar el balón lo antes posible con un buen trabajo de piernas y cuerpo. ¿Cómo les digo yo a mis jugadores que el contraataque se puede parar con una buena defensa si sus ídolos, a los que ellos quieren parecerse al máximo, no lo hacen prácticamente nunca?
En mi opinión, este tipo de faltas son totalmente antideportivas y deberían ser sancionadas como tal, sin tener en cuenta si la hace o no el último defensor. Al final, permitiendo estas faltas y sin sancionarlas como faltas antideportivas nos estamos cargando el baloncesto. Estamos avanzando hacia un baloncesto lento, parado y aburrido, basado todo en sistemas preestablecidos, sin contraataques, sin espectáculo, sin belleza. En fin, estamos eliminando el baloncesto en estado puro, convirtiéndolo en un deporte muy diferente al baloncesto que yo amo.
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Foto destacada vía: acanovasvalero.blogspot.com.es
